La revelación

Capítulo 14

Clara llegó a casa con una sonrisa radiante en su rostro. Su corazón aún latía con fuerza por el beso que había compartido con Kevin en el parque. Era como si todo lo que había sentido en las últimas semanas finalmente hubiera cobrado sentido. La emoción la invadía y no podía esperar para compartirlo con sus amigas.

Tan pronto como entró a su habitación sacó su teléfono y abrió su WhatsApp. Creó un grupo de chat con Valeria, Ana y Sofía, y comenzó a escribir todo lo que guardaba en su corazón.

— ¡Chicas! No van a creer lo que acaba de pasar. Estoy que no puedo contener la felicidad — escribió sintiendo que la adrenalina corría por sus venas rápidamente.

En cuestión de segundos el grupo comenzó a llenarse de mensajes y todas se saludaron.

— ¿Qué pasó Clara? ¡Cuéntanos! —respondió Valeria ansiosa.

— ¡Tuve mi primer beso! — escribió Clara en letras grandes sintiendo que su corazón se aceleraba aún más.

— ¡No puede ser! ¿Con quién? —preguntó Ana, emocionada.

— Con Kevin, tuve mi primer beso con él y fue fantástico — respondió Clara sintiendo que la emoción la invadía de nuevo al recordarlo.

Las respuestas llegaron rápidamente llenas de emojis y exclamaciones de sorpresas

— ¡OMG! ¡Eso es increíble! ¿Qué fue lo que sentiste? — escribió Valeria.

— Tienes que contarnos todos los detalles. No puedes dejarnos con la duda — agregó Ana.

Clara comenzó a narrarles cómo había sido el momento, desde la tensión en el aire hasta el beso que había sellado su conexión. Sin embargo, mientras ella hablaba, su madre que estaba en la sala escuchó las risas y la emoción de Clara. La curiosidad la llevó a acercarse a la puerta de la habitación de su hija y entró de un momento a otro.

— ¿De qué se ríe tanto mi niña hermosa? — preguntó su madre, sonriendo mientras se recostaba en el marco de la puerta.

Clara al ver a su madre entrar se sintió un poco nerviosa, pero la emoción seguía presente y está lo notó. Ella no sabía si era buena idea contarle lo sucedido, pero sentía que algo debía decirle.

— Mamá, hay algo importante que quiero hablar contigo. Siento que ya es el momento y espero que de verdad me puedas comprenderme — dijo Clara, tratando de contener su entusiasmo.

—¿Qué sucede, cariño? Sabes que puedes decirme lo que sea — dijo su madre sentándose en la cama junto a ella.

Clara miró su chat teléfono donde las chicas seguían enviando mensajes y luego se volvió hacia su madre para contarle lo sucedido esperando que esa fuera la mejor idea.

— ¡Mamá! Hoy tuve mi primer beso —dijo sintiendo que su corazón latía con fuerza.

La expresión de su madre cambió de curiosidad a sorpresa, ya que no espero que esas fueran las palabras que le diría a su hija. Sabía que en algún momento esto pasaría, pero todavía no estaba preparada para ver a su bebé crecer aunque ya tuviera 19 años y fuera toda una mujer.

—¿En serio cariño? ¿Con quién? ¿Qué fue lo que sentiste? — preguntó en un tono ahora más curioso.

— Se llama Kevin y es mi profesor de literatura — respondió Clara sintiendo que la emoción se mezclaba con un poco de nerviosismo.

De inmediato al escuchar eso su madre frunció el ceño y Clara pudo ver que estaba procesando la información. No era normal que su hija le dijera que su primer beso había sido con su profesor de literatura, pero tampoco era algo imposible sobre todo porque no había ningún delito. Clara tenía la edad suficiente aunque a veces la tratara como una niña pequeña, así que solo necesitaba mantener la calma para poder aconsejar bien a su hija.

— Clara, eso es... —comenzó a decirme su madre, pero se detuvo buscando las palabras adecuadas— ¿Estás segura de que eso fue lo correcto? ¿Acaso tú profesor te ha obligado a hacerlo?

Clara sintió que su corazón se hundía un poco tras esas preguntas. Sabía que su madre podría hacerla, pero no quería que eso arruinara su momento feliz y mucho menos que pensara mal de Kevin.

— Mamá, tengo 19 años y nadie me ha obligado a nada. Sé que es complicado de entender porque una de las reglas de la escuela es que los profesores no deben de mantener relaciones con sus estudiante, pero en este caso hay algo real entre nosotros — dijo Clara, sintiendo que la determinación la invadía — No puedo ignorar lo que siento y Kevin desde que nos conocimos se ha comportado como todo un caballero conmigo. He sido yo la que se ha confesado y afortunadamente él siente lo mismo por mí.

Su madre la miró con sorpresa, pero Clara sintió que debía ser honesta. Aún su madre no estaba convencida del todo con sus palabras, pero el brillo en la mirada de su hija no dejaba que perdiera la cabeza.

— Entiendo que esto puede parecer extraño, pero él es solamente cuatro años mayor que yo. Kevin siempre me dice en todo momento a cumplir mis metas, ya que confia en mi y sabe que lograré grandes cosas. Yo sé que esto no será fácil para ninguno de los dos si nos descubren, pero estoy dispuesta a afrontar la situación si eso llega a suceder – dijo Clara tratando de transmitir la sinceridad de sus sentimientos.

— Clara, hija, solo quiero que tengas mucho cuidado si estás dispuesta a hacer esto. Las relaciones entre profesores y estudiantes pueden ser complicadas, lo peor es que él puede perder su trabajo —dijo su madre con una voz lleno de amor y preocupación.

Clara asintió, sintiendo que su madre tenía razón. Sin embargo, también sabía que no podía dejar que el miedo la detuviera. Mucho menos ahora que había besado a Kevin y lo sentía tan suyo.

— Lo sé, mamá, pero quiero explorar esto — dijo Clara, sintiendo que su voz se llenaba de determinación — No quiero que me veas solo como una niña a la que debes proteger. Yo estoy consciente de lo que estoy haciendo y quiero descubrir que se siente mal por primera vez aunque sea peligroso.

Su madre suspiró y Clara pudo ver la lucha en su rostro al no saber si estaba haciendo lo correcto al permitirle a su hija esa locura. No obstante, finalmente su madre sonrió, aunque con un toque de preocupación le dijo unas últimas palabras.