Capitulo 6

Lina había llegado a la Ciudad con una mentalidad clara: no iba a involucrarse con nadie. Su vida ya era lo suficientemente complicada como para agregar más dramas a su día. Sin embargo, a veces, el destino tenía otros planes.

Ese día, en clase de matemáticas, había una nueva estudiante sentada en el escritorio al lado del suyo. Era una chica de complexión delgada, con gafas gruesas que le daban un aire intelectual, y su cabello, largo y castaño, caía sobre sus hombros de manera ordenada. No era difícil notarla. De hecho, la chica parecía algo tímida, siempre mirando su cuaderno o sus libros, sin mirar mucho a su alrededor. Pero algo en ella llamó la atención de Lina.

Mientras la profesora explicaba el tema de álgebra, Lina no pudo evitar observar a la chica. Aunque estaba completamente concentrada en su trabajo, Lina notó que sus respuestas eran rápidas y precisas, incluso más que las de la mayoría de los estudiantes.

Cuando la profesora hizo una pregunta difícil, la chica levantó la mano casi al instante, y con una claridad sorprendente, resolvió el problema en el pizarrón. La clase quedó en silencio por un momento. Lina, al igual que muchos otros, no pudo evitar admirar la rapidez con la que había resuelto el problema.

Tras la clase, mientras todos comenzaban a salir, Lina se acercó lentamente a la chica, sin saber muy bien qué esperar. No era como si estuviera acostumbrada a hacer amigos, pero algo en esa chica la había intrigado.

— Oye, no sé si lo notaste, pero has sido la única que resolvió el problema de álgebra sin siquiera dudar — dijo Lina con una sonrisa tímida, esperando que no fuera demasiado directa.

La chica levantó la vista y la miró, sorprendida al principio, pero luego sonrió levemente.

— Oh, gracias. La verdad es que me gustan mucho las matemáticas. Mi nombre es Valeria — respondió, con una voz suave pero confiada.

Lina asintió, sintiendo una pequeña conexión. Aunque en un principio parecía ser la típica chica reservada, había algo interesante en ella.

— Yo soy Lina. Encantada de conocerte. — Lina sonrió de nuevo, con más confianza.

— ¿Lina? Ah, el nombre suena familiar... — Valeria murmuró, como si intentara recordar algo, pero rápidamente sacudió la cabeza. — Bueno, si alguna vez necesitas ayuda con alguna tarea, no dudes en pedírmelo. No soy tan buena en muchas cosas, pero en matemáticas... ya sabes. — Valeria se rió tímidamente.

Lina se sintió algo sorprendida por la amabilidad de la chica, ya que no esperaba que alguien tan "nerd" se ofreciera a ayudarla. Aunque no sabía bien qué esperar, la verdad es que Valeria parecía ser una persona bastante simpática, sin complicaciones.

— No sé si sea tan buena para eso, pero gracias. De hecho, ya te voy a tomar la palabra. — Lina sonrió, sintiendo que tal vez esta chica podía convertirse en una buena amiga.

Los días siguientes pasaron sin mucha novedad, pero Lina empezó a encontrarse con Valeria en más clases y, poco a poco, comenzaron a hablar más. Lina se dio cuenta de que Valeria era muy inteligente, y aunque parecía algo introvertida, su conversación fluía bastante bien. A menudo compartían comentarios sobre las clases, y Lina comenzó a sentir que, tal vez, estaba formando una amistad genuina.

Pero lo que Lina no sabía, es que Valeria tenía un secreto.

Un día, después de clases, Lina y Valeria estaban caminando juntas hacia el parque, como solían hacer. Valeria había insistido en que Lina debía conocer un lugar tranquilo donde podían estudiar sin distracciones. Cuando llegaron al parque, se sentaron en un banco bajo un árbol, disfrutando del poco sol que quedaba.

— ¿Sabías que la gente dice que los ricos siempre son iguales? Que todos los de tu clase son como Liam, arrogantes y controladores. — Lina dijo sin pensarlo, en voz baja, mientras sacaba su cuaderno.

Valeria, que hasta ese momento había estado sonriendo, se quedó quieta. Lina levantó la vista y la observó por un segundo, notando la repentina tensión en su rostro.

— ¿Liam? ¿Hablas de Liam... Harrison? — Valeria preguntó, como si no estuviera segura si debía hablar de él.

Lina la miró con curiosidad. No esperaba que Valeria se pusiera así de seria tan rápido.

— Sí... ¿lo conoces? — Lina preguntó, sin saber que ese nombre tenía un significado más profundo para Valeria.

Valeria bajó la mirada, como si tratara de encontrar las palabras adecuadas.

— En realidad... — Valeria titubeó por un momento, y luego, con una expresión algo triste, dijo: — Liam es mi hermano.

Lina se quedó en silencio, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. No podía ser cierto. ¿La chica nerd que acababa de conocer... era hermana de Liam, el chico arrogante y desafiante con el que había tenido tantos conflictos?

— Espera... ¿qué? — Lina finalmente logró decir, su voz llena de incredulidad. — ¿Eres... hermana de Liam Harrison?

Valeria asintió, algo incómoda con la reacción de Lina. Era obvio que no había esperado que alguien como Lina reaccionara de esa manera.

— Sí... — respondió Valeria con una sonrisa triste. — No lo menciono porque, bueno, las personas suelen tener ideas equivocadas sobre él, y no quiero que me asocien con eso.

Lina quedó en shock. Todo lo que había pensado sobre Liam, todo lo que había experimentado con él, se sentía ahora de alguna manera diferente. No solo era el chico arrogante del instituto, sino que ahora era el hermano de Valeria, la chica que acababa de conocer y que parecía ser tan diferente a él.

— No lo puedo creer... — Lina murmuró, sin saber qué decir.

Valeria se encogió de hombros, con una expresión resignada.

— La verdad es que a veces desearía que las cosas fueran diferentes entre nosotros. Pero, en fin, es mi hermano, y aunque a veces no lo entiendo, lo quiero.

Lina estaba pensativa, tratando de procesar toda la información. Su relación con Liam, que ya era complicada, acababa de volverse aún más confusa. No solo estaba lidiando con su arrogancia, sino que ahora debía considerar su conexión con Valeria, una amiga que no sabía si podía seguir viéndola de la misma forma.