-Joven Leo esto es serio, debe mejorar su actividad física para que su enfermedad no pase a peores.
Comentó con preocupación en su voz el medico sentado frente a mí.
―Sus riñones ya fueron afectados, debe hacer algo al respecto.
Por fin después de tantos regaños de parte de mi doctor me dejaron salir junto con mi madre muy molesta.
-¿Cuántas veces te lo he dicho Leo? Debes cuidarte, esto no es cualquier cosa, tu vida esta en riesgo y estas de lo más tranquilo.
Reprocha mi madre en tono de regaño.
-¿Mi vida? No creo que sea tanta cosa mamá. No seas exagerada. Ya se me pasará, y que pereza hacer ejercicio.
Puse los ojos en blanco ante los múltiples regaños de mi madre sobre el tema que el doctor habló hace un rato.
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¿Qué tal si te presentamos a nuestro tierno protagonista? Leo un estudiante común y corriente... Broma, no estábamos en una película gringa. Leo es un jovencito de 16 años que se está alistando para la universidad, tal vez algo más temprano de lo necesario, pero Leo es un alumno ejemplar que logro adelantarse un año del colegio, técnicamente debería estar en décimo, pero esta en undécimo. Tal vez te preguntas, ¿qué fue lo del doctor? Chismoso, pero porque no dejamos que el mismo Leo lo cuente a su tiempo, es un muchacho medio raro, pero les caerá bien.
Después de su visita al doctor y a su madre reclamando el hecho de que Leo no se a estado cuidando lo irritó bastante. Fue hacia su habitación y se fue directo hacia su cama, tirándose sobre ella boca arriba.
-¿Yo? ¿Morir? Lo dudo mucho, como si tuviera cáncer o algo así... No entiendo porque se preocupan, es molesto.
Si, Leo es algo castroso, detesta que se preocupen por él, lo hace enojar, pero no es por una mala razón, simplemente no sabe como llevar las preocupaciones de las personas a su alrededor y la toma como una carga. Que él es una carga.
Soltó un largo suspiro al aire para tranquilizarse, se levantó de su cama y salió de su habitación en directo a la cocina en donde estaba su madre.
-¿Mami?
-Dime cariño...
Murmuró.
Se acercó a su madre y la abrazo pasando sus brazos por su espalda.
-Perdón... te prometo que no te quería hablar mal, estaba molesto, pero se que no es justificación. Discúlpame.
Expresó con dificultades ya que expresarse no es una de sus mayores virtudes.
Su madre respondió con un suspiro antes de completar su respuesta.
-No te preocupes mi vida, se como son las cosas... ¡Pero hay de ti si me vuelves hablar así!
Talo de la oreja a su hijo Leo con un poco de fuerza.
-¡Ey! Eso no se vale.
Reprochó sobando su oreja.
-Y yo no soy una exagerada
Completó con una mirada seria pero la cambio a una risa divertida.
-La comida esta en veinte, haz lo que quieras pero avísale a tu hermana.
-Si señora.
Leo avisó a su hermana con un grito en su puerta antes de ir al ático de su casa, en ese lugar con suerte solo había ratones por lo cual le gustaba ir allí para hacer sus pasatiempos favoritos, pero sobre todos estaba la pintura, su artista favorito, Vicent Van Gogh, no solo por sus bellas e exóticas pinturas, si no también por su difícil historia. Le gustaba pintar ya que era una forma de ignorar el resto del mundo, solo eran él, sus pinturas y lienzos. Le servía para confrontar su estrés y ansiedad.
Ahora que esta distraído y por fin se callo, déjame contarte algo de su vida, un pequeño resumen. Leo vive solamente con su madre y hermana, su padre se casó como unas cuatro veces pero de esas solo la última esposa le cayó bien a Leo, sus dos únicos amigos se llama Daniel y Nicolás, se conocen desde pequeños y aparte sus madres son amigos, el combo completo. Su pasión por la pintura despertó como un lugar de protector y seguridad para él, ahora te cuento lo que probablemente te estés preguntado. Leo sufre de TAS y de Lupus, TAS en el trastorno de ansiedad social, lo que lo lleva a no saber como tener interacciones con casi todas las personas y prefiere pasar desapercibido. El Lupus es una condición heredada por parte de su padre, el Lupus es una condición que afecta directamente al cerebro, haciendo que este perciba a los órganos del cuerpo como amenaza, mandando a atacarlos, en pocas palabras el cuerpo se mata así mismo. El Lupus de Leo ya esta bastante avanzado ya que lo descubrieron a sus nueve años y él jamás se interesó en cuidarse lo que lo llevo a sufrir de fallo renal, al punto de orinarse encima, pero jamás sintió la necesidad de cuidarse.
-¡A comer!
Grito la madre de Leo desde la cocina.
Leo dejo sus pinceles y pinturas a un lado y se dirigió hacia la cocina para comer.
Las personas que sufren de TAS no lo enfrentan de la misma manera, cada quien tiene su forma de ver el mundo, estas personas no son la excepción. Leo reacciona de manera diferente a como actúan las demás personas, tal vez que una persona se acerque a otra para tener una conversación es algo totalmente normal y no es algo para preocuparse, pero las personas con TAS lo toman de una forma diferente, sentirán el miedo de equivocarse en palabras o gestos al hablar, y sentir el miedo interno de que se burlen de esté, esto también se le conoce como sobre pensar, algo muy común en las personas con TAS. Por supuesto que esta afección no limita a la persona a tener amigos, claro que pueden tener amigos, pero sus conversaciones e interacciones pueden ser muy diferentes al resto de personas.
En el caso de Leo él si tiene amigos, dos en total, y se siente totalmente cómodo con ellos, ya que comprenden su situación y lo apoyan y lo tratan como él se sienta cómodo, claro que no siempre piensan lo mismo, pero hacen su esfuerzo para salir de sus burbujas y comprenderse mutuamente. Leo es un genio en el colegio, como lo social no es lo suyo se enfocó en sus estudios y desde pequeño la ciencia y la mecánica le intereso mucho. Eso lo llevo ascender de nivel escolar.