Entre Piratas

Día 13


   Me deje embaucar por Bonnet. Me encerró en los calabozos dentro del < Venganza de la reina Anna>> Al menos, no volvería a ver a esos piratas que tantos problemas me causaron pensé.

Compartí celda con un chico de más o menos mi edad, de raza africana y con el pelo rapado. Su nombre era Mamadou, fue vendido como esclavo y trasladado en un negrero ingles hasta América. En ese barco aprendió a hablar un poco de ingles solo escuchando a los marines. El negrero fue atacado por Barbanegra que lo secuestro y lo encerró junto con otros niños en diferentes celdas, los adultos fueron dejados a la deriva y solo se quedaron con los niños.

Le pregunte por que solo querían a los niños pero no me supo responder.

Al día siguiente un pirata me trajo un plato de comida, lo lanzo por debajo de las rejas. No había podido dormir muy bien, no estaba acostumbrada al frio y duro suelo. En el plato de comida había una sardina y una galleta, Me comí el pescado con todo el ansia del mundo, estaba muerta de hambre. Golpee la galleta contra la pared y me la comí.

—¿Que hacer? —me pregunto Mamadou.

—Es para quitar los insectos de las galletas —le respondí.

Mamadou frunció el ceño.

—¿No gusta bichos? en mi país comerlos.

—No, no me gustan —le respondí.

Me fije en el collar de cuentas que tenia colgado en el cuello, era precioso. Las cuentas estaban hechas de piedrecitas con colores muy llamativos, talladas en espiral en forma de caracolas.

—¿Donde lo has comprado? —le pregunte.

—No comprar —dijo enseñándomelo—. Mi madre regalo en cumpleaños.

Durante varios días estuvimos encerrados. Por el día no aparecía ningún pirata salvo a la hora de comer. Contábamos los días con una piedra que rasgábamos contra la pared, todos los días hacíamos siempre lo mismo, nos levantábamos por la mañana y nos contábamos historias de nuestras vidas antes de ser secuestrados, luego comíamos para después jugar al Mancala; un juego africano que me enseño Mamadou en que utilizábamos piedras y semillas de las galletas para jugar, también escuchábamos las conversaciones de los piratas que estaban en la habitación de al lado. Así descubrimos que nos dirigíamos a las Américas y que los piratas tienen un vocabulario de juramentos bastante amplio a pesar de ser analfabetos.
Más tarde cenábamos y volvíamos a dormir. Pero uno de esos días se rompió la rutina.

Era de noche, estábamos a punto de irnos a dormir cuando Bonnet entro en los calabozos.

—Hoy, uno de vosotros va a salir fuera.

Me levante entusiasmada. Por fin, nos iba a sacar de allí a uno de los dos. Bonnet señalo con el dedo echándolo a suertes eligió a uno.

—El elegido va a ser hum... El nuevo.

El nerviosismo invadió mi cuerpo, Mamadou no parecía muy contento, tenia la mirada perdida. Me despedí de él pero me ignoro, sabia lo que iba a pasar.

Bonnet me saco de la celda. Entramos a la cubierta media, el excesivo silencio me pareció extraño no vislumbre ningún pirata por esa zona, en el anterior barco me di cuenta de que solía ser un zona muy transitada pero estaba vació. Subimos las escaleras hasta la cubierta superior, allí estaban todos los piratas arremolinados en un circulo esperando. Mientras bebían ron y cantaban una saloma marinera.

¿Cual es el barco más grande de todos?
¡Hey-jo, dear Queen Anne!
Navega orgullosa, veinte cañones por banda
¡Hey-jo, dear Queen Anne!
La fragata Concordia era su antiguo apodo
¡Hey-jo, dear Queen Anne!
El Capitan Teach aumento su fama
¡Hey-jo, dear Queen Anne!
¡Queen Anna's revenge is called!
Surcando los mares no tienes rival
¡Queen Anna's revenge is called!
A todos los barcos hundes en el mar.

Bonnet los callo a todos antes de que terminaran la canción.

—Chicos ya tenemos espectáculo para esta noche.

Los viejos lobos de mar se quejaron por haberle cortado la canción. Bonnet ordeno de nuevo silencio y explico en que consistía el espectáculo esa noche.

—Calmaos, vamos a hacer algo mejor que cantar canciones, vamos a ver una pelea.

Quise escapar, pero estaba atada de manos. Si me habían sacado de los calabozos no era para hacerme trabajar o venderme a algún burgués, sino para usarme de divertimento.

Gritaron entusiasmados rodeándome. Me sentí muy intimidada al ver tantos piratas mirándome con botellas de vino y empujándome al centro del círculo.

Otro bucanero acerco a un niño al centro del círculo, era africano al igual que Mamadou, pero más alto que yo. El chico sabia lo que tenia que hacer, era como si hubiera estado toda la vida entre piratas, golpear o ser golpeado.

Lanzo un puñetazo que hizo estrellarme hasta al borde del circulo. De un empujón me devolvieron al centro. Cuando volví aprovecho para golpearme y tirarme al suelo, se colocó encima y siguió golpeándome. Yo intente protegerme cubriéndome la cara con los brazos, pero no sirvió de nada. Mi cara estaba llena de moratones y magulladuras. Bonnet, me saco del círculo un tanto nervioso miro hacia la cubierta del capitán llevándome de vuelta a la celda.



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En el texto hay: piratas, mujer, accion

Editado: 26.10.2018

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