Entre mi cielo y tu infierno

Capítulo 9

TODAVÍA NO ES HORA DE QUE RECUERDES
 


Kyle.
 


Una trás otra vez. Odio hacer esto, verla tan vulnerable me duele, pero no puedo ponerla en peligro, juré con mi vida protegerla, no me importa su estúpida pulsera en lo absoluto, la quiero a ella.
 


 

-Alessa- Susurré acercándome a ella.
 


 

No obtuve respuesta, en cambio sus piernas comenzaron a temblar. 
 


 

¿Me tenía miedo? No..ella no puede sentirse aterrada por mí. 
 


 

-Alessa- Dije de nuevo tomando asiento junto a ella- No te haré daño.
 


 

-Po-por favor no te me acerques- alcanzó a decir.
 


 

-Mirame.
 


 

Se aferró más a sus piernas. 
 


 

-Alessa mirame- Repetí con determinación.
 


 

Sus bellos ojos se centraron en mi rostro. Esta es la parte que más detesto, vi mi reflejo en sus ojos inundados de temor. No quiero que se olvide de mí, estoy agotado de iniciar desde cero, pero no me queda de otra. 
 


 

Tomé su muñeca y dirigí mi mirada a su pulsera.
 


 

¡No tiene la pulsera!
 


 

-Alessa ¿Dónde está tu pulsera?- Dicho esto cubrió con su mano el lugar dónde debería estar ésta. 
 


 

-No..no sé, yo- Las lágrimas inundaron sus ojos y todo cobró sentido, ella está recordando todo.
 


 

-Todavía no es hora de que recuerdes ¿Dónde dejaste tu pulsera? ¿Cuándo fue la última vez que la viste? 
 


 

Seguía acurrucada aferrandose a sus piernas.
 


 

-¿Esto es lo que buscan?- Anunció Asher desde la puerta de la catedral- Conseguirla fue más fácil de lo que pensé. 
 


 

Miré a Alessa y junte su frente con la mía recitando:
 


 

       אתה ואני אחד-
 


 

Me puse en pie dirigiéndome hacía Asher.
 


 

-Sigues siendo tan incrédulo cómo siempre hijo mío- La figura de Asher se desvaneció dándole entrada a la de mi padre.
 


-¡Kyle! ¿Dónde estoy?- Gritó Alessa dentro de mi cabeza.

-A lo que vengo. Está cosa no sirve sin ella ¿Dónde está?- Exigió mi padre.

No respondí, me di media vuelta y caminé hasta el ventanal más grande de la catedral.

-¿Crees que no sé lo que piensas? Tú eres igual a mí- Insistía mi padre detrás de mí- Eres tan estúpido cómo tu madre al confiar en ese Dios.

-Sí, pero mirate, ni cruzar por esa puerta puedes, cuán limitado es tu poder. ¿Triste no? Tú puedes dirigir el mundo terrenal pero no tienes absolutamente nada- Dije manteniendo mi paso hacía el ventanal.

-La voy a encontrar y te juro que va a ser leal a mí.

-No pudiste obtener ni la lealtad de mi madre ¿Qué te hace creer que la de Alessa sí?

Intentó romper la barrera que había en la puerta principal, se sumaron 6 demonios, pero se quedó en eso, un intento, es imposible que entre a alguna catedral y menos esta.

-Preciosa, necesito tu ayuda- Pensé.

-¿Qué tengo que hacer?

-Necesito que hables con Dios para que nos permita entrar al cielo.

-¿Cómo hago eso?- Preguntó Alessa incrédula.

-Lo haces siempre.

-Señor..no sé dónde estoy ni que estoy haciendo, todo me resulta tan irreal, pero te necesito. Te necesitamos- Escuché a Alessa.

-Ale.

-¿Funcionó?

-Necesito que pienses en el momento en el que más necesitabas de él.

-Mi padre me tomó de la mano, ibamos a dar un paseo por el río, él me dijo que esperara un momento por él..Yo esperé y esperé, él nunca regreso. Una señora me recogió, se veía tan linda y amable. Ella me llevó a su casa y dijo que me mantendría a salvo de mi padre- Susurró.

Mi corazón se apretó. Recordaba perfectamente ese día, intenté hacerla olvidar, pero no pude, pensé que su corta edad ayudaría para esfumar ese recuerdo. No funcionó.

El ventanal se abrió dandome paso a las puertas del cielo.

Alessa.

Estoy empezando a pensar que estoy en la cabeza de Kyle.

-Lo estás.

Esto es un sueño, que alguien me de un pellizco.

-Si te sirve puedo hacerte cosquillas una vez salgas de ahí.

-Si esta es tu mente..¿eso significa que aquí están todas las respuestas a mis preguntas?- Pregunté exhausta.

-Muy lista preciosa, pero no.

-No debiste borrar mis recuerdos. Lo que no me queda claro es por qué están a la mitad, exactamente ¿Dónde están las partes restantes?

-Averigualo.

.כאב-
 


 

Y así es cómo haces que una persona-ángel-demomio se retuerza de dolor.
 


 

-Muy bien, soy un maestro muy eficiente. No lo vuelvas a hacer.
 


 

-Me vas a dar las respuestas que quiero y me darás lo que falta de mis recuerdos.
 


 

-¿Y si no?
 


 

.כאב-
 


 

-Fuerte y claro. ¿Te he dicho que eres preciosa cuándo tomas el control?
 


 

-No sé, dame mis recuerdos y te digo.
 


 

Oscuridad. Por un corto lapso no pude ver absolutamente nada, cerré los ojos con fuerza y al abrirlos vi la perfección.
 


 

Me encontraba caminando por un sendero de oro puro.
 


 

Está no es la mente de Kyle. No puede ser tan perfecto. 
 


 

-Eso dolió.
 


 

Di un brinco al ver a Kyle junto a mí.
 


 

-¿Dónde estamos?- Pregunté admirando las hermosas calles.
 




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