Mamá

Mamá,

Sé que a veces te hago enojar, que hay días en los que digo cosas que no siento, que me quejo cuando me limitas en algunas cosas, o que te hablo sin pensar, dejando que mis palabras suenen más duras de lo que en realidad quiero decir.

Pero quiero que sepas algo muy importante: te quiero con todo mi corazón. Siempre voy a estar para ti, en todo momento, y siempre voy a cuidarte, amarte y protegerte.

Sos más que una madre, sos mi refugio, mi ejemplo y mi fuerza. Sos quien me enseña a ser mejor cada día, quien me impulsa a creer en mí misma y a no rendirme, y no sé qué sería de mi vida sin tu compañía.

Sé que algún día la vida cambiará y quizás no pueda tenerte cerca como ahora, pero quiero aprovechar cada instante contigo, porque sos irremplazable. El día en que me faltes será un vacío imposible de llenar, y por eso voy a valorarte y cuidarte siempre, en las buenas y en las malas.

Acepto cada consejo y cada corrección, porque sé que vienen del amor más puro, del deseo de que yo tenga un futuro lleno de sueños cumplidos y momentos felices. Gracias por ser mi guía, por enseñarme lo que es el amor verdadero, y por demostrarme que, aunque la vida no siempre sea fácil, el amor de una madre puede con todo.

Gracias, mamá, mil gracias, por no soltarme nunca, por ser mi compañera, mi amiga, y mi hogar.

Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y siempre, siempre, voy a estar orgullosa de ser tu hija.

Agradezco cada sacrificio que has hecho por mí, cada momento de tu vida que has dedicado para que yo crezca feliz y en paz. Aunque a veces no lo diga o no lo note, valoro cada gesto, cada esfuerzo, cada mirada que me has dado. Porque sé que me has dado lo mejor de ti, y eso no tiene precio.

Mamá, tu amor me sostiene, me da fuerza y me inspira a ser la mejor versión de mí misma. Gracias por ser mi roca y por enseñarme que, con amor, todo es posible. No importa cuán lejos llegue en la vida, siempre serás mi primer y más grande amor.

Con todo mi amor,