No hay un porque, no hay una razón de todo lo que paso, solo sucedió.
Sin entender del todo, solo recuerdo un amanecer tan cálido
que a tu lado apareció.
Siendo abrumador, fuerte e intenso, pero tan tranquilo y acogedor,
sintiéndome envuelta en una gran manta cálida,
con la suavidad acogiendo mi alma,
donde el soñar, no se ve como antes lleno de incertidumbre,
ahora se siente una fantasía hecha realidad.