Conversaciones en el hogar

Capítulo 7

El fin de semana llegó, y Kevin decidió que era el momento perfecto para visitar a su madre después de haberla dejado sola por tanto tiempo. Había estado pensando en ella durante toda la semana, especialmente después del encuentro tan intenso que había tenido con Clara en la biblioteca hace unos días.

Su madre siempre había sido su confidente más fiel, la persona a la que acudía cuando necesitaba claridad en momentos de confusión y hasta el momento, jamás se había arrepentido de hacerlo. Ella siempre sabia que decir y lo aconsejaba de manera consiente para que pudiera despejar su mente.

Al llegar a la casa de su madre fue recibido con un cálido abrazo por parte de ella, la cual lo hizo pasar de inmediato al estar contenta con su visita. Al entrar la casa olía a galletas recién horneadas, y el ambiente era acogedor tal cual lo recordaba. Su madre, una mujer de espíritu fuerte y sabiduría profunda, lo miró con una sonrisa sabiendo en secreto que algo perturba la tranquilidad de su hijo.

— ¡Kevin! Me alegra verte, hijo ¿Cómo va todo en la escuela? ¿Qué tal los estudiantes de este año? — preguntó, mientras se sentaban en la cocina con una taza de café en sus manos.

—Todo va bien madre, pero hay algo de lo que necesito hablar contigo. Es algo que antes no me había pasado y me siento muy agobiado por el tema —respondió él, sintiéndose un poco nervioso. Sabía que su madre podía leerlo como un libro abierto y estaba seguro que en esos momentos ya sospechaba algo.

— ¿Qué sucede, cariño? — preguntó ella, inclinándose hacia él con interés – Sabes que a mí puedes contarme lo que sea.

Kevin tomó un respiro profundo antes de hablar, buscando las palabras adecuadas para no espantar a su madre. No era fácil hablar de sus sentimientos, especialmente cuando se trataba de una estudiante de 19 años que era unos años menos que él.

— Hay una chica en mi clase, se llama Clara. Es una joven brillante, apasionada por la literatura, le encanta lo que hace y... —hizo una pausa, sintiendo que su corazón latía más rápido al acordarse de ella — El problema es que siento que hay una conexión especial entre nosotros y eso me angustia. Sabes que en la escuela no están permitidas las relaciones de estudiantes y profesores, pero pensar en ella me hace sentir diferente.

Al decir eso su madre lo miró con atención sin interrumpir hasta que terminara de hablar. Tanto así que Kevin continuó sin parar, recordando el momento en la biblioteca y su piel se erizó por completo.

—La semana pasada tuvimos un encuentro bastante cercano en la biblioteca. Hablamos sobre García Márquez, su escritor favorito y la tensión entre nosotros fue demasiado palpable. Casi... casi nos besamos, pero afortunadamente no pasó algo de lo que pudiéramos arrepentirnos —dijo totalmente sincero sintiendo que el peso de sus palabras lo abrumaba.

— Eso suena intenso, Kevin — dijo su madre respondiendo con una mezcla de sorpresa y comprensión — ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cómo crees que te hubieses sentido si ese beso hubiese pasado entre ustedes olvidando el tema de que eres su profesor?

— Ni siquiera sé qué pensar, madre. Por un lado me siento atraído por ella con solo verla o pensar en su sonrisa, y admiro su pasión. Sin embargo, por otro lado sé que es mi alumna y una relación entre los dos está totalmente prohibida. No quiero cruzar una línea que no debería olvidar y menos cuando Clara tiene un mundo por delante — dijo él mientras pasaba sus manos por su cabello totalmente frustrado.

Su madre lo observó con cariño, comprendiendo la complejidad de la situación. Después de un momento de reflexión, supo que decirle a su hijo para que dejara de sentirse tan agobiado.

— ¿Sabes Kevin? A veces, las conexiones más profundas pueden ser complicadas para cualquier tipo de persona, pero también es importante recordar tu responsabilidad como profesor. Clara es joven y está en una etapa de su vida en la que está descubriendo quién es. Tienes que ser un modelo a seguir para ella y dejar que ella descubra su propio camino. si es cierto que tienen la edad suficiente para poder estar con un hombre de 23 años como tú, pero en el fondo puede que esa niña solamente esté buscando experimentar.

—Lo sé, y eso es lo que me preocupa, que las cosas se salgan de control. No quiero que ella se sienta confundida o herida por mi culpa, pero no puedo evitar lo que siento cuando la veo. Esto es más intenso que yo y se me escapa del pecho — dijo Kevin sintiéndose vulnerable al compartir sus emociones.

— Es natural sentir atracción por ella, es una chica joven y seguramente muy hermosa, pero también es fundamental establecer límites. Tal vez deberías hablar con ella y decirle que sería mejor mantener la distancia, pero desde un lugar con mucho respeto. Asegúrate de que sepa que valoras su talento como profesor y su pasión por la literatura sin que eso se convierta en algo más —sugirió su madre con sabiduría, pero en el fondo sabía que su hijo era demasiado apasionado como para dejarlo pasar todo tan fácilmente.

Kevin asintió, sintiendo que su madre oodría tener razón razón o al menos eso quiso pensar él. Era importante que Clara supiera que él estaba allí para apoyarla, pero que también había límites que debían respetarse. La dejaría que ella buscara su propio camino sin presionarla o imponerle que lo quieras solo a él.

— Gracias, mamá. Siempre sabes qué decir — dijo sintiéndose un poco más aliviado.

— Recuerda, Kevin, que la vida está llena de decisiones difíciles. Lo importante es actuar con integridad y ser honesto contigo mismo y con los demás. Nunca dejes que la decisión incorrecta nuble tu mente y cambie tu vida.

La conversación con su madre le dio a Kevin una nueva perspectiva. Sabía que debía ser cuidadoso y que su relación con Clara debía basarse en el respeto mutuo. Así que a medida que la tarde avanzaba se sintió más decidido a manejar la situación con madurez y consideración, dejando solo que el tiempo se ocupe de todo.