Se encontraban en una pequeña habitación color marrón, muchos muebles al igual que el piso lleno de tierra, una pequeña ventana la cual estaba pintada de negro para no poder dejar entrar la luz del sol o pudiera ver alguien, lo único que alumbraba en aquel cerrado lugar era un pequeño foco que colgaba de un cable pelado salido del techo el cual se columpiaba lentamente de un lado al otro.
En aquella habitación se encontraba a un chico de unos 19 años atado de pies y manos a una silla de madera, con la cabeza cabizbaja, su pelo negro revuelto, su respiración era agitada, sus ojos serrados, no tenía por qué abrirlos, se mantenía en silencio, su mente se encontraba pensando en un buen plan para escapar de aquel horrible lugar, cada vez que pensaba las probabilidades eran más bajas, pero no pensaba en rendirse seguiría buscando una solución
Un señor frente a él de aproximadamente 37 años tenía el gesto fruncido, los brazos cruzados y mirando fijamente al joven atado parecía como si solo con la mirada lo quisiera matar al parecer no estaba teniendo las respuestas deseaba, su traje se llego a arrugar por el trabajo que tubo para poder dejar tranquilo al adolescente frente a el.
-donde demonios esta??
Aquel hombre había hecho esa pregunta por décima vez y aquel chico no había ni siquiera levanto su cabeza era como si no lo escuchara, ni una sola palabra había pronunciado hasta entonces, la persona parada estaba empezando a desesperarse, en sus ojos se podía ver la rabia, no esperaba tardarse tanto con esto, creía que se rendiría fácilmente pero no, así que le agarró del cuello de la camisa la cual antes era blanca ahora tenía un tono entre gris y negro la cual ya desgastada del joven atado.
El cual levantó la cabeza y lo miró con sus ojos negros como la noche con severidad al parecer estaba harto u aburrido de esta situación, pero levantó una de sus cejas.
-La verdad no sé
Se atrevió a contestar con una sonrisa sínica mientras inconscientemente dejaba salir una risita, lo cual no le agrado para nada a su mayor, así fue como rompió su cordura, con un movimiento rápido, formo con su gran mano un puño y sin previo aviso le dio un fuerte golpe en la mejilla del menor haciendo que este hiciera su cabeza a un lado mientras se quejara por el dolor que le había causado eso, su mejilla se había vuelto de un rojo intenso, no le preocupaba mucho eso pero se pudo dar cuenta que de su labio empezaba a salir un delicado hilo de sangre que rápidamente bajaba por su barbilla, le había roto el labio, se enojó pero no podía contestarle sabia que si lo hacía le iría peor, no podría salir vivo de ahí y lo uno que quería era salir de una vez por todas ya se había hartado de la estúpida jugada del hombre desconocido
-Ella al saber que desapareciste vendrá corriendo por ti, no resistirá el saber que no estas bien.. jeje lo sabes
Al terminar de decir eso todo quedó en silencio, solo se oía la respiración entrecortada del joven y sus quejidos del dolor que todavía tenía.
El joven sabía que eso era cierto, ella iría a buscarlo, pero esperaba que no fuera por el, sino ella saldría lastimada y eso era lo que menos quería.
En un segundo de silencio se pudo escuchar claramente unos pasos acercándome los cuales parecían que se dirijan la habitación, la puerta se abrió de golpe haciendo que las dos personas dentro de aquel lugar prestarán atención a la puerta, un chico flacucho entro, se notaba el cansancio ya que su respiración era muy rápida, su pecho subía y bajaba constantemente, cuando ya podía pronunciar las palabras que tenía que decir cayó al suelo inconsciente.
Después se pudo ver a una chica en el marco de la puerta su pelo entre rubio y castaño claro atado en una coleta la cual ya estaba casi desecha, en sus ojos cafés reflejaba la preocupación, pero al mismo tiempo enojo, sus labios entreabiertos de un rosa casi natural, se formó una mueca de asco, se recargo en el marco de la puerta con los brazos cruzados y viendo fijamente a las dos personas de aquella habitación.
El joven sonrió con dulzura estaba aliviado de que estuviera ella ahí, pero al mismo tiempo estaba preocupado, en su mente se repetía una y otra vez cada vez más fuerte "vete de aquí por favor" él podía salir de esas solo bueno eso creía o quería creer.
El hombre sonrió con malicia mientras ponía sus manos en los bolsillos de su pantalón y se encorva un poco.
- Al fin la reina decidió viajar de su trono para mezclarse con los mortales.
Dijo aquel señor haciendo como una reverencia mientras se volvía a poner derecho y de sus bolsillos sacaba una pequeña pistola que apuntaba con ella a la chica, la joven se acercó al chico atado a la silla que la veía con temor, se hinco para poder desatar las piernas del chico, el señor con el arma la veía con enojo y de reojo al atado, la rubia término de desatar las piernas del chico de aquella incómoda, horrible cuerda y ahora trataba de hacer lo mismo con las manos.
-Porque estás con el?? ¿¿Una chica que apuesta y hasta le sobra el dinero, porque querría estar con este chico?? ¡¡Claro!! No lo quieres en absoluto solo lo cuidas por su valor.