Julissa
-¡chicos! -encontré a dos amigos, ¿se nos pueden unir no? -Madelyn habló mientras nos acercábamos a un grupito de dos chicos y una chica.
-oh, claro. -habló uno de ellos, quien sostenía dos cubos de palomitas.
-Él es Demian. -lo presentó con una sonrisa sin soltarse de su brazo. Él, por su parte, solo alzó la mano en un ligero saludo incómodo.
-¿y la chica? -El otro de los chicos preguntó.
-ah, ella es Julissa, es mi compañera de clase. -Me presentó y a diferencia de su presentación anterior, esta vez sonó menos animada.
-un gusto. -me limité a decir.
-Tina ¿nos consigues 2 boletos más por fa? -Madelyn le habló a la chica desconocida, que al parecer no me percaté que llevaba el uniforme del cine.
-agradece que te debía un favor. -habló con cansancio y se retiró. Miré a Demian unos segundos, la chica no se le despegaba o le paraba de hablar. Realmente es intensa, perdí la cuenta de cuántas veces me insistió en darle su número y nunca se lo di. Estaba muy dispuesta a llamar la atención de Demian.
-aquí están, pasen a la sala ocho, son los asientos de en medio, la función va a comenzar. -Tina apareció nuevamente y le dio los boletos a Madelyn, quien los recibió con una gran sonrisa.
Caminé tras mi supuesto acompañante, con los otros dos chicos detrás y los seguimos hasta nuestra sala. No estaba completamente lleno, pero sí que se cubrían muchos puestos. Nos dirigimos hacia los asientos del centro y miré a mi alrededor sin saber dónde sentarme.
-Demian y yo estaremos de este lado, Juli, espero no te moleste sentarte con los chicos en la otra fila. -sin dejarme siquiera hablar, jaló a Demian hacia la fila derecha, mientras que yo, quedé en el lado izquierdo, justo en medio de ambos desconocidos. Quedamos a un pasillo y dos asientos lejos, genial.
Me ofrecieron palominas al principio de la película, pero las rechacé, se me había quitado el apetito.
Mis ganas de irme del cine eran enormes luego de quizá media hora. Ni siquiera estaba disfrutando la película. No podía prestarle atención con un chico a mi lado derecho, hablándole al de la izquierda. Bien podría pedirles que cambiemos de puesto, pero no quiero eso, quiero largarme. Miré a Demian, Madelyn lo abrazaba todavía, él miraba fijamente a la pantalla sin hacer mucho gesto.
No me agrada nada la situación.
Así que muy decidida, mejor me puse de pie, con la excusa de ir al baño. Necesito relajarme un poco mientras la peli acaba. Luego de eso, me despido y me voy a mi casa.
Me fui de ahí, salí de la sala y me metí en los baños. Tomé aire y me vi al espejo. Perdí bastante tiempo, quizá unos veinte minutos metida en un cubículo. Eso me hizo pensar en que lo mejor era irme y luego inventar una excusa para mi repentina desaparición.
Eso porque desde que Madelyn apareció, tengo un sabor agrio en la boca. Demian y yo la estábamos pasando realmente entretenido, hasta que ella vino y prácticamente me apartó de una patada. Hizo que me sentara al lado de dos de sus amigos quienes no paraban de hablar, mientras ella permanecía con mi acompañante, abrazándolo como garrapata. No quiero seguir aguantándola.
Salí de los baños y caminé hasta la salida, me tomó totalmente por sorpresa encontrarme a Demian sentado en la acera frente al cine, con el semblante ciertamente perdido. Ni siquiera me notó.
¿Me vino a buscar? Me desaparecí hace mucho rato. Tal vez se preocupó y quizá creyó que ya me había ido. ¿Realmente se zafó de las garras de Madelyn por mí?
-¿Demian? -aunque sabía que era él, mi voz sonó a pregunta, como si creyera que era una alucinación.
Él se giró de inmediato y se puso de pie, me tomó totalmente por sorpresa cuando me rodeó con sus brazos, sí, me abrazó y sentí su alivio al verme.
Fue una sensación extraña, pero muy agradable, olía bien y se sentía cálido. No pude rechazar su acción.
-creí que te habías ido, salí a buscarte y no vi a nadie. -dio un paso atrás, pero sus manos se quedaron en mis hombros.
-seguía en el baño, pero sí pensé irme. -dije ciertamente nerviosa por su cercanía.
-debí haberle dicho que no a Madelyn cuando nos arrastró dentro del cine. Seguro pasaste un mal rato... en verdad que lo siento.
-Tú no tienes la culpa de nada.
-fue mi idea la del cine. -bajó sus brazos, al igual que su mirada.
-No sabías que ella estaba aquí.
-igualmente me siento culpable. Nos la estábamos pasando muy bien y todo se arruinó.
-no te preocupes... supongo que ya no podemos hacer nada para volver atrás.
-no... pero todavía podemos recuperar la hora perdida dentro del cine. -sonrió ligeramente.
Parpadeé repetidas veces, confundida.
>>yo también me la pasé sumamente incómodo y no quisiera acabar la noche de esta manera. Así que ¿qué dices si nos escapamos de la loca esa y vamos a otro lugar?
-pero... ¿dónde iríamos?
-tengo uno en mente ¿quieres venir? -Me ofreció su mano. -Vinimos para que te despejaras de tus problemas, quiero terminar de cumplir lo prometido.
-yo... no sé.
-por favor... -se acercó a tomar mi mano y la estrechó suavemente. -quiero que regreses a casa con una sonrisa. No con un mal sabor de boca. Yo también quiero lo mismo.
Lo pensé muy bien, tiene razón. Decidimos que esta salida sería hoy porque realmente me la estuve pasando mal por lo de mis hermanos. Era para despreocuparnos, lo cual lo habíamos logrado hasta que Madelyn nos separó y comenzó a ignorar mi presencia para robarse a Demian, logrando que así no me sintiera cómoda al lado de dos extraños.
Todavía estábamos a tiempo de escaparnos de Madelyn. Es temprano, podríamos hacer alguna actividad para olvidarnos del percance, sin problema alguno. Me recordó a la vez de la fiesta en donde me propuso ir a caminar por ahí luego de haber golpeado a aquel chico y que me negué por falta de confianza. Creo que ahora puedo confiar en que me guíe al lugar misterioso que tiene en mente.