Entre libros y susurros

Un Refugio en Clara

Capítulo 25

Kevin se sentía abrumado después de la incómoda visita de Alejandra a la casa de su madre y la presión de su madre ejercicio en él lo hizo sentirse un poco decepcionado. La idea de que su madre intentara forzarlo a volver con su ex lo había dejado frustrado y confundido, porque parecía que como si a esta no le importara todo lo que él había sufrido. Todo lo que Kevin quería era estar con Clara después de salir de ese lugar y necesitaba hablar con ella para contarle lo sucedido. No quería que existieran secretos entre ellos y algo le decía que el regreso de Alejandra lo complicaría todo. Desconocía hasta qué punto su madre había hablado con esa mujer o qué cosas la había contado sobre Clara. Él no he podido olvidar que Clara seguía siendo su alumna dentro de la escuela y aunque la madre de Clara estuviera de acuerdo en que salieran y tuvieran citas, aún así tenía que estar pendiente a cada detalle.

Con un solo pensamiento en su cabeza decidió llamarla, esperando que pudiera salir de su casa a verlo aunque fuera solo por unos minutos. Kevin marcó su número sintiendo que ella sería su refugio y, después de unos segundos, escuchó su dulce y delicada voz al otro lado de la línea.

— Hola, Kevin — dijo Clara sonando un poco sorprendida por su llamada — ¿Qué sucede?

— Hola, Clara ¿Podrías salir un momento por favor? Estoy frente a tu casa y necesito hablar contigo — dijo Kevin sintiendo que la urgencia en su voz era evidente.

— ¿Estás afuera? Pero... lo siento, no voy a puedo bajar ahora. Mi padre está en casa y no me deja salir — respondió Clara asomándose a su ventana y Kevin sintió que la decepción lo invadía.

— Está bien, no te preocupes — dijo Kevin, sintiendo que la frustración comenzaba a acumularse al no poder hablar con su amada — Solo quería verte y hablar contigo, pero no quiero que tengas problemas por mi culpa.

– ¡Espera! ¿Qué es lo que pasa? Siento que tú voz está triste y si no me cuentas no voy a poder dormir en toda la noche por la preocupación.

– No es nada bonita, son solo cosas mías. Ya si quieres mañana hablamos con más calma y te lo cuento todo.

– Por qué siento que me estás ocultando algo. Creí a ver te he dicho que podías contar conmigo para lo que fuera y contarme cualquier cosa que te perturbara.

– Lo sé y es lo que haré, pero será en otro momento. Ahora solo vuelve a la cama.

Después de colgar, Kevin sintió que no podía esperar hasta mañana. La necesidad de hablar con Clara era demasiado fuerte y por su cabeza surgió una ida al verla alejarse de su ventana. Este no podía contarle por teléfono lo que se le había ocurrido o de lo contrario esta se sentiría nerviosa y alguien podría descubrirlo. Fue ahí que con cuidado y sigilo se acercó al árbol que estaba justo al lado de su ventana en el segundo piso, para luego mirar hacia arriba con determinación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.