Para todas las personas que fueron y son mi vida, a quienes amo y a quienes amé, cada uno de ustedes dejó una huella en mi alma que nunca se borrará. Ustedes fueron mi fuerza, mi refugio, mi razón para seguir adelante. A aquellos que ya no están, su amor sigue vivo en mí, guiándome, abrazándome en cada recuerdo. Gracias por cada sacrificio, por cada sonrisa, por cada abrazo, por cada palabra que me levantó cuando caí. Mi vida es lo que es gracias a su amor eterno. Los llevo en mi corazón, hoy y siempre.