Denuncia

Capítulo 76

Cuando Kevin entró a la habitación y vio a Clara con los ojos abiertos, de inmediato un alivio abrumador lo invadió. Se acercó rápidamente a su lado y la abrazó sintiendo que el peso de la preocupación que había llevado durante horas comenzaba a desvanecerse.

— Clara, gracias a Dios estás despierta — dijo cuando se separó de ella con su voz temblando de emoción — ¿Qué pasó en ese baño? ¿Qué te hizo Rayan?

Al escuchar eso Clara lo miró de inmediato, sintiendo que la angustia de la situación regresaba a su mente. Ella había querido irse cuando esté empezando a acosarla de aquella manera y al final resultó lastimada.

— Yo no sé bien como pasó —dijo con su voz apenas un susurro — Yo estaba en el baño y el entro. Recuerdo que le pedí que se fuera, pero se volvió agresivo y me arrinconó contra la pared. Cuando hizo eso me sentí asustada y comencé a gritar pidiendo ayuda, luego de eso el me cubrió la boca.

– ¿Cómo fue que llegaste al piso?

– Bueno cuando me asusté pensé que había escuchado a las chicas llamarme desesperadas detrás de la puerta, así que trate de salir corriendo, pero el me jaló y resbale. Fue ahí que me caí y seguramente me golpeé la cabeza.

La expresión de Kevin se tornó oscura al escuchar su relato. La rabia y la preocupación se mezclaban en su interior, haciendo que quisiera matar a Rayan. No había que ser un experto para saber que era lo que este estaba tratando de hacerle a Clara, pero si cree que las cosas se quedarían así estaba más que equivocado.

— No puedo creer que él haya hecho eso, pero me las va a pagar — dijo apretando fuertemente los puños — No te preocupes por nada mi amor, yo no dejaré que esto quede así.

– ¿Kevin que vas a hacer? No es bueno que te metas en problemas por mi culpa. Si alguien descubre que somos parejas podrías perder tu trabajo.

– Eso ahora es lo que menos me importa porque para este momento ya todos deben de saber que eres mi mujer. Cuando te vi en el suelo lastimada no pensé que claridad y le dije a todos que eras mía. Querían que me apartara de ti, pero no lo iban a lograr.

– No mi amor, eso es imposible ¿Qué se supone que haremos ahora? Por mi culpa lo vas a perder todo, no debiste hacer eso.

– Tu no te preocupes por nada que yo lo tengo todo bajo control. Lo que pasó no fue tu culpa, así que no vuelvas a decir eso otra vez. Recuerda que para mí tú eres lo más importante y estaré siempre donde tú estés.

Poco después, la puerta de la habitación se abrió y entraron la familia de Clara, junto con las chicas. Quienes al ver a Clara despierta se sintieron aliviadas, ya que no querían que a su amiga le pasara nada malo. La señora Alicia corrió hacia su hija segundos después abrazándola con fuerza, sintiendo que él miedo desaparecía por completo y no olvidemos a Lucas. Para él ver a su hermana despierta era más que suficiente y ya después se encargaría del imbécil que le hizo daño.

— ¡Hija! — exclamó con lágrimas en los ojos —.Estaba tan preocupada por ti cariño.

— Estoy bien, mamá, no te preocupes — respondió Clara sintiendo el amor y el apoyo de su familia — Solo necesito descansar y verás que después estaré como nueva.

— No sabes cuánto nos asustamos, amiga — dijo Sofía con la voz entrecortada — Nunca debimos dejarte sola.

Clara sonrió débilmente sintiendo que el amor de sus amigas la envolvía, pero debía dejarles en claro que ellas no tenían la culpa de nada.

— No es culpa de nadie chicas, mucho menos de ustedes. Si hay alguien aquí culpable ese es Rayan, yo debí de ponerle un alto desde hace tiempo.

Al rato después de que todos estuvieran conversando, un par de oficiales de policía entraron en la habitación con una expresión seria en sus rostros. Era el momento de trabajar y todos se quedaron observando su llegada.

— Hola, Clara — dijo uno de ellos— Somos de la policía y necesitamos hacerte algunas preguntas sobre lo que sucedió. En tu escuela solamente nos dieron que estaba inconsciente cuando te sacaron, pero nadie vio con exactitud que fue lo que sucedió.

Kevin sintió que la tensión aumentaba en la habitación, se mantuvo a un lado en todo momento dispuesto a apoyar a Clara en lo que necesitara.

— Está bien, oficiales — dijo Clara sintiendo que era importante contar su verdad — Quiero decirles todo lo que pasó, porque solo yo se la verdad.

Los oficiales se sentaron cerca de ella, tomando nota de cada palabra mientras Clara comenzaba a relatar su mala experiencia.

— Rayan me acosaba desde hace tiempo y para nadie eso era un secreto —dijo sintiendo que la angustia regresaba — Hoy desafortunadamente fue el día en el que todo se destapó, él se metió en el baño de mujeres sin autorización y se volvió agresivo he intimidante contigo. Me arrinconó, luego me hizo presión en la boca para que no pudiera girar, me jaló fuerte y luego caí golpeándome la cabeza.

Los oficiales a cada instante se observan uno a los otros, tratado de que no se les pasará ni un solo detalle.

— ¿Está usted completamente segura de que fue ese tal Rayan? — preguntó uno de ellos haciendo su trabajo — ¿Tienes pruebas o testigos que afirmen lo que nos ha dicho?

Clara asintió de inmediato, sintiendo que la determinación la llenaba. No iba a quedarse callada y menos después de lo que sucedió.

— Mis amigas estaban fuera del baño, ellas me escucharon gritar por ayuda antes de que me taparan la boca — dijo – Ellas pueden confirmar que él estaba allí y también pueden confirmar que me acosaba porque muchas veces me defendieron de él.

Los oficiales asintieron a cada palabra que decía Clara, comprendiendo la gravedad de la situación. Cuando aquel joven al que acusaban había llegado a la estación se había comportado de manera incoherente y juraba que le haría daño a mucha gente.

— Gracias por denunciar y por tu valentía, muchacha — dijo uno de los oficiales — Esto es muy importante para todos porque no muchas chicas denuncian a sus agresores. Vamos a investigar todo con cuidado y les aseguramos que Rayan enfrente las consecuencias de sus acciones.