Noche de estudio,risas y seducción

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La biblioteca de la universidad estaba casi vacía; solo algunas luces parpadeaban y el eco de nuestros pasos se mezclaba con el susurro de los ventiladores. Zoe y yo habíamos decidido quedarnos un poco más tarde para avanzar en el proyecto de simulación de signos vitales, pero había un problema: la tensión entre nosotros ya era imposible de ignorar.

—Zoe… —susurré, inclinándome hacia ella mientras ajustábamos los cables de los sensores—. Creo que estos pulsos no son solo de los maniquíes… tu corazón late demasiado rápido, y el mío también.

—Elian… —respondió ella, mordiendo el labio y tratando de sonar seria—. Concéntrate en los datos, no en mí…

—¿Concéntrate? —contesté, rozando su mano con la mía accidentalmente… o quizás no tan accidentalmente—. Creo que nuestra química es más peligrosa que cualquier variable de laboratorio.

Justo cuando el calor entre nosotros se volvía casi insoportable, un ruido a carcajadas suaves nos interrumpió. Claudia y Diego habían decidido quedarse también, trabajando en su propia simulación de signos vitales… y, como siempre, traían su toque travieso.

—¡Alerta de atracción fuera de control! —exclamó Claudia—. Chicos, el laboratorio no está preparado para tanta pasión concentrada… y yo necesito tomar notas para reportarlo a la ciencia.

—¡Claudia! —susurré entre risas—. ¡No hagas eso!

—No puedo evitarlo —contestó ella—. Además, Diego y yo estamos… experimentando también.

Mientras ellos se miraban y sonreían, Zoe y yo no podíamos ignorarnos más. Nuestros dedos se entrelazaron, y los besos comenzaron suaves pero cada vez más intensos, con susurros y risas mezclados. La comedia de la situación—Claudia tomando notas, Diego sonriendo nervioso—solo hacía que cada caricia fuera más traviesa y excitante.

—Diagnóstico —susurró Elian, rozando mis labios con los suyos—: tu sistema y el mío están completamente fuera de control. Necesitamos intervención inmediata.

—Intervención… —susurré, acercándome a él—. Creo que sé cómo podemos tratarlo…

Y así, entre libros, sensores y cables de simulación, Zoe y yo comenzamos a explorar nuestra pasión de manera intensa y juguetona, mientras las risas de Claudia y Diego nos recordaban que incluso en los momentos más íntimos, la comedia y la complicidad podían coexistir con el deseo más ardiente.

Cada roce, cada beso y cada suspiro nos hacían sentir que la universidad no solo era un lugar de aprendizaje académico, sino un laboratorio perfecto de emociones, química y amor desenfrenado… donde todos podían encontrar su chispa, incluso Claudia y Diego.

La noche avanzó con más intensidad, más risas y más descubrimientos:

* Besos robados entre apuntes y cables 🔥
* Caricias que hacían que los sensores parecieran irrelevantes
* Momentos cómicos gracias a la traviesa supervisión de Claudia y la sonrisa tímida de Diego 😂

Al final de la noche, entendimos algo claro: la pasión y la comedia podían coexistir perfectamente, y nuestras carreras solo hacían que los juegos de seducción fueran más divertidos y… peligrosamente excitantes.

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💖🔥😂