Capítulo 49
Kevin llegó a la escuela con la mente aún agitada por la discusión que había tenido con su madre y no podía dejarse de sentir mal por eso porque en el fondo ella era la persona que le había dado la vida. Sin embargo, no por eso debía permitir que destruyera su felicidad solo por un mero capricho sin fundamento alguno.
Mientras caminaba por los pasillos para llegar a su salón, recordó que su primer turno del día era con el grupo de Clara. La idea de verla le dio un pequeño impulso de energía, pero al entrar al aula, se dio cuenta de que no podía concentrarse. Sus pensamientos estaban enredados entre la preocupación por Clara y la frustración que sentía con su madre. Era imposible pensar en otra cosa, pero aún así, debía dar su mejor esfuerzo para que sus problemas no fueran un incordio.
Durante la clase Kevin se sentó en su escritorio completamente distraído, mirando hacia el frente, pero sin realmente prestar atención a lo que hacía. Las palabras del profesor se desvanecían en el aire, y su mente divagaba haciendo que sus alumnos notarán que algo estaba pasando. A pesar de que normalmente disfrutaba de las clases y de sus dinámicas, hoy todo parecía ser diferente. La inquietud lo mantenía en otro mundo lejos de la realidad.
Clara, que estaba sentada un par de filas delante de él notó que Kevin no estaba en su mejor momento y no pudo evitar preocuparse por él. Su expresión era seria y distante y eso la preocupó al recordar la conversación que tuvieron la noche. Sabía que algo no estaba bien, así que decidió esperar hasta que el salón estuviera vacío para acercarse a él. Temía que su estado se debiera a que discutió con su ex y esta le haya dicho algo que drenó sus energías por completo.
Cuando la campana por fin sonó indicando el final de la clase, los estudiantes comenzaron a salir uno a uno el salón comenzó a quedarse vacío. Clara se quedó atrás, asegurándose de que el aula estuviera sola antes de acercarse a Kevin y sus amigas antes de irse le habían dicho que la cubrían.
Muy despacio se acercó a su novio para no espantarlo, ya que al parecer este ni siquiera había anotado que la campana había sonado. Por lo que con voz suave y delicada comenzó a hablarle, logrando así llamar su atención.
— Kevin ¿Puedo hablar contigo? — preguntó Clara con su voz suave, pero firme.
Kevin se giró hacia ella inmediato y al ver su rostro sintió que una parte de su tensión se desvanecía.
— Por supuesto, hermosa —respondió tratando de sonreír, aunque no pudo ocultar la preocupación en sus ojos.
Una vez que la puerta del aula estuvo cerrada con seguro, Clara se acercó a él y sin pensarlo dos veces, lo abrazó con fuerza. Kevin se sorprendió al principio por la acción, pero luego se dejó llevar por el cálido abrazo sintiendo que la calidez de Clara lo reconfortaba. No sé había dado cuenta que ese abrazo era justo lo que necesitaba hasta ese momento.
—Lo siento, mi vida — dijo Clara con su voz un poco temblorosa – Te he notado completamente distraído y triste desde que llegaste. Siento que soy la culpable de tu estado de ánimo por haberte contado lo que sucedió ayer.
Kevin la miró al separarse rápidamente del abrazo, sintiendo que su corazón se llenaba de gratitud por su apoyo. Clara era la chica más transparente que jamás había conocido y su corazón tan grande tiene tanto amor que no le cabe en el pecho.
— No es tu culpa lo que me está pasando bonita — dijo, sintiendo que la tensión comenzaba a desvanecerse — Solo estaba frustrado por algo que sucedió esta mañana. Mi madre a sido quien le ha dicho a Alejandra donde encontrarme y esa desquiciada se aprovechó de la situación para hacerte sentir mal. Fui a reclamarle y a pedirle que no siguiera haciendo esas cosas, ya que al parecer mi madre no entiende lo que está en juego aquí.
Clara se sorprendió al escuchar que su amado había discutido con su madre por lo sucedido y no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. No se suponía que las cosas sucedieran de esta manera y mucho menos quería ser la causante de peleas entre él y su madre
—¿Qué pasó exactamente? —preguntó, preocupada — ¿Por qué discutiste con ella? ¿Qué te dijo?
Kevin suspiró completamente agotado, sintiendo que necesitaba desahogarse y quién mejor que su novia para escucharlo.
– Como ya te dije lo reclamé por haberle dado información a Alejandra. Supuestamente Alejandra solamente había ido a pedirle la dirección para hablar conmigo de algo importante y no para venir a amenazarte. Ella jura que no sabía de las dobles intenciones de esa loca, pero aún así yo no quiero que nadie te haga daño y menos alguien como Alejandra.
Clara asintió, comprendiendo la fin la frustración de Kevin y ahora comprendía porque se había pasado todo el turno estando en las nubes.
— Entiendo, mi amor — dijo, sintiéndose aliviada de que él estuviera dispuesto a hablar sobre sus sentimientos — Yo no quiero que esto afecte nuestra relación. Estoy aquí para ti, y juntos podemos enfrentar cualquier cosa. Ya verás que con el tiempo tu madre entenderá que está haciendo mal las cosas y ella sola vendrá a pedirte disculpas para que juntos, retomen su relación de madre e hijo.
Kevin no pudo evitar contagiarse de la madurez de su novia y de inmediato volvió a abrazarla para después depositar un tierno beso sobre sus labios.
—Gracias, bonita —dijo, sintiendo que su corazón se llenaba de calidez— Eres increíble. No sé qué haría sin ti. Llegaste para ponerle orden a mi vida y no quiero perderte.
— No me vas a perder, pero vamos a hacer un plan — sugirió Clara, sintiéndose decidida — ¿Qué te parece si ambos hablamos de frente con Alejandra y le dejamos las cosas bien claras? No podemos permitir que ella nos afecte y creo que enfrentarla primero sería nuestra mejor opción.
Kevin se sorprendió tras la pregunta de Clara y sabía que tal vez eso sería muy bueno para ambos. Tal vez sí juntos se enfrentaban a esa loca ella entendería que nunca los podría separar y al final con un poco de buena suerte, terminaría desistiendo y marchándose de nuevo
Editado: 25.08.2025