Entre las sombras y la luz

Capitulo 24

La madrugada había caído con fuerza sobre la mansión de los Weston. Liam caminaba de un lado a otro en el estudio privado de su padre, su rostro marcado por la desesperación. Su mente seguía llena de imágenes de Lina, de lo que le había contado sobre su tío Erik y lo que había sucedido desde la maldita foto. Sabía que Lina estaba en peligro. Sabía que su tío estaba detrás de ella y, peor aún, había sido incapaz de protegerla.

Su padre, Adrian, estaba al teléfono, negociando con varios contactos, tratando de obtener la información que necesitaban. Habían llamado a casi todas las agencias de seguridad privadas, a las autoridades que pudieran tener alguna pista sobre el paradero de Lina, pero hasta ahora, todo había sido en vano.

— ¿Y qué más? — Liam preguntó con una voz seca, su impaciencia evidente. Se había quedado mirando la pantalla de su celular, buscando cualquier señal, pero no había nada. Ningún mensaje. Ninguna pista.

— Estamos trabajando con lo que tenemos. — Su padre colgó el teléfono, viendo a Liam con preocupación. — Pero no es suficiente, Liam. Estamos lidiando con alguien que sabe cómo ocultarse.

Liam resopló con frustración. ¿Cómo podía ser esto posible? Era su amiga, la persona que había llegado a significar tanto para él en tan poco tiempo, y sentía que estaba perdiéndola a medida que las horas pasaban. No podía quedarse quieto, pero tampoco sabía qué más hacer. ¿Qué tan lejos había llegado su tío Erik? Habían revisado las cámaras de seguridad de toda la ciudad, rastreado todos los puntos donde Lina podría haber ido, pero no había señales de ella.

"Nada." pensaba Liam. "Nada nos lleva a ella."

— Voy a revisar las grabaciones una vez más. — Liam, casi sin pensarlo, se dirigió a la sala de monitoreo, donde las cámaras de seguridad de toda la ciudad se podían analizar en tiempo real. Su corazón latía con fuerza en su pecho, sabiendo que esa podría ser su última oportunidad de encontrar alguna pista.

Su padre lo observó y, aunque estaba tan preocupado como su hijo, sabía que estaba atrapado en el mismo sentimiento de impotencia.

— No pierdas la esperanza, Liam. Estamos cerca. — dijo Adrian, aunque su voz denotaba la misma incertidumbre que su hijo sentía.

Liam se sentó frente a las pantallas, su dedo tocando las teclas del teclado con rapidez, desplazándose por las cámaras, buscando cualquier movimiento sospechoso. Pero mientras avanzaba, el tiempo seguía corriendo y la desesperación se apoderaba más de él.

Vio imágenes de gente entrando y saliendo de la ciudad, pero ninguna señal de Lina. "Nada." pensó de nuevo. "¿Dónde estás, Lina?"

En una de las grabaciones, vio una camioneta oscura estacionada en una calle desierta. Al principio pensó que era una coincidencia, pero algo en la forma en que estaba estacionada le hizo sentir que algo no estaba bien. De inmediato, retrocedió y amplió la imagen para observar con más detalle. Era la camioneta negra.

— Papá, ven. Rápido. — dijo Liam con urgencia, señalando la pantalla. "¡Aquí está! Mira esta camioneta."

Adrian se acercó rápidamente a la mesa, mirando la pantalla con atención.

— ¿Crees que sea la que la sigue? — preguntó, su tono serio.

— Es la misma. — Liam asintió con determinación, viendo cómo el vehículo permanecía estacionado por un largo período, antes de que finalmente comenzara a moverse. — Es la camioneta que Lina me mencionó.

Adrian comenzó a hacer algunas llamadas de inmediato, tratando de rastrear la camioneta, pero cuando revisaron el siguiente tramo de la grabación, la camioneta había desaparecido. Había dejado de aparecer en las cámaras, sin dejar rastro.

El silencio en la sala fue espeso, y por un momento, Liam sintió que se le caía el mundo encima.

— ¿No hay nada más? — preguntó su padre, tratando de mantener la calma, aunque su rostro reflejaba la misma desesperación.

Liam apretó los dientes, frustrado. ¿Qué más podían hacer?

— Nada. No hay más. — admitió Liam, su voz vacía de esperanza. — Esto no tiene sentido. ¿Por qué nos está haciendo esto, papá? ¿Por qué?

Adrian puso una mano sobre el hombro de su hijo, intentando calmarlo aunque él mismo estuviera a punto de romperse. Sabía lo que Liam estaba sintiendo: la rabia, la impotencia, la angustia.

— No lo sé, Liam. Pero no podemos rendirnos. — dijo con una firmeza que no se correspondía con su rostro cansado. — Aún tenemos aliados, contactos que pueden ayudarnos. No todo está perdido.

Liam se apartó un poco de la mesa, mirando al suelo. "¿Pero cómo voy a salvarla si no sé dónde está?"

— Voy a hablar con más gente, con la policía. — continuó Jonathan, apretando el teléfono en su mano. — Voy a hablar con ellos hasta que me den una respuesta.

Pero Liam, aún sin poder controlar la angustia que lo consumía, se levantó y caminó hacia la ventana. La luz de la mañana comenzaba a asomarse por el horizonte, pero él no sentía nada más que oscuridad.

— ¿Y si es tarde? — susurró, más para sí mismo que para su padre. — ¿Y si ya no puedo salvarla?

Su padre lo miró por un momento, con una mirada que expresaba todo lo que él mismo sentía.

— No lo es, Liam. No lo es. — dijo con una voz más suave. — Todavía la podemos encontrar.

Pero lo que ninguno de los dos sabía era que el tiempo les estaba corriendo en su contra, y Lina estaba más cerca de estar fuera de su alcance que nunca.

La batalla por salvarla no había hecho más que comenzar, y la oscuridad seguía ganando terreno.

¿Ustedes creen que la encontraran? ¿Como os a caído el suegro? 🙂

Aya Bachiri




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