Nuestro encuentro

Capítulo 55

Kevin había tenido un día pesado en el trabajo, lleno de clases y tareas que parecían interminables. Pocas veces sucedía esto, pero a medida que avanzaba el curso las clases se volvían más intensas y extensas. Sin embargo, en medio de todo el caos, papeles y lecciones, había una sola cosa en la que él podía pensar: Clara. La experiencia que habían compartido la tarde anterior seguía resonando en su mente, y no podía dejar de sonreír al recordarla. Se moría por verla de nuevo y por tenerla entre sus brazos una vez más. Lo que había vívido con ella no tenía comparación y habían entendido la diferencia entre sexo y hacer el amor.

Finalmente llegó el momento que más Kevin estaba esperando, había llegado el momento de su última clase del día. Sabía que, afortunadamente, también era el último día de la semana. Lo que significaba que tendría todo el fin de semana para pasar tiempo con su querida Clara. Podrían hacer ese día de picnic que tenían planeado y hacer muchas cosas divertidas además de diferentes.

Mientras se acomodaba en su asiento y ordenaba sus papeles no podía evitar mirar hacia atrás, donde Clara ya estaba sentada con sus amigas, además del resto de la clase. Sus ojos se encontraron varias veces con complicidad y cada vez que sucedía, una chispa de emoción recorría sus cuerpos.

Era excitante y emocionante saber que había algo secreto que los unía.

La clase avanzaba como siempre, pero Kevin apenas podía concentrarse. Cada vez que el profesor hablaba sus pensamientos se desvían hacia Clara. Pensaba en su risa, su sonrisa, en la forma en que lo miraba mientras sus cuerpos se volvían uno solo. Era como si el tiempo se detuviera cada vez que sus miradas se cruzaban y de solo recordar como sus manos lo acariciaban hacía que todo su sistema enloqueciera.

Finalmente la campana sonó, indicando el final de la clase y también el final del día. Los estudiantes comenzaron a levantarse y a recoger sus cosas para por fin ir a sus casas, pero Kevin no se movió de su lugar en ningún momento. Esperó a que el aula se quedara totalmente vacía, sintiendo que la anticipación crecía en su interior para abrazar a su querida Clara.

Clara, al darse cuenta de que todos se estaban yendo, se acercó a él con una sonrisa brillante y total discusión. Debía disimular ante las pocas personas que quedaban, pero después estaría contenta de demostrar sus sentimientos.

— Por fin estamos solos — dijo Clara con su voz llena de alegría — No podía esperar a que terminara la clase para poder tenerte cerca.

Kevin sonrió animadamente, sintiendo que su corazón se llenaba de felicidad al verla tan cerca de él.

— Yo tampoco podía seguir esperando — respondió acercándose un poco más a ella — Ha sido un día largo y sin ti a mi lado más todavía.

Una vez que el aula quedó vacía, Clara y Kevin se encontraron solos. La atmósfera se volvió más íntima, y ambos sintieron la tensión en el aire. Sabían que se deseaban y no podían esperar más para tocarse.

En el momento en el que sus labios se encontraron una corriente eléctrica los inundó por completo, haciendo que cada celular de su piel se estremeciera. Sabían que se necesitaban, pero hasta ese momento no tenían idea de cuántos.

— ¿Te gustaría salir a dar un paseo contigo? — sugirió Kevin, sintiendo que quería aprovechar cada momento con ella y salir de esas cuatro paredes.

— Me encantaría la idea — respondió Clara sintiendo que su corazón latía con emoción – Podemos llevar a Max y divertirnos con él.

– Pues entonces vamos a buscarlo.

Salieron del aula juntos caminando por los pasillos de la escuela. La conversación fluía naturalmente entre ellos, riendo y compartiendo anécdotas sobre su día. Kevin se sentía más ligero, como si todas las preocupaciones del mundo se desvanecieran cuando estaba con Clara. Ella era su luz al final del túnel y nada ni nadie se la podían quitar.

Después de buscar a Max decidieron caminar hacia un pequeño parque cercano a cada de Kevin, donde podrían sentarse en la hierba mientras Max jugaba y disfrutar del aire fresco que estaba en todas partes. Clara había apoyado su cabeza sobre las piernas de su amando y tomados de la mano miraba el cielo totalmente despejado. Ella sonrió sintiendo que cada toque que él le daba en su rostro la llenaba de calidez y las sonrisas de ambos eran de las que no faltaban.

— No puedo dejar de pensar en lo de ayer — dijo Kevin, mirándola a los ojos— Fue increíble y siento que ahora una parte de mi te necesita más que nunca.

Clara se sonrojó de inmediato, sintiendo que la conexión entre ellos se hacía más fuerte.

— Yo tampoco he dejado de pensar en eso —respondió sintiendo que su corazón se llenaba de emoción — Nunca había sentido algo así antes y siento que contigo toque el cielo.

Kevin se acercó un poco más a sus labios para dejar un beso, sintiendo que el momento era perfecto para abrirse completamente.

— Quiero que sepas que estoy aquí para ti, Clara — dijo con su voz seria, pero suave al mismo tiempo — Quiero que nuestra relación sea especial y significativa. Lo de ayer fue muy importante para mí. Yo no soy un chiquillo de esos que no saben lo que quieren en la vida, desde que te vi supe que eras diferente y me enamore como un tonto. Quiero que esto sea real y que estés a mi lado el resto de nuestras vidas.

Clara sonrió sintiendo que su corazón se llenaba de sentimientos. Ella también quería compartir una vida con Kevin porque sabía que él era lo más especial y verdadero que jamás tendría en su vida.

— Yo también lo quiero, Kevin. —respondió, sintiendo que su conexión era más profunda que nunca — Estoy lista para lo que venga. Quiero gritarle al mundo que te quiero y que deseo compartir mi vida contigo.

Ambos se miraron directamente a los ojos, sintiendo que el mundo a su alrededor se desvanecía. En ese momento, supieron que estaban listos para enfrentar cualquier desafío juntos y que su relación solo seguiría creciendo.