Entre los Pliegues del Tiempo: Un Amor Eterno

Capítulo 2: EL encuentro esperado

Era un viernes 16 de diciembre, en la tarde, cuando me sumergí en un gran estrés, pues ese fue el día que la inspiración dejó de tocar mi puerta, ya había pasado una semana desde mi última obra, y Melina estaba presionándome sutilmente para que ya sacara una obra nueva, pero la verdad es que aún no le había dicho que la inspiración dejó de hablarme, hasta que ese día me cansé y le dije desesperada:

Sofía: - “Melina, ¡YA NO TENGO INSPIRACIÓN OKEY!, ya no sé qué hacer, lo he intentado, pero simplemente ya no viene.”

Melina: - “Calma, creo que estás muy estresada, mejor, tómate la tarde libre, y sal para ver si así la inspiración viene a ti.”

Sofía: - “¡Está bien!”

Salí de allí enojada y frustrada, pues estaba enojada con Melina porque solo me presionaba, pero en realidad estaba enojada y frustrada porque sentía que la inspiración me había dejado, pensé que si me inspiraba empezaría a ver el arte dentro de mí, pero por más obras que hiciera, me seguía viendo igual. Caminé hasta la orilla de la playa para mirar el atardecer, me senté en la arena y solo miraba lo hermoso que era cuando el sol se escondía, serré los ojos y me concentré en el sonido del mar y el paisaje hermoso que había visto, abrí mis ojos y miré a mi alrededor, cuando vi a alguien a lo lejos también mirando el atardecer, sus ojos se cruzaron con los míos, sentí como mi corazón palpitó aún más rápido, tanto que me asusté, no sabía que pasaba, pero mi corazón comenzó a danzar con la belleza y en ese momento la inspiración volvió a mí. Cuando eso pasó salí de ahí con prisa para crear una nueva obra, al llegar a la galería otra vez, Melina se había acercado a mí para pedirme perdón, pero yo la interrumpí y solo me fui directamente al lienzo, cuando llegué serré los ojos y tomé el pincel y comencé a danzar con el arte y la inspiración, en un mundo mágico donde se combinaron los colores y crearon magia, al abrir los ojos Melina llorando me miró y me dijo:

Melina: - “WOW, como pintaste eso?”

Solo me quedé en silencio y miré lo que había pintado, me quedé en shock, lo que había pintado era simplemente grandioso.

Al terminar me fui a mi departamento, y al llegar solamente no pude dejar de pensar en los ojos de aquel hombre, por más que lo intentara, mi mente solo pensaba en aquel misterioso hombre y aquellos hermosos ojos, eran unos ojos diferentes a todos, pues cambiaban de color, los recuerdo como si los estuviera viendo en ese preciso momento, eran dulces como el café al inicio, te hacían sentir una gran calidez que se apoderaba de ti, cuando el sol los iluminó se tornaron en un verde rojizo, tan hermosos como una joya recién descubierta, después se volvieron a un café más oscuro, de esos que solo con verlos debes esquivar la mirada porque te hipnotizan, simplemente estaba maravillada con sus ojos, tanto que anhelaba volver a verlos. Los días siguientes la inspiración fluía más y más, tanto que en un solo día creaba como unas dos o tres obras, y cada vez que pintaba mi corazón latía solo de pensar en esos ojos. Un día solamente me decidí a volver a la orilla del mar par ver si el destino lo traería de vuelta, al llegar, mi corazón se aceleró, lo vi, estaba allí en la orilla del mar mirando el atardecer otra vez, mi mente solo pensaba en sus ojos, y mi corazón también, sin darme cuenta dije en voz alta:

Sofía: - “Desearía poder conocerlo, simplemente la belleza de un arte escondido en él, me entusiasma, el provoca en mí, un sentimiento que jamás he sentido, solo siento como el mundo me habla, y la inspiración no deja de llegar a mi”

Solo me senté y lo observé desde lejos, saqué un pequeño lienzo que tenía conmigo y comencé a pintarlo, serré los ojos y la imagen de él, venía a mi mente, y solo pintaba, danzaba con los pinceles, solo pensaba en sus ojos mirándome nuevamente, es como si sintiera que no existe nadie más en el mundo, solamente él y yo. Cuando abrí los ojos él estaba justo frente a mí, me asusté, mi corazón se aceleró de una forma que jamás me había pasado, tanto que dolía y mis mejillas solo se enrojecieron, me puse nerviosa, cuando el me sujetó de la mano y me cargó, no sabía que pasaba solo sé que sentí que el mundo dejó de girar, es como si todas las estrellas se juntaran para nuestro encuentro, es como si escuchara todo el arte del mundo, como si todo estuviera en cámara lenta a mi alrededor. Escuchaba una voz que me decía que despertara, y cada vez se hacía más fuerte, hasta que en un momento desperté, estaba siendo conducida en una ambulancia hasta el hospital, no podía hablar, lo intentaba, pero simplemente me costaba, me sentía débil, no sabía por qué, miré a mi alrededor en busca de aquel hombre con hermosos ojos, pues incluso supuse que era todo un sueño, porque ese hombre era de ensueño, cuando de repente lo vi, ahí estaba, sentado mirándome, me perdí en su hermosa mirada otra vez, era demasiado adictivo mirarlo, pero a la vez me ponía muy nerviosa, sus ojos se tornaron verdes rojizos, no dejaba de mirarlo. Llegué al hospital y solo sentí que me desmallé, de ahí, no recuerdo nada más, cuando desperté una doctora que estaba allí me había dicho que mi corazón experimentó por primera vez un sentimiento demasiado fuerte, me preguntó qué pasó, solo le conté mi experiencia, ella me preguntó:

Doctora: - “Dime que sentiste?”

Sofía: - “Sentí simplemente como mi corazón danzaba al compás del arte, las estrellas se habían juntado para bailar alrededor del sol y la luna en un viaje de eterno amor”




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