Entre líneas y mentiras

Capítulo 14. Sospechas.

Los jueves siempre habían sido pesados. Pero ese jueves en particular se sentía... raro. William y Jane caminaban juntos por los pasillos de la universidad, sus mochilas colgando de un solo hombro, como cualquier pareja casual, desde fuera, todo parecía normal: sonrisas tímidas, pequeñas miradas, incluso rozaban sus manos de vez en cuando para seguir con su fachada.

Pero dentro, cada uno estaba tenso, demasiado tenso, notaban los ojos de Ezra puestos en ellos.

Ezra estaba sentado en una banca no muy lejos con Amanda charlando animadamente a su lado, pero sus ojos no estaban en ella, sus ojos estaban puestos en Jane y William como si intentara descifrar un rompecabezas que no terminaba de encajar.

Amanda, aburrida, trató de llamar su atención.

-¿Me estás escuchando? -preguntó, dándole un codazo.

-Sí, sí -respondió Ezra sin mirarla, distraído, su mente muy lejos de esa conversación.

Algo no cuadraba y Ezra no era ningún tonto, recordaba vagamente que Jane Anderson y William Hart se habían detestado mutuamente ¿Y ahora eran pareja?
¿Así de la nada? No, eso no tenía sentido; Ezra entrecerró los ojos observándolos mientras caminaban, todo parecía… forzado, medido como un teatro bien ensayado.

Amanda soltó una risa exagerada a su lado trayendolo de vuelta a la realidad.

-Te juro que eres el peor novio -se quejó, cruzándose de brazos.

Ezra apenas la escuchaba, algo dentro de él hervía ¿Desde cuándo? ¿Cuándo había cambiado todo? Sabía que Jane podía cambiar, tal vez con ayuda del medicamento ¿Pero así de rápido?

Sacó su teléfono y empezó a buscar entre sus mensajes viejos, chats antiguos con Jane, fotos de las clases donde inevitablemente, Jane y William salían discutiendo en el fondo, capturas de pantalla de los foros de la universidad donde se burlaban de su eterna rivalidad y entonces, algo le hizo click, en realidad no había fotos de ellos juntos como pareja, ninguna publicación oficial o algún anuncio, solo comentarios sueltos de compañeros diciendo "¿ya vieron que ahora andan?”, demasiado conveniente o demasiado repentino.

Ezra sonrió con cinismo, iba a descubrir la verdad y cuando lo hiciera, Jane se iba a arrepentir de haberlo subestimado.

Mientras tanto, Jane y William se refugiaban en la biblioteca, el único lugar donde podían estar relativamente tranquilos, se sentaron en una de las mesas más apartadas, sacando sus laptops, sus cuadernos y todos los papeles del proyecto, el tiempo seguía corriendo y aunque habían hecho avances aún les faltaba mucho para completar la novela para el concurso.

-Te juro que si veo otra hoja en blanco voy a perder la cabeza -dijo Jane, recargando la frente contra la mesa.

William rió bajo.

-No puedes rendirte ahora.

Jane sonrió débilmente, sin levantar la cabeza.

-¿Te imaginas qué pensaría Ezra si supiera que estamos a punto de matarnos escribiendo una novela juntos?

William endureció la mandíbula.

-Prefiero no imaginarlo -dijo, su voz más fría.

Jane lo miró de reojo notando el cambio en su tono.

-No dejes que te afecte -le dijo en voz baja-. No vale la pena, Hart, no por alguien como él.

William levantó la vista, encontrándose con sus ojos, durante un segundo toda la tensión entre ellos desapareció, solo estaban ahí en la biblioteca…sobreviviendo juntos a su pequeño mundo en llamas.

-¿Qué haría sin ti, Anderson? -preguntó, medio en broma, medio en serio.

Jane rió suavemente y volvió a su laptop.

-Morirías bajo una pila de reglas -respondió.

Esa tarde, mientras Jane y William trabajaban, Ezra comenzaba su pequeña investigación informal, no era difícil, bastó con unas preguntas bien formuladas a algunos conocidos:

-¿Tú sabías que Jane y William se odiaban? -preguntó casualmente a un compañero de Literatura.

-Sí, claro, se odiaban básicamente eran como perro y gato.

-¿Y ahora son pareja?

-Eso dicen... Aunque no sé, nunca los vi realmente actuar como novios -contestó el otro, encogiéndose de hombros.

Ezra sonrió de lado, justo como sospechaba; luego habló con una amiga de Amanda que solía estar en la misma clase que Jane.

-¿Desde cuándo andan? -preguntó.

-Desde hace poco, creo…no sé, realmente todo pasó rápido -dijo ella, dudando-. Demasiado rápido, ahora que lo pienso.

Ezra guardó toda esa información en su mente como un detective recolectando pistas, algo había detrás de esa "relación perfecta" y no iba a parar hasta descubrirlo.

Esa noche, sentado en su auto frente al campus, Ezra formuló su plan, no iba a confrontarlos aún, primero se aseguraría de tener pruebas, fotos, mensaje, cualquier cosa que demostrara que todo era una farsa, después…después vería qué tanto podía destruir.

Al día siguiente, Ezra llegó temprano a la cafetería del campus estratégicamente instalado en una mesa que le permitía tener una vista clara del lugar donde Jane y William solían sentarse a trabajar en su proyecto.

Amanda llegó poco después, cargando dos cafés.

-¿Qué haces tan serio? -preguntó, sentándose frente a él.

-Observando -respondió simplemente, tomando uno de los vasos sin apartar la mirada de la entrada.

Y no tardaron en llegar, Jane y William codo a codo con sus mochilas repletas de papeles, laptops y cuadernos, se veían… normales, coordinados…demasiado coordinados.

Ezra esperó su momento, cuando vio que William se levantaba para ir a pedir algo más dejando a Jane sola en la mesa, se puso de pie.

-Ya regreso -le dijo a Amanda.

Ella ni siquiera preguntó.

Ezra caminó tranquilamente hasta la mesa de Jane, sonriendo como si fueran viejos amigos.

-Vaya, si no es Jane Anderson -dijo, inclinándose ligeramente hacia ella-. Y dime... ¿también organizaste tus sentimientos para que de un día a otro te enamoraras del nerd?

Jane alzó la mirada, claramente molesta, pero contuvo la respuesta, la fachada tenía que mantenerse, así que solo respiró hondo obligándose a sonreír.



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En el texto hay: jovenes, universitarios, romcom

Editado: 28.04.2025

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