Entre Letras y canciones

"Talking to the moon" Fi Hagat

La escuela había terminado, era un día lluvioso y yo me había pasado viendo al chico que me gustaba sin prestar atención a los profesores. 

    Victor, con el cabello negro azabache y sus hermosos rizos que de vez en cuando cubren su rostro. Sus ojos tristes y esa bonita sonrisa. Tan cerca de él pero a años luz de siquiera poder decirle hola. 

     A la salida del instituto abrí el paraguas y esperaba a poder cruzar, cuando sentí como una mano más grande que la mía sostuvo la sombrilla y la elevo adecuandola a su altura. Vi aquella figura alta y delgada, y sobre todo vi esa melena rizada que solo solté y vi como se llevaba no solo el paraguas, si no una parte de mi en aquel suspiro profundo que di. 

 

-¡Lo siento! ¡No puedo dejar que mi guitarra se moje! ¡Te lo devolveré mañana! 

 

     No pude decir nada. Ese día paso, el siguiente y el otro, dentro del salón él ni me veía, de seguro me olvido y al paraguas también. Llego el viernes y los cielos parecían abrirse. No podía llegar tarde a la parada de autobús o debía esperar más. Corrí hasta la salida y esperaba como siempre al cambio de luz para pasar, alguien pasó corriendo a mi lado sin mucha precaución. Al otro lado gritaban y no creí se dirigieron a mi, hasta que oí paraguas.

 

-¡Oye! ¡Olvide tu paraguas! ¡Te piensas quedar ahí! 

 

    Me quedé estaciada y solo vi como Víctor volvía a cruzar y se acercaba a mi. Al llegar con su brazo cubrió mi cabeza y me volvió a preguntar si me quedaría ahí.

 

-La lluvia esta muy fuerte, hay que correr a la parada del bus...

 

    Con una sonrisa en su rostro me tomo de la mano y corrimos hasta la parada, estábamos ahí, sacudimos un poco el agua de nuestra ropa, y mientras estaba distraída con la manga de su suéter limpio de mi rostro el exceso de agua. Mi corazón se detuvo por algunos momentos estaba siendo un día increíble. Apenado luego de un momento bajo la mano y atendió su propia cara en eso vi el paraguas en el bolsillo lateral de su mochila, lo saque de ahí y lo cuestione. 

 

-Si lo traías... 

Rascándose la cabeza y con una sonrisa me respondió   -Es que soy muy tonto y no sabía como acercarme a ti...-

 

    Esto no podía terminar mejor. 



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En el texto hay: desamor, amor, personajes ficticios

Editado: 04.01.2024

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