Capítulo 79
La mañana siguiente llegó y Clara se despertó con una mezcla de nerviosismo y determinación. Sabía que era el momento de dar un paso importante para ella y poner formalmente la denuncia contra Rayan por lo que había sucedido. Kevin la acompañó a la estación de policía bien temprano, sintiendo que su apoyo era crucial en ese momento. Él no quería dejarla sola en ningún momento debido a lo que pudiera suceder.
— Respira profundo mi amor, estoy aquí contigo en todo momento — dijo Kevin tomando su mano mientras caminaban hacia la entrada de la estación — No tienes que hacer esto sola y si sientes que quieres irte, solo tienes que mirarme y yo te sacaré de ahí.
Clara asintió de inmediato sintiendo que la calidez de su mano le daba fuerza. Al entrar a la estación el ambiente era serio y Clara sintió que la ansiedad comenzaba a apoderarse de ella sin siquiera haber dicho una sola palabra. Sin embargo, sabía que debía ser valiente y con Kevin a su lado eso no era un problema.
Después de hablar con un oficial y proporcionar todos los detalles sobre el incidente ahora sí de manera formal, Clara finalmente firmó la denuncia que lo ponía a disposición de la policía. La sensación de haber tomado esa decisión la llenó de alivio, pero también de miedo porque ahora se venía una tormenta encima de ella.
— Lo hiciste Clara — dijo Kevin sintiéndose orgulloso de ella — Ahora puedes comenzar a sanar y dejar esto a disposición de la policía.
Clara sonrió débilmente, sintiendo que había dado un paso importante hacia la recuperación. Sin embargo, había algo más que necesitaba hacer antes de irse. Quería enfrentar a su agresor para preguntarle porque le había hecho eso a ella.
— Amor, quiero ver a Rayan antes de cerrar este capítulo —dijo, con una voz firme — Necesito mirarlo a los ojos y preguntarle porque quiso hacerme daño.
Kevin la miró sorprendido por su petición, pero asintió sabiendo que esto era algo que Clara necesitaba. Sin embargo, no estaba muy de acuerdo con eso, pero tampoco se lo impidió.
Los oficiales la llevaron a una sala donde Rayan estaba detenido, ya que aún no lo llevaban a una celda a petición de su abogado. No obstante, al entrar Clara sintió que la tensión en el aire era palpable y Rayan estaba sentado con una expresión de desprecio en su rostro. Este no se parecía al joven que había conocido al empezar su año y le daba lástima verlo en esas condiciones.
— Mira nada mas quién ha venido a verme — dijo Rayan con una sonrisa burlona — ¿Te sientes bien, Clara? ¿O todavía te duele la cabeza? ¿Acaso has venido por más?
Clara sintió que la rabia comenzaba a burbujear dentro de ella, pero trato de mantenerse tranquila en todo momento para no rebajarse a su nivel. Aún así, su cinismo y es caro la desconcertaban demasiado.
— No estoy aquí para jugar contigo, ni mucho menos he venido por más — dijo con firmeza — Quiero que sepas que lo que hiciste fue inaceptable y ahora vas a pagar por eso. Casi me haces un daño irreversible y por eso no me arrepiento de haber denunciado lo que hiciste. No entiendo por qué tanto odio conmigo y es por eso que estoy aquí para buscar respuestas antes de no verte nunca más.
Rayan la miró con odio puro después de escuchar eso y su sonrisa se desvaneció antes de verla fijamente.
— Lo hice porque quise y no me arrepiento de nada — dijo con su voz llena de desdén — ¿Sabes algo? Ojalá me hubiera salido con la mía, creo que eso es lo único que lamento. Tenía que hacerte hecho mía así fuera a la fuerza para que supieras lo que es un verdadero hombre.
Un oficial que estaba presente escuchó las palabras de Rayan y se acercó a él de inmediato, sintiendo que era el momento de intervenir. El oficial también era padre de una niña y lo que menos quería el como padre, era que algún día su hija conociera a alguien como él.
— ¿Sabes algo chaval? Vas a tener mucho tiempo para lamentar esas palabras que has dicho — dijo el oficial con una voz autoritaria – Estás aquí porque has cometido un delito al agredir a una de tus compañeras de escuela y las consecuencias serán severas. Además, ahora con lo que has dicho podemos acusarte de intento de violación y te quedarás encerrado por mucho tiempo.
Rayan frunció el ceño sintiendo que la situación se estaba volviendo en su contra y todo por culpa de ese policía. Sin embargo, no iba a dar su brazo a torcer delante de nadie.
— No me importa lo que digan — respondió tratando de mantener su actitud desafiante— No me detendrán y les aseguro que mi familia me va a sacar de aquí. Más pronto que tarde estaré fuera y ya veremos de a como nos toca.
—Te quedas encerrado por mucho tiempo sin que nadie pueda ayudarte y de eso me encargo yo. Solo verás como pasa el tiempo detrás de unas rejas, mientras las demás personas son felices y forman una familia.
Clara que escuchaba las palabras de Rayan sintió que la rabia y la tristeza se mezclaban en su interior. Sabía que él no cambiaría de pensamientos, pero también sabía que había tomado la decisión correcta al denunciarlo. Él al parecer era un peligro para cualquiera y su lugar era encerrado hasta que se arrepienta de ser una mala persona.
— No dejaré que me asustes Rayan, ya no más — dijo Clara con determinación — Estoy lista para seguir adelante con mi vida y no permitiré que tu odio sin sentido me afecte. Ojalá algún día puedas ver que estás mal y que necesitas ayuda antes de que te hagas daño a ti mismo.
Rayan la miró fijamente, sintiendo que su desprecio se intensificaba, pero Clara no se dejó intimidar tal cual le había dicho.
— Esto no ha terminado — dijo él, con una sonrisa desafiante he intentó tocarla, pero el oficial se lo impidió.
Clara se levantó de aquella silla sintiendo que había enfrentado a su enemigo y había salido victoriosa. Kevin la miró con orgullo una vez estuvo fuera, sintiendo que su valentía era admirable. Él estuvo al pendiente todo el tiempo detrás del cristal y no podía entender como un chico como Rayan caminaba libremente sin una atención especial. Era obvio que no estaba bien psicológicamente y al parecer a nadie le importaba porque no había visto a sus padres por ningún lado
Editado: 07.09.2025