Capítulo 77
Luego de que todos se fueron Kevin se quedó a solas con Clara, este quería estar toda la noche pendiente a ella por eso necesitaba algo. Su familia le había cedido el puesto, ya que todos sabían que el pobre no se quedaría tranquilo estando lejos de ella. Lo más seguro es que se hubiese quedado toda la noche afuera de la habitación con tal de estar cerca de ella porque solamente se permite un acompañante por habitación.
En un momento en el que Kevin bajo a la cafetería por algo de cenar y un café para llevar, cuando venía entrando se encontró con Alejandra en dirección contraria. Ella venía saliendo de la cafetería y para evitar problemas él intentó esquivarla, pero Alejandra lo detuvo por el brazo antes de que pudiera lograrlo.
Ella quería hablar con él antes de irse, pero no sabía como acercarse. Kevin había pintado una raya divisora entre ellos y Alejandra sabía que no podía cruzarla sin que se exaltaran los ánimos entre ambos. Así que ahora sería la oportunidad perfecta porque ambos estaban agotados y dudaba mucho que tuvieran la energía para discutir.
– Por favor, te voy a pedir que no vuelvas a tocarme – dijo Kevin un tono calmado mientras aparcaba su brazo del agarre de Alejandra.
— Está bien, lo lamento, eso es lo que quiero decirte algo y te aseguro que no te me tomará ni cinco minutos — dijo Alejandra dando un paso hacia atrás.
– Muy bien, pues que sea rápido porque tengo que volver con Clara – dijo seriamente.
– Solamente quería pedirte perdón por todo lo que ha pasado. Quiero decirte que me arrepiento seriamente de haberte abandonado, pero ya entendí que nunca vas a volver conmigo. Lo que hice no tiene perdón, así que te deseo que seas muy feliz con Clara.
Kevin sintió una mezcla de emociones muy extrañas dentro de él al escuchar eso. Sabías que Alejandra era una mujer que no daba su brazo a torcer tan fácilmente y eso le causaba un poco de inseguridad. No sabía sí debía confiar en lo que le estaba diciendo, pero ni modo que la dejara con la palabra en la boca como una persona grosera.
— ¿Por qué me dices esto ahora? ¿Por qué debería de creerte? Desde que volviste solo has intentado hacerme la vida difícil y hasta mi madre se puso en mi contra solo por defenderte.
— Lamento de verdad todo eso, pero si ahora hago esto es porque me he dado cuenta de que lo que hice fue egoísta —respondió Alejandra con sinceridad — Te dejé por otro hombre y eso fue un error, encima te dije palabras hirientes solo por mi egoísmo. Además, cuando te vi defenderla me di cuenta de que por más cosas quisiera tú nunca ibas a volver conmigo, así que decidí dejarlo todo por la paz antes de que las cosas se salgan de control.
Kevin la miró sintiendo que las palabras de Alejandra eran un paso hacia la sanación, pero aún así aún tenía sus dudas. Él la conocía, pero por el momento puede que quede con esa disculpa de su parte.
— Te agradezco que me digas esto, de verdad — dijo sintiendo que el peso del pasado comenzaba a levantarse – Sin embargo, no esperes más de mi parte.
— Sí, lo sé, no te preocupes. Yo voy a tratar de seguir adelante y no volveré a entrometerme en sus vidas — respondió Alejandra con una leve sonrisa — No obviamente, hay algo que tengo que decirte, he hablado con mi madre esta tarde y le he pedido que acepte a tu nueva relación. No quiero que haya más conflictos entre ustedes y menos por mi culpa.
– Pues gracias por eso, se agradece la ayuda.
— Eso es lo mejor que puedo hacer, ya que al final cosas se pusieron de esa manera por mi culpa — dijo — Todos merecemos ser felices, incluso tú.
Ambos se quedaron en silencio por un momento reflexionando sobre el pasado y el futuro. Kevin tenía muy en claro cómo quería que fuera su futuro, Alejandra no tenía muy bien cuál quería que fuera el suyo. Sin embargo, al lado de Kevin sabía que no tenía absolutamente nada que esperar porque alguien más ya ocupaba su corazón.
— Quizás podamos ser amigos algún día, pero en este momento eso no será posible —sugirió Kevin, sintiendo que la herida comenzaba a sanar — Por ahora solo necesito concentrarme en Clara y en su bienestar.
— Lo entiendo, cuídala bien —respondió Alejandra, con una sonrisa triste — Solo quería que supieras que estoy aquí si alguna vez me necesitas.
Kevin la miró unos segundos antes de marcharse y luego de estrechar sus manos en un saludo cordial, le dedico unas últimas palabras que fueron el cierre de todo
— Cuídate mucho, Alejandra y ojalá que encuentres a alguien aquí en amar de verdad — dijo mientras se dirigía hacia la puerta — Espero que encuentres la felicidad que buscas sin necesidad de lastimar a nadie.