Entre mundos

Prólogo

Butler - Pensilvania (160 años antes)

En estos tiempos los rumores sobre vampiros y lobos eran muy comunes; creyendo que los vampiros solo salen por las noche. A los humanos les atormentaba la idea de salir a media noche por los rumores que existían, claro todo era una gran mentira que nunca descubrieron los humanos. Los vampiros si salían de día y se mezclaban con los humanos, pero la gran diferencia es que eran muertos caminando.

Uno de los grandes descendientes de los vampiros antiguos era Joseph, vivía como cualquier humano pero su mirada intimidaba a cualquiera, tiene una buena reputación por ser antiguo y buen líder , la monarquía entre los vampiros era muy distinta a los de los lobos, ellos no sé dirigían por  leyes que les prohíba algo, solo nunca revelar lo que son, la sabiduría y los años que han vivido contaba para ser respetado.

                                                                      🔥🔥🔥

En la sala del despacho, Joseph esperaba a un viejo enemigo-amigo para hablar de algunos temas entre los dos.

-Señor ha venido Kefán.-Dijo uno de sus sirvientes.

-Hazlo pasar.-dijo él, Kefán era enemigo de los vampiros ya que era un hombre lobo o licántropo, pero solo hablaban cuando algo sucedía se puede decir que solo se protegen de que cualquier humano sepa de sus especies. La puerta se abrió dejando entrar a Kefán y a una hermosa joven.

-Un gusto volver a verte Joseph.-dijo aquel.

-Igualmente Kefán pero creo que hablaremos en privado.-refiriéndose a su acompañante.

-Tranquilo es la siguiente en la familia en ser líder, mi hija Katrina.-la joven solo asintió con la cabeza, Joseph quedo cautivado por la doncella, no era como todas del pueblo, su belleza era diferente a cualquier otra.

-Bueno entonces como ya me la presentaste, va a quedarse a escuchar nuestra conversación.

-Por eso ha venido a hablar contigo quiere saber todo sobre nuestros acuerdos, yo lo se todo pero ha insistido en venir y tener una charla personalmente contigo, por eso ella se queda y yo me voy, tengo unos asuntos que hacer.-dijo Kefán

-Está bien Kefán, fue grato verte de nuevo, yo le cuento todo a Katrina.-dicho eso Kefán salió por la puerta dejando solos a Katrina y Joseph mirándose mutuamente.

-Y dime Katrina que edad tienes.-rompió el silencio entre ambos.

-24, yo no puedo preguntar tu edad me pareces que eres lo bastante mayor.¿ Porque?-dijo ella.

-Simple curiosidad, estas en lo cierto tengo muchos años.-se callo por un instante.- ¿Me tienes miedo?

-No, solo eres alguien con colmillos.- Joseph al escuchar a Katrina soltó una carcajada.

-Pero tú también los tienes, o me equivoco.- la desafió.

-Si pero yo no bebo sangre de gente inocente...- ella pensó que el se enojaría por haber dicho eso pero al contrario se lo notaba calmado.

-Te equivocas yo tomo la sangre de criminales no esta en mis comidas gente que es inocente.

-No quise decir eso, nunca había estado con un vampiro a solas.-dijo ella

-No te preocupes, es normal, mejor te hablo sobre el acuerdo que tengo con tu padre.

-Claro, a eso vine.-dijo ella.

De alguna manera los dos se sentían atraídos mutuamente pero no podían estar juntos por que no eran de la misma especie y naturalmente enemigos.

Al pasar los meses Katrina y Joseph, se fueron conociendo el uno al otro. Los dos se habían enamorado y lo que sentían era muy fuerte que nadie podría separarlos, pero no vieron las consecuencias que tendrían al enamorarse.

Hoy la vería en un jardín que es nuestro escondite, Katrina es hermosa con ella quiero pasar el resto de inmortalidad.

-Joseph.-dijo y me abrazo por atrás.

-Trina.-dije

-Te extrañe.- di la vuelta, la mire a los ojos, le di un beso tierno y sencillo.

-Mi padre cree que fui a dar una vuelta, crees que sospeche.- pregunto.

-No lo creo, tenemos que ser precavidos con esto.- le dije.

-Mi hermana está de acuerdo que este contigo, dice que es lo que mi madre hubiera querido.

-Es buena señal.-le agarre la mano.-Ven, te tengo una sorpresa.

Joseph le enseño una hermosa rosa color rojo intenso, única en su naturaleza, se sentaron en el césped charlando robándose uno que otro beso. Pasaron la noche juntos como uno, pero no acataron lo que ocurriría, se escuchaba pasos, murmullos acercándose, Joseph y Katrina se vistieron rápido al escuchar lo que se acercaba.

-No te preocupes, yo te protegeré.-le abrazo, al poder reconocer quien era que se acercaba.

-Es mi padre.-dijo ella.- nos encontraron

-No dejare que te haga daño.

Entre los arbustos salieron cinco lobos, pero sin convertirse el padre de Katrina y los dos hermanos varones, así dando en total unos ocho lobos.

-Qué creíste Joseph que nunca me iba a dar cuenta que estabas con mi hija.-grito Kefán.

-No he hecho nada malo.-dije tranquilo, tenía que parecer así por Katrina no quería que se asuste con esto.

-¡Nada! te has metido con mi hija, sabes que es un delito en nuestras tribu, ella-la señalo.- las ha roto y pagara las consecuencias.-ordeno que los cinco lobos se acercaran a nosotros, oculte a Katrina detrás de mí para que no la lastimaran.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.