Capítulo 47
Antes de que la pijamada comenzara oficialmente, Clara sintió que era importante hablar con Kevin sobre lo sucedido con Alejandra. Se sentó junto a él en el suelo, rodeada de sus amigas, y tomó aire para comenzar a contarle todo sin omitir detalles.
—Kevin, necesito que sepas lo que pasó hoy, es muy importante qué te mantengas tranquilo —dijo Clara, sintiendo que la seriedad del momento era necesaria— Como ya te había dicho nos encontramos con Alejandra la salida de la escuela y fue un encuentro muy desagradable.
Kevin frunció el ceño, su expresión había cambiado de alegre a preocupada en un instante.
—¿Qué pasó exactamente? ¿Qué cosas te dijo? —preguntó con su voz tensa.
Clara le explicó como Alejandra se había acercado a ella en la calle y la había amenazado diciéndole que se alejara de él porque era suyo. Las chicas intervinieron compartiendo lo que habían escuchado y dicho, pero también comentaron como Clara había manejado la situación con inteligencia. Ellas estaban orgullosas de que su amiga no se haya dejado intimidar, pero Kevin no podía creer hasta donde había sido capaz de llegar su ex.
—No puedo creer que haya hecho eso, es ridículo pensar que volvería con ella —dijo Kevin sintiéndose molesto— No voy a permitir que esa mujer venga a perturbar nuestra felicidad y cuanto antes le ponga un freno, mejor será para nosotros
Clara sintió un alivio al escuchar la determinación en la voz de Kevin. El estaba dispuesto a defender su relación con uñas y dientes, así como ella lo había defendido de esa mujer.
—Prometo que le pondré un alto a Alejandra. Ella no tiene derecho a amenazarte y no es nadie para querer hacerte sentir menos porque tú vales mucho, eres especial, lo supe desde el primer momento en que te vi—continuó él — No quiero que te sientas insegura por su culpa porque nada de lo que te diga será verdad. Tienes todo mi apoyo, y no dejaré que te afecte porque estamos juntos en esto.
Las chicas asintieron, sintiendo que la conversación había sido importante para todos. Lucas que estaba escuchando se sentía molesto por como esa loca había tratado a su hermana, pero se sentía orgullosa de su pequeña por haber sido tan valiente. Clara había defendido su relación como toda una leona y ahora contaba con él apoyo incondicional de Kevin. Ahora ella sonreía agradecida por la forma en que Kevin la defendía.
—Gracias, amor. —dijo Clara, sintiendo que su corazón se llenaba de confianza— Que me digas todo esto significa mucho para mí.
– Para eso estoy aquí, para defenderte. No voy a dejar que algo como esto vuela a pasar.
Después de esa conversación intensa el ambiente se volvió más ligero cuando Lucas comenzó a hacer algunos de sus chistes sin gracia. Las chicas viendo esto decidieron que era momento de empezar con la diversión o Lucas seguiría haciendo el tonto. Así que se acomodaron todos en el suelo, rodeadas de almohadas y manta para luego comenzaron a ver una película.
Mientras la película avanzaba, la habitación se llenó de risas y comentarios divertidos con respecto a cada escena de la película. Las chicas compartían las golosinas y habían desde palomitas hasta dulces, y la atmósfera era de pura alegría. Kevin se unió a las risas, disfrutando de la compañía de Clara mientras la envolvía en sus brazos y a cada rato le robaba un beso.
—¡No puedo creer que hayas hecho eso! —exclamó Valeria en medio de una escena divertida, haciendo que todos rieran aún más después de lanzarle una palomita a Kevin.
—Es que no podía quedarme sin hacer nada —dijo este riendo las volví a lanzar otra palomita — Tenía que defender a Clara de tus ataques de palomitas.
Clara se sintió feliz al ver a Kevin tan cómodo y divertido con sus amigas. De la nada había surgido una guerra de palomitas y todos se lanzaban hasta ver quién le daba a quién.
La noche se convirtió en una mezcla de risas, juegos y momentos entrañables como inolvidables. Cada vez que alguien hacía un comentario gracioso, el grupo estallaba en carcajadas o se pegaban almohadazos como en cualquier pijamada normal. Sin embargo, a medida que la noche avanzaba Clara se dio cuenta de que el tiempo pasaba rápidamente. Kevin había mirado su reloj para ver qué ya pasaba de la media noche y se dio cuenta de que era hora de regresar a casa.
—Chicas, ha sido una noche increíble. —dijo Kevin, sonriendo mientras se ponía de pie — Lamentablemente ya tengo que irme porque mañana me toca volver a ser vuestro profesor.
Clara sintió un nudo en el estómago al escuchar eso. No quería que la noche terminara tan rápido para no tener que despedirse, pero sabía que Kevin tenía que volver a su casa.
—Está bien, entendemos —dijo Clara con una sonrisa — Gracias por venir, Kevin. Me alegra que hayas estado aquí compartiendo con nosotros.
Kevin se acercó a ella y le dio un suave beso en los labios seguido de una suave caricia en la mejilla.
—Siempre estaré aquí para ti, Clara —dijo, mirándola a los ojos—. No dejes que Alejandra te afecte. Siempre has sido increíble y te quiero tal cual eres.
Clara sonrió, sintiendo que su corazón se llenaba de calidez, luego mientras Kevin se despedía de las chicas ellas le agradecieron por unirse a la pijamada y por el increíble momento.
— ¡Cuídate de esa loca cuñado! —gritó Ana, mientras él se dirigían hacia la puerta, ya que ahora no tendría que salir por la ventana.
—Lo haré, lo prometo —respondió Kevin sonriendo antes de salir sabiendo que se referían a Alejandra.
Una vez que Kevin se había ido en su coche Clara se sintió un poco melancólica, pero también estaba agradecida por la noche que habían compartido. Las chicas se acomodaron nuevamente en el suelo, listas para continuar con la diversión por dónde la habían dejado.
—¿Qué les parece si vemos otra película antes de dormir? —sugirió Sofía sintiéndose animada.
—¡Sí! —respondieron todas al unísono y hasta Lucas se sumó, sintiendo que la noche aún tenía mucho que ofrecer.
Editado: 25.08.2025