"Recuerdo las palabras que me dijiste; amame hasta el día en que me muera, renunciando a todo por que tú me hiciste creer que me pertenecias..."
Nuestra misión es proteger y guiar a seres humanos que lo necesitan. No conocí a más que mi trabajo, hasta que él me encontró.
Yo cuidaba de una de los tantos chicos a mi cargo. La adolescencia es la etapa más difícil de los humanos. Ella pensaba en divertirse, pero así como existiamos nosotros, los ángeles guardianes, existen los demonios, quienes buscan perturbar mentes. Uno de ellos se topó con Emma la chica más joven de mi grupo, ellos pueden vernos, pero si llegan a tocarnos perdemos nuestra forma traslucida. ¡Me engañó! Aquel demonio de ojos azules me retó a propósito para que me acercará.
-¡Ni lo intentes! ¡Alejate de Ella!
-¿Qué es lo que dices?...
Estaba furiosa, llegue hasta él y éste me tomo del rostro, al instante y sobresaltada me hice hacia atrás, pero fue muy tarde. Mi cabello perdió aquel color dorado brillante, mi piel reluciente se opaco, vi mis manos, mis pies tocaban el frío asfalto y apenas vestía una túnica blanca. Esto no significaba que dejaba de ser un ángel, pero me tomaría tiempo purificarme y ganarme nuevamente la divinidad.
-¿Porque lo has hecho...?
-No pude recistirme ante tus ojos cafés...
Las personas comenzaron a ser más constantes y ahora también me veían, y parecía una extraña vestida así. El demonio no parecía tanto para sus ojos. Me cubrió con su chaqueta negra de cuero y me ofreció ayuda.
-Si, es mi culpa, ¿Puedo hacer algo?...
-No volveré a mi forma por un tiempo, alejarte de la chica...
-Ella no me importa, ahora tu no tienes a donde ir y no puedes caminar por las calles así... tendrás que venir conmigo.
-No necesito nada de ti, vete...
Estaba empecinado, me tomo de la muñeca y me llevo a rastras, quizá tres metros, después de eso me soltó, vio la palma de su mano, salía humo. Él era obscuridad y yo luz. En mi piel estaban marcados los dedos del tipo. No podíamos estar juntos. El instinto de guardia fluyo en mi y corri a verlo.
-¿Estás bien? ¿Dejame ver?...
-No es nada, ahora ya estamos a mano...
Aún no sabía lo que había pasado, si en ese momento él hubiera hablado.
-Ahora más que antes tienes que venir conmigo, no voy a dejarte aquí...
Caminamos a la par, separados, a unos metros nos detuvimos y entramos a una tienda. Vio mis pies descalzos y lo primero que pidió fue un par de zapatos.
-Siéntate y pruevatelos...
No entendía por qué actuaba así siendo un demonio, incluso su aspecto parecía más al de un ángel. Al ver que no hacía lo que me pidió me dio un empujón en el hombro y caí sentada sobre el sillón, se arrodilló y él puso los zapatos en mis pies; alzó la vista preguntándome si estaban bien, yo estaba pérdida en sus ojos azules, cubiertos por un flequillo de su cabello lacio y castaño. Acerqué la mano y le ajuste el peinado, él se sorprendió pero al final soltó una sonrisa ladiada.
-Gracias, son bonitos y me quedan bien...
-Afuera hace frío, necesitas un suéter...
Él escogió la ropa, los pantalones me parecían incómodos, pero podía acostumbrarme, el suéter de lana era tan cálido y suave que no podría quitarmelo nunca. Todo era de color blanco y me sentaba bien.
-Ya estás aquí, necesitas probar muchas cosas...
No respondo pero lo seguí, fuimos a muchos lugares, comimos diferentes alimentos, sonreía, se sentía bien. No podía dejar de verlo, era tan diferente a mi, pero me estaba enseñando cosas que no sabía que me podían gustar. La noche llegó y viendo las estrellas le pregunté por que hacía todo.
-Eres diferente a mí y me gusta, tú eres blanco y yo soy negro, es la prueba que se puede convivir agradablemente entre ambos mundos...
-Cierto... quiero probarlo todo... no se cuantos días tenga que estar así...
Apenas termine la frase él tomo mi rostro con una mano y acercó sus labios a los míos, sólo había visto eso entre humanos. Fue corto el tiempo pero interesante y bello.
-Mi corazón, late rápido- Exclame.
-Jee... tienes que saber algo, hay muchas cosas por probar, por hacer, pero si estás a mi lado no podrás regresar a tu forma original... lo que sucedió en la mañana... tu luz puede destruirme y yo... puedo acabar contigo si estamos cerca...