Entre Nosotros (sc Libro 0.1)

25. Intimidad

Julissa

Diciembre

-¿de verdad ya llegó navidad otra vez? -hice un puchero imitando a mi pequeña hermana.

-sí, el tiempo pasa volando, pero solo serán 4 semanas en California. -Demian acarició mi mejilla.

-Un mes sin ti... será raro, pero lo soportaré. Aunque dudo que Lou haga lo mismo. -reí al ver a mi pequeña hermana dormida en el regazo de Demian.

-sobrevivirá. -dijo y con mucho cuidado, la alzó y la cargó sin despertarla. -la llevaré a dormir.

Asentí y lo acompañé a la habitación. Acomodamos a la pequeña en la cama y procedí a hurgar en mis cajones en busca de mi regalo para Charlotte. Demian se va en dos días a pasar las festividades en California y tenía algo para su mejor amiga.

Una vez encontré la cajita, se la puse en manos a Demian y éste la miró con curiosidad.

-Es para Charlotte. -le aclaré.

-pero... ¿puedo ver qué es?

Reí y asentí. Él quitó la tapa y dejó a la vista el collar con cristales verdes en él.

-¿Por qué esto es muy estilo Charlotte? Solo la has visto dos veces.

-pero por ti, la conozco lo suficiente para saber que le gustará. Ahora, salgamos de aquí, no vayamos a despertar al terremoto. -le indiqué e hice un movimiento con la cabeza hacia afuera.

-¿tus padres están de turno otra vez? -me preguntó mientras se lanzaba nuevamente al sillón.

-sí, creo que vendrán hasta mañana a medio día, lo bueno de quedar sola con Lou no es nada aburrido.

-a veces suena entretenido eso de tener hermanos.

-tal vez si son pequeños y si te gustan los niños. -me encogí de hombros y tomé asiento a su lado, recostando mi cabeza en su hombro.

-¿los mayores no son divertidos?

-solo cuando quieren y les conviene. Al menos los míos así son.

-Mi meta en la vida es tener mi gran familia y que sea lo más unida posible.

-Seguro lo lograrás.

-bueno... si en un caso fuera contigo, eso estaría asegurado.

-llevamos siendo novios 7 meses y ya estás pensando en hijos. -me levanté de su hombro y me reí nerviosa.

-es válido soñar. -sonrió y se acercó a mí. -¿no puedo imaginar una familia contigo?

-sí, puedes pero...

-ir lento no es algo que precisamente vaya con nosotros.

-bueno, en ese caso si en algún futuro pasa, yo elegiré el nombre de los niños. -bromeé.

-eso es algo injusto.

-Tú ya le estarás dando el apellido.

-bueno, al menos déjame dar mi opinión cuando elijas.

-eso lo veremos. -lo fulminé con la mirada y reí en cuanto él me jaló hacia él.

Caí en su regazo y comencé a sentir cosquillas por todas partes. Intenté callar mi risa, no quería despertar a mi hermana, pero me era imposible. Aunque supuse que él sabía eso, así que no duraron mucho los movimientos de sus dedos sobre mi abdomen y costados. Me quedé quieta un momento, recuperando el aliento y lo vi, él parecía muy a gusto. Golpeé su pecho ligeramente y me enderecé con su mirada fija en mí.

-¿qué? -le dije.

-Nada, me gusta verte y tenerte cerca. -sonrió con su inigualable y carismática sonrisa. Alzó sus manos y las dirigió a mi cintura. Esta vez no para hacerme cosquillas, sino para rodearla y abrazarme.

-¿no es algo tarde ya?

-¿me intentas correr de tu casa?

-no, no, claro que no. -defendí de inmediato. Él rió y alzó ligeramente el rostro para acercarlo a mí.

-¿entonces qué importa la hora?

-que no quiero que te metas en problemas.

-yo no soy tan bien portado como tú, puedo llegar a la hora que sea y no habrá problema. -acercó el rostro a mi cuello y dejó un pequeño beso recordándome a aquella noche en el elevador donde pasó lo mismo. -¿estás temblando? -preguntó contra mi oído.

-Me pone nerviosa tenerte tan cerca.

-pensé que ya no te ponía nerviosa luego de tanto tiempo.

-Sí lo haces.

-¿quieres que me detenga? -su aliento rozó mi cuello nuevamente. Cerré los ojos y negué con la cabeza. Sentí uno y otro beso a lo largo de toda la piel. Se sentía bien.

Alejó su rostro de mí y lo vi con la intención de protestar, pero no pude hacerlo, me besó. Esta vez de una manera lenta y se sentía increíble. Nunca me había besado así. Lamió y chupó mis labios, incluso los mordisqueó sin causarme daño y luego introdujo su lengua.

De todos los besos que nos hemos dado, este era mi favorito.

Me acomodé en su regazo o al menos hice el intento ya que sus manos detuvieron mis caderas de manera brusca.

-¿qué pasa? -le pregunté confundida.

-realmente no quieres moverte. -dijo sin verme.

-Solo quiero acomodarme...

Él soltó una risa gruesa.

-créeme que no deberías. -alzó la mirada y negó con la cabeza.

-¿por qué?

-¿quieres averiguarlo? -fruncí el ceño y me moví, él me dejó hacerlo y me sentí totalmente avergonzada cuando me percaté de un bulto creciente en sus pantalones.

Puedo no saber mucho de temas sexuales, pero sé lo que significaba eso. Mi rostro se puso rojo totalmente.

>>realmente causas mucho en mí y eso forma parte de ello y no creo que deberíamos provocarlo más, tan pronto. -rió ligeramente y besó mi mejilla. -¿Vemos una peli?

Asentí y me puse de pie. Eso hizo que soltara un suspiro, supongo yo, calmando a su cuerpo.

-¿Hacemos palomitas? -le pregunté rompiendo el hielo.

-claro. -sonrió más calmado.

Vaya experiencia...

***

-Julissa, no lo puedo creer. -Nelly me miró con sorpresa.

-No fue a propósito. -aclaré.

-pero es una buena señal. -sonrió de manera perversa.

-¿por qué lo dices?

-bueno... él está comenzando a sentir cosas nuevas y eso significa que podrían ir por otro escalón más, si sabes a lo que me refiero. -me guiñó un ojo y yo cubrí mi rostro con un cojín de mi sillón para tapar mi vergüenza.

No debía, pero sentí la necesidad de contarle la situación a Nelly y ahora no sé si arrepentirme.

-Nosotros no somos tú y Carl. -hundí mi rostro en el cojín.




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