Tensión Familiar

Capítulo 31

Después de pasar un tiempo maravilloso con Clara en el salón de música, Kevin regresó a dar sus clases con una sonrisa en el rostro. La felicidad que sentía por su relación con Clara lo llenaba de energía, y estaba decidido a disfrutar de cada momento sin importar que el mundo se le viniera encima. Sin embargo, al llegar a casa luego de un largo día, se encontró con una escena que lo hizo sentir un nudo en el estómago.

Su madre estaba esperándolo fuera de su casa, con una expresión seria en el rostro que jamás antes había visto. Kevin sintió que la tensión en el aire era palpable y su corazón se hundió al pensar en lo que podría venir. Su madre después de lo de ayer no se quedaría tranquila, pero este había tomado la decisión de dejaré las cosas Muy claras para que no hubiesen problemas a futuro.

—Hola, mamá. —dijo Kevin, tratando de mantener la calma en todo momento — ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?

—Hola, Kevin. —respondió su madre con el mismo tono serio— Si estoy aquí es porque necesitamos hablar sobre lo que sucedió en casa el otro día. Te fuiste como un maleducado y las cosas no pueden quedarse así.

Kevin sintió que la incomodidad aumentaba y no podía creer que de verdad su madre había dicho eso. Sabía que su madre quería hablar sobre Alejandra y no estaba seguro de cómo manejar la situación si ella seguía insistiendo en esa absurda idea de que él regresará con su ex.

—¿Estás aquí para hablar sobre Alejandra? —preguntó, sintiendo que la frustración comenzaba a acumularse en su sistema — Si ese es el caso, desde ahora te digo que no quiero volver a hablar de eso, mamá. Alejandra es un tema cerrado en mi vida y solo te pido que lo entiendas.

Su madre lo miró con enojo, pero también con una determinación que lo inquietó. Ahí estaba esa faceta de su madre que detestaba y que desde hace muchos años no había vuelto a ver.

— Kevin, solo quiero que consideres la posibilidad de que tal vez deberías darle otra oportunidad — dijo su madre con su voz suave, pero firme — A veces las relaciones pueden tener altibajos y es importante no cerrarse a la idea de que las cosas pueden cambiar. Alejandra se equivocó, se fue con aquella persona, pero recapacitó y ahora está aquí por ti.

Kevin sintió que la ira comenzaba a burbujear dentro de él y ya no podía más.

—¿Por qué insistes en esto? ¿Cómo alguien que dice amarte de teja por un tipo con más dinero que tú solo porque eres un mediocre profesor? —preguntó, sintiendo que la frustración lo invadía— Ya no estoy con Alejandra. Estoy feliz con Clara y eso es lo que importa. Sabes que ella me dejó por ti no ser nadie y ahora muy convenientemente regresa diciendo que quiere una oportunidad.

Su madre frunció el ceño y Kevin pudo ver que su preocupación se transformaba en descontento. Ella no quería entender sus palabras y solamente estaba enfrascada en su propia idea de lo que ser feliz significa.

— No estoy diciendo que no debas estar con Clara, pero Alejandra fue una parte importante de tu vida —dijo su madre, tratando de mantener la calma— Solo quiero que pienses en lo que realmente te conviene esa joven no te traerá nada bueno en la vida. Si se enteran de su relación perderás tu trabajo como profesor y en ningún lugar van a querer contratarte.

— Lo que realmente quiero es estar con Clara y su madre sabe de nuestra relación — dijo Kevin, sintiendo que la determinación lo llenaba— Ella me hace feliz y no quiero que me presiones para volver a algo que ya no existe. Entiende que Alejandra ya fue y nunca más volveré con ella otra vez.

La discusión se intensificó, y Kevin sintió que la tristeza lo invadía. No quería pelear con su madre, lo detestaba, pero la insistencia en que volviera con Alejandra lo frustraba.

— Kevin, solo quiero lo mejor para ti. —dijo su madre con su voz llena de coraje – No quiero que te lastimen de nuevo y se que al lado de esa joven sufrirás mucho.

— Nadie va a lastimarme, mamá —respondió Kevin, sintiendo que la impotencia lo invadía — Estoy en una relación sana y feliz, nada que ver con lo que alguna vez tuve con Alejandra. No entiendo por qué no puedes aceptarlo y dejarme ser feliz con las decisiones que he tomado.

La tensión en el aire no disminuía y ambos se miraron en silencio por un largo rato, sintiendo el peso de la discusión que estaban teniendo. Kevin sintió que su corazón se rompía un poco al ver la decepción en los ojos de su madre por la decisión que había tomado al no aceptar lo que ella le estaba imponiendo.

— Solo quiero que seas feliz, pero sé que con esa tal Clara no lo serás — dijo su madre terminando de romper su corazón – Ya vendrás a darme la razón cuando todo explote o esa niña se enamore de un chico de su edad dejando atrás la fantasía que tiene contigo.

Kevin suspiró, sintiendo que la frustración se transformaba en tristeza porque lo último dicho por su madre podría ser una posibilidad. Sin embargo, si eso llegara a pasar lo afrontaría como el hombre que es y dejaría ir a Clara.

— Mamá, lo que quiero es estar con Clara ya te lo dije y te lo repito una vez más —dijo sintiendo que la determinación lo llenaba — No quiero que esto se convierta en un problema entre nosotros, pero no pienso dejarla.

Con eso Kevin se dio la vuelta y entró en la casa, sintiendo que la discusión lo había dejado emocionalmente agotado. No quería pelear con su madre, pero también sabía que debía defender lo que sentía por Clara. Le había prometido ser fuerte y luchar, así que lo cumpliría al pie de la letra.

Mientras Kevin se sentaba en su habitación sintió que la tristeza lo invadía. La relación con su madre era importante para él, pero no podía permitir que su pasado interfiriera en su futuro. Sabía que debía encontrar una manera de hacerle entender que su felicidad estaba con Clara, pero por el momento solamente dejaría que las cosas siguieran su camino hasta que su madre se encontrara más tranquila con intenciones de escucharlo.