Entre Nosotros (sc Libro 0.1)

24. Intimidante

Demian

Avancé por la biblioteca, observando a mis alrededores, subí al segundo nivel y justo en una esquina solitaria la vi. Juli se encontraba muy concentrada en sus libros. Estamos entrando a exámenes de fin de semestre nuevamente y ella está dándolo todo para mantener su índice elevado.

Me acerqué sin hacer ruido. Ella no levantó la mirada en ningún momento y eso me causó gracia. Moví el asiento a su lado, lo cual la hizo brincar en su lugar, pero se relajó de inmediato.

-¿Qué tal está mi hermosa, casi, novia? -besé sus labios suavemente.

-pensé que teníamos un trato, Demian. -rió. -¿me recuerdas cuál es?

-Evitar muestras de afecto dentro de la Uni. -dije y señalé a nuestro alrededor -pero no hay nadie ni a 10 metros quizá.

-esta vez te lo perdono, pero que te quede como lección. -sonrió y tomó el cuello de mi camisa para volverme a besar, esta vez menos breve. Sonreí.

-¿lista para esta noche? -le pregunté una vez nos separamos.

-¿Qué hay esta noche?

-la cena, con mis padres. -le aclaré.

-¿hoy? ¿No será el próximo viernes?

-Hoy mi padre me confirmó tener libre.

-no puede ser, Dios santo. Lo había olvidado. Tengo mucho que estudiar... He estado muy distraída últimamente. -se frotó la cara con frustración.

-tranquila, todavía hay tiempo, la cena es hasta las 7.

-sí, tienes razón, espero que a Carter hoy no se le ocurra salir, de lo contrario tendría que llevarme a Louisa conmigo.

-No creo que haya problema si lo haces.

-sí, por ti quizá no, pero no sé si tus padres pensarán lo mismo.

-podría buscarte una buena niñera si quieres.

-Lou ha tenido muchas niñeras y créeme que no quiero hacer sufrir a nadie más y dudo que encuentres una disponible para hoy mismo. Aunque no te preocupes por eso, hablaré con Carter.

-¿Tan tremenda es?

-realmente no le cae bien todo el mundo. Tú fuiste un milagro.

-te dije que los niños me adoran.

-¿Y tú a ellos?

-También. -sonreí.

-Dem, he estado pensando un poco y bueno, las vacaciones de verano se acercan y aprovechando eso me gustaría hacer un plan contigo.

-¿Qué tipo de plan?

-sí, quiero que conozcas al resto de mis amigos. En su mayoría, son hombres, aunque creo que ya sabes por qué.

-Carter. -aclaré.

-Sí y realmente me haría mucha ilusión presentarlos. Podemos ir a la playa. Claro, las playas de acá no se han de comparar con las de California, pero seguro podríamos pasar un buen rato. En su mayoría son muchísimo más agradables que mis hermanos, así que dudo por completo que te hagan escenitas.

-Bueno, suena bien. Arma el plan y me avisas. Pero recuerda que tiene que ser antes de que me vaya a California.

-sí, lo tomaré en cuenta. Ah y recuérdame de darte un paquete cuando te vayas a ir, le mandaré un regalo a Charlotte.

-mira, qué considerada.

-creo que la puedo considerar mi amiga, las amigas nos podemos enviar regalos.

-Bien, te lo recordaré. -besé su mejilla y me puse de pie. -Ahora, no te distraigo más. Iré a mis entrenamientos y pasaré por ti a las 6:30. Si surge algo, te llamaré.

-Suerte. No te vayas a dislocar nada. -bromeó a lo lejos. Le lancé un beso y bajé las escaleras para salir de la biblioteca.

Corrí al estacionamiento y subí al bus de transporte hacia el campo de entrenamiento. Esto me distraerá de pensar en todo lo malo que podría ocurrir esta noche. Mi padre es totalmente impredecible y no tiene ningún filtro al hablar, aunque Juli sea prácticamente perfectamente aceptable para cualquiera, él se tomará la tarea de introducirse a su cabeza e intentar cualquier cosa. No se tomó muy bien la noticia de saber que tengo pareja. A él tampoco le parecía prudente porque sería una "distracción". No obstante, aceptó la cena para poder evaluarla.

Evitaré a toda costa cualquier percance o conversación que llegue a incomodar a Julissa. Tendré al abuelo apoyándome en todo momento al menos. Mi madre... ella jamás se pondrá del lado de nadie. Nunca interviene en nada. Le encanta hacerse de espectadora, lo cual siempre ha sido un problema sin solución, pero creo tener lo suficiente para mantener a raya a mi padre.

***

-Evita un poco el contacto visual, él suele usar mucho eso a su favor y opta por respuestas cortas a sus preguntas y si alguna de ellas te incomoda, no le digas nada y solo dame una mirada para saberlo. -le dije a Juli mientras subíamos el elevador.

-¿realmente es tan intimidante?

-Para mí no, claro, es mi padre, pero para ti quizá lo sea.

-Intentaré darle una buena impresión... con tu mamá no creo que haya sido así.

-mamá nunca se entromete en mi vida, así que le da igual cómo te comportes, él... es otro asunto.

-daré lo mejor de mí...

-no te sobre esfuerces, recuerda que no importa lo que vaya a pasar, eso no hará ningún cambio en lo que tenemos. -le sonreí calmándola de inmediato. Ella asintió y el elevador finalmente se detuvo y abrió sus puertas.

Ingresamos al pent-house y la primera persona que nos recibió fue el abuelo, eso relajó un poco a Juli, no veía señales de mis padres por ninguna parte, ya es la hora acordada, se supondría que estarían aquí a tiempo. Miré mi reloj y escuché una puerta abrirse para luego escuchar las pisadas de los típicos y diarios tacones de aguja de mi madre.

-Espero no haberlos hecho esperar. -Mamá dijo una vez notó nuestra presencia.

-Acabamos de llegar, mamá. -me acerqué y besé su mejilla.

-que bueno, no me gusta hacer esperar a la gente. -dijo y miró a Juli y al abuelo. -¿Pasamos a la mesa?

-¿dónde está papá? -le pregunté.

-Se atrasó en una reunión, pero ya viene de camino. Dijo que podíamos adelantarnos, además seguro nuestra visita tendrá hambre. Así que sentémonos y entremos en ambiente. -mamá nos animó con una sonrisa. Por algo es que papá la deja organizar las fiestas de la empresa, es excelente anfitriona.




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