Entre Nosotros

Capítulo XI

Capítulo XI

 

--- ¿Qué?, ¿necesitas un tinte nuevo? --- pregunto dudosa al escuchar la voz gastada y chirriante de Mia hablando del otro lado de la línea.

--- ¡Mierda, Jess! ¿Acaso escuchaste todo lo que te dije? --- Esquivo a una mujer que lleva unas cuantas cosas en la mano y va reclamándole algo a un niño pequeño que camina a su lado, y sigo el recorrido hasta lograr dar con la entrada de la pequeña cafetería de César.

Al entrar, el delicioso aroma me recibe de golpe y me hace cerrar los ojos por segundos.

Me he levantado temprano esta mañana y he decidido renovar de nuevo toda mi rutina antes de ir a trabajar. Volver a hacer ejercicio me ha dado la vitalidad que necesitaba y me está gustando en exceso el cómo me estoy sintiendo.

Suelto un resoplido al cruzar la puerta de cristal y todavía con el celular pegado a la oreja, comienzo a rebuscar el efectivo para cancelar.

El bullicio de la gente aglomerada pidiendo su orden, me hace pitar los oídos.

Es un desastre.

--- creí que habías entendido bien la parte en la que dije que estoy en la calle, Mia --- le recuerdo, dirigiéndome a la repisa.

--- ¡por supuesto que la entendí! Por eso estoy pidiendo tu ayuda. Estoy atrapada en mi departamento y no tengo como salir de aquí.

--- Buenos Días, bienvenida a LettyCof. ¿Qué desea ordenar?

--- Buenos días. ¿Me podrías preparar dos cafés grandes para llevar, por favor?

--- Por supuesto ¿Cómo los desea?

--- negro y con leche, por favor --- la chica morena y de ojos grandes y brillantes que está frente a mí, me observa con una sonrisa al tiempo que teclea mi pedido.

--- ¿desea crema? --- pregunta.

--- no, gracias.

Hago un malabar con la mano y me enderezo. Vuelvo a prestarle atención a Mia.

--- por favor, Jess. ¡Ayúdame! Estoy desesperada --- lloriquea falsamente.

--- ¡Vamos Mia! No creo que sea para tanto. Tal vez te guste dentro de unas horas. Dale tiempo. Necesitas acostumbrarte.

--- ¿Darle tiempo? ¡Por supuesto que no! ¡Y por supuesto que es para mucho! ¡Quedé como un maldito pimentón! No pienso salir a la calle así.

Se me escapa una sonrisa al escucharla y no puedo evitar sentir gracia por lo que sucedió.

Decidir hacer un cambio de look tan drástico, puede traer unas desafortunadas consecuencias.

Y ella, al parecer, nunca escucha.

--- ¿Va a desear algo más? --- la chica de la caja vuelve a dirigir su vista hacia mí y yo me trabo un poco. Mia no deja de hablar y mi mente se descontrola.

Mi vista de inmediato viaja a toda la estantería que está frente a mí y las tortas, tartaletas y diversos dulces llaman mi atención.

Muerdo mis labios llena de incertidumbre. La ansiedad me carcome y el diablito gordito y diabético en mi interior, termina ganando la pelea en cuestión de segundos.

--- Creo que sí, me llevaré dos de estas, dos cachitos y una de estas --- le señalo todo lo que quiero y vuelvo a concentrarme en Mia --- yo voy de camino a la oficina. Estaré libre al mediodía. Si quieres esperar un poco podría llevártelo luego.

--- recuerda que hoy saldremos, Jess. No puedo esperar tanto.

--- entonces intenta comunicarte con Dulce María. Lo más seguro es que esté en casa…

--- sí, roncando. La estuve llamando, no contestó. Eres mi única salvación, Jess. Por favor. ¡Estoy del asco! ¡Prefiero quedar calva antes de salir así!

Esta vez no me inmuto en contener la risa.

--- ¿una mierda?

--- una total mierda --- afirma --- No vuelvas a consentirme hacer algo así nunca más.

Suelto un suspiro de resignación y sonrío.

--- De acuerdo. Intentaré solucionarlo ¿vale? Te estoy avisando.

--- ¡Gracias! ¡Gracias! Eres un amor.

Ruedo los ojos e intento cerrar el trato.

--- ¿quieres que compre ahora un rosa intenso? --- me burlo.

--- mataría porque me quedara bien, pero no, prefiero ir a lo seguro.

--- ¿y lo seguro es…?

Suelta un suspiro de resignación antes de sorber por la nariz, y escucho un gran chirrido al fondo como si arrastraran una silla.

--- negro. Negro azabache.

--- Está bien. Tal vez convenza a Adam para que te lo haga llegar si no puedo salir de aquí. Espéralo ¿de acuerdo? --- le explico, antes de colgar.

La chica de sonrisa dulce, coloca mi pedido en una bolsa junto a un cartoncito donde encajan los cafés y lo desliza hasta tocar mis nudillos.

Guardo el celular y le entrego el dinero.

--- espero lo disfrute. Que tenga un excelente día.




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