Entre libros y susurros

Apoyo Fraternal

Capítulo 35

Clara llegó a casa con una sonrisa radiante después de su exitosa presentación sobre “Cien años de soledad”. Se sentía orgullosa de su trabajo y de la respuesta positiva que este había tenido en todo sus contactos. Al entrar en la casa, encontró a su madre en la cocina como siempre, preparando la cena y un delicioso aroma pero venía de ahí.

—¡Mamá! —exclamó Clara, acercándose a ella con felicidad— ¡Tuve un gran día! Todos elogiaron mi trabajo de literatura y me aplaudieron. Mis compañeros se sintieron identificados con mi trabajo y Kevin me dijo que estaba orgulloso de mí.

Su madre se volvió sonriendo al ver la alegría en el rostro de su hija, mientras escucha con atención cada una de sus palabras.

— ¡Eso es maravilloso, Clara! — dijo, abrazándola de inmediato — Sabía que lo harías bien. Siempre has tenido un talento especial para la escritura y tú pasión por la literatura te hace aún más grande.

Clara se sintió feliz de compartir su éxito con su madre y le platico sobre todo lo que había ocurrido. Así pasaron un rato más hablando sobre la presentación y los temas que había tocado, disfrutando de la conexión que compartían entre madre he hija.

Sin embargo, la conversación se interrumpió cuando su padre llegó a casa y al parecer venía de mal humor. Clara sintió un ligero nerviosismo al verlo, recordando la discusión que había tenido con él anteriormente. Desde ese entonces lo había querido enviar a toda todas, pero, aun así, decidió que era el momento adecuado para hablarle sobre su plan de salir con sus amigas. El debía saber si pretendía que la dejara salir y solo esperaba que no se negara.

— Papá ¿Puedo hablar contigo un momento? — preguntó Clara, acercándose a él bastante nerviosa.

Su padre la miró con el seño fruncido, un poco cansado después de un largo día de trabajo, pero aún así asintió. Dejándose caer en el sofá más cercano.

— Habla, Clara ¿Qué necesitas? — pregunto con un gesto serio.

— Quería pedirte permiso para salir con mis amigas a desayunar el sábado — dijo Clara rápidamente, sintiendo que la ansiedad la invadía — Será una cita de amigas, y me gustaría mucho ir. Me habías dicho que antes debía pedirte permiso y eso es justo lo que estoy haciendo.

Su padre la miró fijamente por unos segundos y Clara sintió que sus ojos podían atravesarla.

Sin embargo, luego de eso su padre frunció el ceño, y ella pudo ver que él no estaba contento con la idea.

—No creo que sea una buena idea, Clara —dijo su padre con un tono firme— No quiero que salgas sin supervisión así que es mejor que te quedes en casa. Tus amigas pueden hacer lo que les venga en gana, pero tú no.

Clara sintió que la frustración comenzaba a acumularse dentro de ella. No podía decirle a sus amigas que siempre si no asistiría a la cita y mucho menos podía dejar a Kevin esperando por ella. Se sentía enojada con su padre, ya que no era para nada justo las decisiones que estaba tomando sobre ella.

—Pero, papá, solo será un desayuno con amigas —insistió tratando de no perder la calma —No hay nada de malo en eso y tú solo te niegas sin conocerlas.

— No me hace falta conocerlas y ya dije que no vas —respondió su padre cruzando los brazos — Eres joven y no quiero que te expongas a situaciones que no puedes controlar. Además, todavía no se me olvida tu última salida sin mi consentimiento.

Clara sintió que la decepción la invadía, pero antes de que pudiera responder, Lucas, su hermano, entró en la sala y se dio cuenta de la tensión en el aire.

—¿Qué está pasando aquí? — preguntó Lucas, mirando a su hermana y luego a su padre.

— Clara quiere salir a desayunar con sus supuestos amigas, pero ya le he dicho que no y punto final —dijo su padre manteniendo su postura.

Lucas frunció el ceño al escuchar hablar a su padre, este siempre había sido muy duro con su hermana, peor sentía que debía intervenir. Ya Clara no era una niña y si no depositaba confianza en ella jamás sabría de los cambios que ha dado su vida.

—Papá, creo que deberías dejarla ir. —dijo Lucas con su voz firme—Clara es una chica muy responsable y sabe cómo cuidarse sola. No es como si estuviera saliendo a una fiesta donde lo único que hay es alcohol y si así fuera, tiene todo el derecho a divertirse.

Su padre lo miró sorprendido, la intervención de Lucas lo había dejado sin palabras, pero aún así no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

—No es solo eso, Lucas. —dijo su padre, tratando de mantener la calma – Tu hermana solo debería de estar pendiente a su casa porque para eso es mujer, bastante tiene que asiste a la escuela.

— Clara no solo es una mujer y ese comentario que hiciste está fuera de lugar. Ella aún es joven y ya es hora de que tenga su independencia —respondió Lucas, sintiendo que debía defender a su hermana a toda costa — Si no la dejas salir solo la harás sentir triste y jamás hará que te vea como un padre amoroso.

Clara miró a su hermano sintiendo una oleada de gratitud y de amor hacia su parte. Lucas siempre había sido su aliado en este momento y su apoyo la llenaba de esperanza.

—nPor favor, papá —dijo Clara, sintiendo que la determinación la invadía— Solo quiero pasar un buen rato con mis amigas. Prometo que estaré bien.

Su padre suspiró sintiendo la presión de la situación al saber que su hijo se había puesto en su contra. Lucas nunca había hecho eso, pero lo dejaría pasar por el momento. Este solo miró a Clara por unos segundos y luego volví a ver a Lucas hasta que finalmente, su expresión se suavizó un poco.

— Está bien, Clara —dijo su padre, aunque su tono seguía siendo cauteloso — Saldrás esta vez con tus amigas, solo esperemos que este voto de confianza no nos salga caro después.

Clara sintió que la alegría la invadía y poco le importo ese último comentario de su padre. Sin embargo, debían agradecerle para que este no cambiara de opinión con respecto a su salida.




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