Capítulo 24
Kevin conducía de regreso hacia su casa sintiéndose agotado después de un largo día en la escuela. La tensión con Rayan y la preocupación por Clara habían consumido gran parte de su energía y solo quería llegar a casa para relajarse y pensar en lo que había sucedido. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de entrar a su departamento su teléfono sonó. Era su madre, la misma que desde hace unos días estaba extraña y ahora reaparece como si nada.
—.Hola, mamá —.dijo Kevin, sintiendo que la curiosidad lo invadía tras la llamada de su madre.
—.Hola, cariño ¿Cómo estás? ¿Podrías venir a casa? Hay algo importante de lo que quiero hablar contigo y tiene que ser hoy — dijo su madre en un tono serio que preocupó bastante a Kevin.
Kevin frunció el ceño sintiendo que algo no estaba bien y olvidándose de su propio cansancio decidió ir.
— Está bien, mamá, ya estoy en camino —respondió, sintiendo que la inquietud comenzaba a crecer en su interior.
Al llegar a la casa de su madre lo hizo en tiempo récord, pero notó que el ambiente era diferente a las veces anteriores que había ido. La puerta estaba entreabierta y al entrar, se encontró con la desagradable sorpresa de ver a Alejandra, su exnovia, sentada en el sofá junto a su madre.
Su corazón se hundió al verla ahí sentada como si nada. No había tenido noticias de ella desde que terminaron por su egoísmo y no estaba preparado para enfrentarla. Es más, ni siquiera quería volver a verla y había creído habérselo dejado bien claro a su madre la última vez que esta intentó hablar de Alejandra.
—Hola, Kevin —dijo Alejandra sonriendo y queriendo ser coqueta, haciendo que a él se sintiera incómodo
—¿Qué haces aquí? ¿A qué has vuelto? — preguntó de mala manera sintiendo que la incomodidad lo invadía.
— Tu madre me invitó a cenar —respondió Alejandra, con un tono que intentaba sonar casual.— Dijo que quería que habláramos y nos pusiéramos al día después de tanto tiempo.
Kevin miró a su madre levantando una ceja y esta inmediatamente intento disimular frente a su hijo lo que había hecho.
— Hijo mío ¡Qué bueno que llegaste! —dijo su madre, ignorando la tensión en el aire—. Me encontré con Alejandra en el supermercado y le invité a la casa. Quería que todos estuviéramos juntos para hablar sobre algunas cosas y pensé que sería bueno que ustedes volvieran a verse.
Kevin sintió que la frustración comenzaba a acumularse en su cabeza. No quería estar allí, se sentía agotado y si fue a casa de su madre fue solamente porque se sintió preocupado. No obstante, al ver que su madre solo le había tendido una trampa, su humor cambió y no pensaba comportarse correctamente mientras Alejandra estuviera presente. Debía dejar en claro que no estaba de acuerdo con esto y lo haría de inmediato.
—Mamá ¿De qué se trata todo esto? —preguntó tratando de mantener la poca calma que le quedaba.
— Quería que hablaras con Alejandra, eso es todo. Creo que hay cosas que no se han resuelto entre ustedes y antes hacían una excelente pareja —dijo su madre, sonriendo de manera entusiasta— A veces, las relaciones pueden tener altibajos, y es importante darles otra oportunidad. Tú y Ale se veían tan bien juntos y además ambos son contemporáneos de la misma edad.
Kevin sintió que su estómago se retorcía al escuchar eso. No podía creer que su madre estuviera sugiriendo que él y Alejandra volvieran a estar juntos después de que ella se marchó sin mirar atrás dejándolo con el corazón destrozado. Su madre había sido testigo de lo que le costó superarla y ahora para Alejandra ya no había un lugar en su corazón.
— Mamá, ya no estoy con Alejandra y no voy a volver con ella jamás —dijo, sintiendo que la frustración se apoderaba de él — Estoy feliz con Clara y no pienso dejarla por una mujer que siempre mandó todo lo nuestro al diablo por irse tras otro tipo.
Alejandra lo miró con sorpresa al escuchar la rabia en sus palabras, y Kevin pudo ver la incomodidad en su rostro. Ya él no era el tímido chico que se quedaba callado ante los problemas, sino que ahora era todo un hombre dispuesto a luchar por lo que verdaderamente quería.
— ¿Clara? ¿Quién es Clara? — preguntó Alejandra con un tono lleno de desdén— ¿Sabes Kevin? No creo que esa mujer de la que hablas sea lo que realmente necesitas. Ya se que cometí un error, pero soy un ser humano como cualquier otro que pueda equivocarse y redimirse si le dan la oportunidad.
Kevin sintió que la ira comenzaba a burbujear dentro de él. Recuerda haberle suplicado a Alejandra que no lo dejara y esta simplemente lo ignoró, para luego irse dejándolo solo.
— No tienes ni idea de lo que necesito, Alejandra — dijo con voz firme sorprendiendo la bastante — Clara es diferente a ti y me hace muy feliz. No quiero volver a lo que teníamos, así que deja de venir a casa de mi madre para intentar manipularla y manipularme a mí. Tus juegos baratos ya no me afectan y dejaste de importarme hace mucho tiempo.
Su madre lo miró sorprendida por su respuesta. No podía creer que ese que hablara fuese su hijo y de inmediato intentó intervenir en la conversación.
— Kevin, solo quiero que consideres la posibilidad de una segunda oportunidad. Esa joven de la que hablas solo te traerá problemas en el futuro — dijo su madre, tratando de suavizar la situación — A veces, las cosas pueden cambiar y Alejandra ya te ha dicho que está arrepentida de lo que sucedió.
— No, mamá — interrumpió Kevin, sintiendo que la frustración lo invadía— No quiero que me presiones para que vuelva con Alejandra. Eso no va a pasar y ya te dije que Clara es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. pensé que lo entendías tras nuestra última conversación, pero ya veo que no.
Alejandra se cruzó de brazos, y Kevin pudo ver que estaba molesta. Una de las cosas malas que tiene su ex, es que no sabe controlar su temperamento.
— No entiendo por qué estás tan cerrado, solo me equivoqué —dijo ella y su tono era desafiante— Siempre hemos tenido una buena conexión y ahora mira nada más cómo me hablas.
Editado: 07.09.2025