Capítulo 40
Al día siguiente, Clara salió del aula después de una de sus clases, sintiéndose un poco cansada por su largo fin de semana, pero estaba emocionada por el día que le esperaba. Se dirigió a su casillero para guardar sus libros más pesados y prepararse para la siguiente clase, en la cual esperaba no quedarse dormida ya que no le gustaba para nada la materia de ciencias. No es que fuera mala en ella, pero tampoco era su asignatura favorita. Sin embargo, mientras organizaba sus cosas sintió que alguien se acercaba a paso rápido y un escalofrío recorrió su espalda al escuchar aquella voz.
—Mira nada más a quién tenemos aquí —dijo Rayan acercándose con una sonrisa arrogante — Me parece que esta vez no hay nadie que pueda defenderte y creo que me voy a divertir mucho contigo.
Clara sintió que la incomodidad la invadía, no había tenido problemas con Rayan desde la última vez, pero al parecer este no entendía que tenía que dejarla tranquila. Rayan había sido un compañero problemático desde el principio de conocerlo, y su actitud arrogante siempre la molestaba. Además, después de que se atrevió amenazarla lo quería bien lejos de ella, pero al parecer él no parecía captar las señales.
— No tengo nada que hablar contigo Rayan — respondió Clara, tratando de mantener la calma — Déjame en paz que necesito llegar a clases.
Rayan se burló de ella acercándose un poco más y Clara se sentía incómoda por la invasión a su espacio personal.
— Vamos, Clara. No puedes decirme que no te gustaría salir conmigo. Todas se mueren por mí y a ti que te doy la oportunidad de aprovecharte, simplemente te das el lujo de rechazarme creyéndote la gran cosa —dijo, con un tono burlón — Está vez no esta tu querido profesor para que salve tu honor y tampoco me importa mucho lo que diga ese imbécil.
Clara sintió que la frustración comenzaba a acumularse. No quería entrar en una discusión con él, pero su actitud era inaceptable. Rayan se pasaba de arrogante y pesado, haciendo que Clara estuviera a punto de perder la paciencia.
— Te he dicho que me dejes en paz —repitió Clara, sintiendo que su paciencia ya había llegado al límite.
Justo en ese momento cuando ella grito Valeria apareció en el pasillo de casualidad, notando la tensión en el aire entre esos dos. Sin embargo, al ver a Rayan acosando a Clara una vez más su instinto protector se activó y de inmediato se acercó a él para ponerlo en su sitio.
— ¡Hey, tú! — gritó Valeria, acercándose rápidamente — ¿Qué te crees, Rayan? ¡Apártate de inmediato! ¿Acaso no tienes nada mejor que hacer que molestar a mi amiga?
Rayan se giró hacia Valeria, sorprendido por su intervención, pero más sorprendido se quedó al ver la mirada de furia de ella, pero no lo demostró.
— Oh, miren nada más, la mejor amiga viene a salvar el día — dijo Rayan con desdén — ¿No puedes ver que Clara puede defenderse sola? Ambos estamos muy bien, gracias.
— Sí, mi amiga puede defenderse sola, pero una ayuda para patear tu trasero nunca está de más — respondió Valeria, cruzando los brazos después de haberlo alejado — Eres un idiota, y no tienes derecho a hablarle así invadiendo su espacio si ella no quiere.
Clara sintió una oleada de gratitud hacia Valeria porque de verdad ya no sabía que hacer. Su amiga siempre había estado a su lado cuando más la necesitaba, y en ese momento, su apoyo era justo lo que le hacía falta.
— Gracias, Valeria — dijo Clara, sintiéndose más segura — No sé por qué sigues molestándome Rayan. Ya te dije que no estoy interesada en ti y la próxima vez que vuelvas a intentar acosarme, te juro que tomaré medidas legales en tu contra para que me dejes en paz.
Rayan, sintiéndose acorralado por ambas chicas dio un paso atrás, pero no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente y eso era algo que tenían en su cabeza.
— No te preocupes, Clara — dijo, con una sonrisa burlona — Solo estoy tratando de abrirte los ojos para que veas que yo soy tu mejor opción, pero tú no quieres verlo.
Valeria se acercó más a Clara poniéndole una mano en el hombro y con voz de superioridad comenzó a bajarle el ego a Rayan.
— Tu no le hagas caso a este idiota —dijo Valeria mirándola con complicidad— Eres mucho mejor que eso y seguramente Rayan carece de habilidades. Cosa que a nosotras las mujeres no nos llaman la atención al tener todo tan minúsculo. Es que hasta su cerebro lo es porque veo que no sabe captar las indirectas.
Rayan sintiendo como su sangre hervía por lo que Valeria había dicho de él, finalmente se dio la vuelta y se alejó, murmurando algo entre dientes. Clara sintió que la tensión se desvanecía una vez Rayan estuvo lejos y una sonrisa se dibujó en su rostro al sentirse segura.
— Gracias por intervenir, ya no lo soporto — dijo Clara sintiéndose aliviada — No sé qué hubiera hecho si no hubieses aparecido.
— Siempre estaré aquí para ti, no te preocupes — respondió Valeria, sonriendo — No dejes que tipos como él te afecten y ya veremos como nos quitamos a rayando encima. Eres increíble tal como eres y ese idiota no puede hacerte sentir menos.
Clara asintió con total confianza, sintiendo que la amistad de Valeria era un verdadero refugio en momentos difíciles. Desde que se conocieron habían conectado perfectamente y en momentos como este era cuando de verdad se demostraba el poder de su amistad.
— Vamos mi futura cuñada, tenemos que ir a clase o el profesor nos echar a la bronca — dijo Valeria guiando a Clara hacia la siguiente puerta— Sin embargo, si Rayan vuelve a molestarte solo dímelo y yo le pateo el trasero. No dudaré en ponerlo en su lugar siempre que vuelva a molestar.
Ambas rieron mientras se dirigían a su siguiente clase, sintiéndose más fuertes y unidas que nunca. Clara sabía que, con amigas como Valeria a su lado podría enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Editado: 25.08.2025