Entre pasos y promesas

Capítulo 15: Bajo las luces del triunfo

Élodie

Nunca había sentido algo así.

El escenario está vacío, pero la energía del público aún flota en el aire, como un perfume denso y dulce. Afuera, los aplausos continúan. Me llaman para un segundo saludo, pero esta vez… no voy.

Estoy con él.

En uno de los camerinos laterales, sentados en silencio, mientras la ciudad grita nuestro nombre allá fuera.

—No sabía si ibas a dejarme quedarme —dice Edward, con una sonrisa temblorosa, tan distinta de sus habituales muecas arrogantes.

—Tampoco yo —respondo, con honestidad.

Me toma la mano con cuidado, como si aún temiera romper algo frágil.

—No quiero volver a interponerme en lo que amas. Solo quiero… formar parte de ello. De alguna forma.

Lo miro.

Él ya lo es. De formas que ni siquiera entiende.

—Entonces no te vayas mañana. Quédate para la última función —le digo, bajando la voz—. Pero no como patrocinador. Ni como invitado.

Sus ojos se clavan en los míos.

—¿Y cómo debería quedarme?

—Como alguien que esté dispuesto a bailar conmigo. Aunque sea fuera del escenario.

Por primera vez, Edward Cavendish asiente sin reservas.




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