Entre Nosotros (sc Libro 0.1)

1. Él

Julissa

Muy atenta al mapa de la NYU, finalmente logré llegar a mi salón. Mi primera clase era Historia, sección 5, con el profesor Henry Thomas Murf, que según su historial académico, lleva ya un par de años en esta universidad y no habían demasiadas quejas con respecto a él.

Con mucho entusiasmo me adentré en el salón, era la primera en llegar, el lugar estaba vacío. Pues llegué con 15 minutos de anticipación, lo cual creo que fue algo exagerado, pero mejor, así elijo libremente mi asiento.

Me decidí por la esquina de la primera fila. Necesitaba sentarme enfrente para poder estar bastante atenta y de paso tener una buena panorámica del salón e ir analizando y conociendo un poco a cada quién. Así veré más fácilmente con quién puedo trabajar en el futuro si es que necesito ayuda o algo parecido.

Acomodé mis cosas y esperé pacientemente hasta que varias personas comenzaron a ingresar. En poco tiempo, el salón se llenó casi por completo. Probablemente éramos más de 40 alumnos aquí metidos, sin embargo, mi vista estaba clavada en cierto chico en específico.

Tenía el cabello algo oscuro, largo y lo llevaba revuelto, era sumamente alto y se le notaba a leguas que practicaba algún deporte. Tuvo el descaro de utilizar una camiseta un poco (bastante) ajustada que marcaba su torso definido. Evidentemente no era de aquí, sé que debía que ser de la costa por su perfecto bronceado dorado. Tal vez ¿Californiano? ¿Florida? Algún lugar con playa.

Incluso tenía aires de latino.

Había muchos chicos atractivos por acá, él no era el único, sin embargo, éste se encontraba más cerca que los demás. A tan solo unos cuatro asientos de mí.

Se encontraba algo serio, pero no parecía de mal humor tampoco. Solo, serio.

Me pregunto cómo será su sonrisa. Una de las cosas que más me atraen de un chico es esa característica, así que si quería verla, tendría que hacer algo al respecto. Aunque por los momentos, era demasiado cobarde como para hablarle.

Si no fuese tan atractivo, ya estaría sentada a su lado. Nunca he sido demasiado sociable, pero todo depende de las circunstancias, en esta de ahora, había olvidado todos mis conocimientos de sociabilidad.

El profesor finalmente hizo presencia, así que olvidé por un momento al moreno y me centré en la presentación del docente.

Muy cerca, escuché un lápiz golpeando repetidas veces un escritorio. No era muy fuerte, pero tenía cierto ritmo luego de un rato. Me giré hacia mi izquierda, era el chico ese quien ahora era el que me veía a mí. Sus ojos eran casi mieles, aunque seguramente era por la luz, pero en sí, tenían una mirada suave en mí. Me guiñó un ojo y sonrió ligeramente de lado antes de seguir viendo en frente.

Ok, eso me alborotó.

Respiré profundamente y seguí con lo mío hasta que pasaron lista. Estuve atenta a escuchar mi nombre, sin embargo me distraje un momento cuando dijeron este nombre:

-Demian Roberts.

Y el moreno respondió con una voz profunda.

Con que así se llama.

Interesante.

Sabía que él también es listo, así que cuando dijeron mi nombre, me aseguré de que se escuchase fuerte y claro un "presente".

Noté que me miró, pero muy levemente. Parecía que el interés era mutuo y eso me agradaba. Creo que eso me daba algo de valor de acercarme, aunque no lo suficiente. Además vine aquí a estudiar, no a ligar, debo centrarme.

Luego de haber pasado 50 minutos escuchando al profesor, nos tocó salir. Le di una última mirada a Demian y salí para apresurarme y llegar temprano a mi otro salón. Aun soy nueva, así que no conocía las instalaciones muy bien. Aunque digan que ésta no tenga un campus "oficial" realmente lo tiene, hay un parque en el centro, que es como el patio y los edificios alrededor son salones, la biblioteca, cafetería y demás. Es bastante única esta universidad, prácticamente está mezclada con la ciudad de Manhattan y también es enorme, hay demasiados edificios altos, con muchísimos salones confusos.

Me paré unos segundos en medio del pasillo para analizar si iba en la dirección correcta. Una mano en mi hombro me sorprendió, me giré de inmediato algo asustada, sin embargo solo era Demian.

El guapo moreno que ha llamado mi atención.

-dejaste esto en tu asiento. -dijo extendiéndome un papel. Era mi horario. Seguramente cuando lo revisé para ver mi próximo salón, se me cayó. Me salvó la vida porque todavía no aprendo todo eso.

-Dios, gracias, no me había dado cuenta. -dije tomando el papel.

-No hay de qué, Julissa. -sonrió ligeramente. Mi nombre saliendo de su boca, se escuchaba tan bien. -¿te molesta si te sigo? Revisé y tenemos un par de clases juntos, y justo ahora me toca en tu mismo salón.

No se me cayó la mandíbula al suelo porque la apreté fuertemente. No podía creerlo. Quería centrarme en mis clases, pero con él será bastante complicado.

-¿sigues ahí? - chasqueó los dedos frente a mi cara y soltó una risita. Cada cosa que hacía, lo hacía más atractivo.

-oh, lo siento, es solo que... -intenté no centrarme en su rostro e inventarme alguna buena excusa creíble para no quedar como estúpida.

Él volvió a reír.

-¿te pongo nerviosa?

Suspiré pesadamente y por pocos segundos, visualicé su rostro.

-tranquila, no morderé. Parece que tú estás más ubicada que yo aquí, así que me harías un gran favor si me dejas acompañarte.

Tragué en seco. Estaba siendo muy amable, además seguramente no conoce a absolutamente nadie de por acá, así que no quise ser grosera, así que con una mirada al mapa que indicaba que solo serían un par de minutos de camino, lo miré por tercer vez y en esta ocasión sí sostuve la mirada.

-está bien... aunque soy de primer ingreso y tampoco conozco mucho.

-Mejor perderse acompañado que solo, es menos vergonzoso. -bromeó haciéndome reír. -Bonita sonrisa.

Me limité a sonrojarme y darme la vuelta. -vamos.




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