A mi papá,
A ese hombre que con esfuerzo y dedicación nos enseñó el valor del trabajo y la honestidad.
A quien nunca dejó que las dificultades fueran más grandes que sus ganas de vernos crecer felices.
A ese pilar de nuestra familia que, con sus manos y su corazón, construyó un hogar lleno de amor y esperanza.
A quien siempre puso nuestras necesidades por encima de las suyas, asegurándose de que nunca nos faltara nada.
Fuiste la persona que me acompañó a mi primer concierto, regalándome un recuerdo inolvidable que atesoro con mucho cariño. Ese día, más que un evento, fue una muestra de todo el amor que siempre me has dado.
Esta carta es para ti.
Quiero que sepas cuánto te valoro y admiro. Sé que el camino no siempre fue fácil, pero tu ejemplo de fortaleza y sacrificio ha marcado mi vida para siempre. A pesar de los momentos difíciles, mi amor y gratitud hacia ti son inmensos. Soy muy afortunada de ser tu hija y de haber aprendido tanto de ti.
Hoy quiero decirte que siempre estaré a tu lado, para lo que necesites, porque eres una parte esencial de mi historia y de quien soy.
Con amor y gratitud,