Búsqueda infructuosa

Capítulo 12

La mañana transcurrió lentamente, aunque demasiado rápido para Clara. Desde que se despertó esta mañana había sentido una mezcla de determinación y nerviosismo por la nueva decisión de su corazón. Había decidido que era el momento de ser honesta con Kevin sobre sus sentimientos y le diría todo lo que él le hacía sentir como mujer.

Después de las conversaciones con sus amigas, se dio cuenta de que no podía seguir ocultando lo que sentía. Sin embargo, a medida que avanzaba el día se dio cuenta de que no encontraba a Kevin y al parecer confesarse no sería tan fácil como había pensado.

Durante el recreo Clara lo buscó en cada rincón de la escuela sin tener suerte y por último se dirigió a la sala de profesores, pero no lo encontró. Luego, se acercó a la biblioteca donde a menudo se quedaba a trabajar, pero tampoco estaba allí y la ansiedad comenzó a apoderarse de ella ¿Y si no podía hablar con él antes de que el día terminara? Ella no se sentía con el valor suficiente para buscarlo al día siguiente día si hoy las cosas no salían como ella lo esperaba.

Finalmente llegó la hora de salida y Clara se sintió frustrada, pero aún así, tenía la esperanza de que podría encontrarlo antes de que se fuera a casa. Fue ahí que mientras caminaba hacia la salida su corazón latía con fuerza dentro de su pecho, ya sabía que debía ser valiente y expresar lo que sentía. Sin embargo, al no encontrar a Kevin por ningún lado la incertidumbre la mantenía en velo, creyendo que este no quería verla después de lo de ayer.

Al salir del edificio su mirada se detuvo en un grupo de profesores que conversaban cerca de la entrada y entre ellos, vio a Kevin de pie junto a la profesora de gimnasia, la Sra. López. Una mujer sumamente atractiva y con exelentes curvas, lo que hizo que de inmediato Clara sintiera un nudo en el estómago al verlos tan juntos. Kevin sonreía con esa sonrisa que a ella le robaba el aliento y parecía estar disfrutando de la conversación, además, la Sra. López se reía de algo que él había dicho y hasta parecía sonrojada.

Clara sintió que una punzada de celos la atravesaba el cuerpo y es que no podía evitarlo; la imagen de Kevin riendo con otra mujer la incomodaba de mala manera. Ella se sintió tonta por esos celos aún cuando no eran nada oficialmente, pero no podía ignorar la sensación de que tal vez había algo más entre ellos. La Sra. López era una mujer atractiva además de carismática y Clara se preguntó si Kevin podría estar interesado en esa mujer que parecía tenerlo todo.

Mientras se acercaba a ellos Clara se sintió atrapada entre la necesidad de hablar con Kevin y la inseguridad que la invadía al ver a aquella mujer ¿Qué pasaría si él estaba más interesado en la Sra. López que en ella? La idea la hizo dudar.

Decidió que no podía dejar que esos pensamientos la detuvieran o no sería capaz de hacer. Así que con paso firme se acercó al grupo, sintiendo que su corazón latía con fuerza, pero lo haría.

Cuando Kevin la vio su sonrisa se amplió aún más, y Clara sintió que su nerviosismo aumentaba. Ella no sabía como iba a conectar sus ideas ahora que él le había sonreído y sentía que si decía algo solo cosas incoherente saldrían de su boca.

— ¡Clara! — dijo Kevin saludándola con entusiasmo — ¿Cómo te ha ido el día?

— Hola, profesor — respondió ella tratando de mantener la voz firme delante de los demás — Perdón que lo moleste, pero estaba buscándolo. Necesito hablar con usted y es algo importante sobre mi trabajo de literatura.

La Sra. López sonrió de manera forzada al escuchar las palabras de Clara y sin más remedio se despidió de él dejándolos a solas al igual que los demás profesores. Clara sintió un alivio momentáneo al verla marcharse, pero la tensión seguía presente y más sus celos.

— ¿Todo está bien? — preguntó Kevin notando que Clara parecía un poco enojada.

— Sí, estoy bien, es solo quería hablar contigo sobre algo importante — dijo Clara, sintiendo que su corazón latía con fuerza — Sin embargo, lamento haber interrumpido tu conversación con la profesora de gimnasia. Ambos parecían muy íntimos.

Kevin frunció el ceño notando el cambio en su tono y se pregunto el porque de tan repentino cambio. Clara siempre había mantenido un tono cálido al dirigirse a los demás, pero ahora eso había cambiado.

— No somos íntimo, solo estábamos hablando sobre el próximo evento deportivo. No es nada serio como seguramente te estás imaginando — dijo él con una sonrisa intentando tranquilizarla —b¿Qué querías decirme? Por tus ojos veo que de verdad es algo que no puede esperar.

Clara sintió que la inseguridad la invadía nuevamente. La imagen de Kevin riendo con la Sra. López seguía presente en su mente y no quería que eso interfiriera en lo que estaba a punto de decir.

— Kevin, yo quería decirte que... —comenzó, pero las palabras se atascaban en su garganta. La presión del momento la abrumaba.

Kevin la miró con atención y Clara sintió que su corazón se aceleraba. Sabía que debía ser valiente, pero la duda la mantenía en un estado de confusión.

— Clara, si hay algo que te preocupa, puedes decírmelo. La conversación que tuvimos ayer fue muy importante para mí y creo que también lo fue para ti — dijo Kevin y su voz suave, pero comprensiva.

Ella respiró hondo, sintiendo que el momento se desvanecía y solo eran ellos dos en ese pequeño instante.

— Es solo que... —dijo, sintiendo que la vulnerabilidad la invadía — Quiero hablar sobre nosotros, pero no sé como hacerlo. Quiero decirte tantas cosas, pero las palabras se atascan mi garganta.

Kevin la miró fijamente y en sus ojos había una mezcla de sorpresa y comprensión. Clara sintió que el tiempo se detenía, y en ese instante, supo que debía ser honesta.

—Quiero que sepas que me importas, Kevin y me gustas demaciado —dijo finalmente, sintiendo que la sinceridad la liberaba— Llevo todo el día buscandote para decírtelo y cuando te encuentro estar aquí muy sonriente con esa mujer ¿Dime si de verdad sientes algo por mí o si tan siquiera tengo una esperanza contigo?