Capítulo 59
El picnic continuaba con un ambiente alegre y relajado. Clara, Kevin, su madre, Valeria, Lucas, Ana y Sofía disfrutaban de la comida y las risas creando recuerdos que atesorarían. La madre de Clara se sentía feliz de ver a su hija rodeada de amigos y la atmósfera era perfecta. En se momento no existían preocupaciones y mucho menos la maldad del mundo exterior.
Mientras todos conversaban Lucas, con su habitual curiosidad sin poder evitarlo decidió hacer una pregunta que cambiaría el rumbo de la tarde. Era algo que había estado matando desde hace un rato, pero le parecía raro que nadie dijera nada. No es que ese en realidad le molestara, pero en el fondo quería saber sí estaba en lo cierto o no.
— Oigan, chicas — dijo mirando directamente a Ana y Sofía — No es por sonar entrometido, pero he notado que se ven muy cariñosas entre ustedes dos y eso me llama la curiosidad. ¿Es idea mía o tienen algo más que una amistad?
De inmediato tras esa pregunta las chicas se miraron entre si un poco sorprendidas por la manera tan directa en la que Lucas había hablado, pero también sabían que tarde o temprano alguien más lo notaría. Es por eso que sintiendo que ese era el momento adecuado para ser honestas decidieron hablar y así de paso aclarar cualquier duda que hubiera con respecto a ellas.
— Lucas, la verdad es que sí somos pareja — confesó Ana sonriendo tímidamente — Llevamos saliendo un tiempo y somos muy felices.
Sofía le regaló una sonrisa sintiéndose aliviada de poder compartirlo con más personas.
– La verdad es que muy pocas personas lo saben, ya que no queremos que nos molesten o nos rechacen, pero en el fondo el cariño que nos tenemos es especial – agregó Sofía.
El grupo se quedó en silencio por un momento, Valeria y Carla ya conocían sobre esto. Ellas las habían descubierto y aceptado sin palabras, pero sabían que no todo el mundo lo habría igual. Sin embargo, para su sorpresa se llevaron los aplausos y chiflidos por parte de Lucas, quién las veía con una sonrisa al igual que todos los demás. Clara sonrió sintiéndose emocionada por sus amigas, ya que al hablar abiertamente de su relación era un paso más para ellas.
— ¡Eso es increíble! — dijo Lucas poniéndose de pie para ir a abrazar a las chicas — Estoy tan feliz por ustedes, se merecen ser felices sin deberle nada a nadie.
La madre de Clara también sonrió orgullosa de ellas, sintiendo que el amor y la aceptación eran lo más importante. Aceptarse primo ellas mismas era lo primero y eso ya lo habían logrado.
— Me alegra ver que se apoyan mutuamente y se quieran tanto — dijo con una mirada cálida — El amor es algo hermoso y siempre deben sentirse libres de ser quienes son. No importa cuántas piedras en el camino se encuentren porque lo principal es siempre volverse a levantar.
Después de las revelaciones y de que todos estuvieran felices por ellas Lucas decidió que era el momento perfecto para sacar el platillo volador que había traído en secreto. Se levantó emocionado esperando poder jugar con todos.
— Chicos les tengo una sorpresa — anunció sacando el juguete de su mochila — Vamos a jugar.
Todos se animaron de inmediato y Lucas comenzó a prepararse para lanzárselo. Las chicas hasta se habían quitado los zapatos para no lastimarse y sentían lo fresco de la hierba metida entre sus dedos. Hasta Max estaba jugando con ellos y era el que mejor atrapaba.
— ¡Mira como da vueltas! — gritó Valeria saltando de alegría.
Sin embargo, mientras todos disfrutaban del momento algo inesperado llamó de inmediato la atención de Clara. Al otro lado del parque un grupo de personas comenzó a congregarse y el ambiente se tornó bastante tenso. Clara, Kevin y los demás se miraron entre sí sintiendo que algo no estaba bien.
— ¿Qué está pasando allá? — preguntó Clara frunciendo el ceño.
Lucas, curioso por la situación se acercó un poco más para ver. Fue ahí que se dio cuenta de que había una discusión acalorada entre un grupo de jóvenes. Las voces se alzaban demasiado y la tensión era palpable entre ellos.
— Parece que hay una pelea — dijo Lucas sintiéndose incómodo — Deberíamos alejarnos un poco para no tener nada que ver con eso.
La madre de Clara al ver la situación se preocupó bastante y decidió hablar con ellos.
— Es mejor que nos mantengamos alejados de ese problema — dijo tratando de mantener la calma —. Vamos a concentrarnos en nuestro picnic y dejar que ellos se arreglen solos.
Clara y sus amigos decidieron que lo mejor era ignorar la situación del otro lado de parque para seguir disfrutando de su día. Sin embargo, la tensión en el aire era innegable. La risa y la diversión que habían compartido se vieron opacadas por la preocupación que desconocían porque había comenzado.
— ¿Deberíamos irnos? —preguntó Ana sintiéndose un poco nerviosa.
— No, no quiero que eso arruine nuestro día. Por culpa de otros no deberíamos sentirnos mal — respondió Clara tratando de mantener el ánimo — Vamos a seguir disfrutando de los juegos y de la comida sin meternos con nadie.
– Clara tiene razón – apoyó Kevin – Por culpa de otros no debemos cambiar nuestros planes de divertirnos y pasarla bien.
Con esas palabras todos intentaron distraerse, pero la inquietud seguía presente. Clara sentía que había algo más, sin embargo, mientras Lucas intentaba volver a concentrarse en la comida la pareja feliz se miraron, sintiendo que la situación había cambiado un poco. Ellos habían dicho aquello para que los demás se calmaran un poco.
A medida que la tarde caía Clara se dio cuenta de que, aunque hubieron momentos inesperados y tensos a su alrededor, lo más importante siempre era el apoyo y la conexión que compartían. Miró a su madre, a sus amigas, hermano y a Kevin, sintiendo que, a pesar de lo que sucediera ellos siempre estarían ahí el uno para el otro.
— Vamos a disfrutar de este momento — dijo Clara sonriendo — No dejemos que nada nos detenga.
Editado: 07.09.2025