Entre Segovia y Montreal.

Capítulo 4 extra

Marcos

Hoy, después de meses viajando entre Madrid y Toledo, por fin volvía a Cádiz.

Estaba agotado. Llevaba días sin dormir bien. La última vez que me sentí así fue de niño, cuando perdí el contacto con la chica más increíble que había conocido.

No era mentira que quería volver a verla. La echaba demasiado de menos. Fue como la hermana pequeña que nunca supe que necesitaba.

Manu —un familiar suyo con el que al final acabé teniendo una relación muy cercana— me dijo que no tenían pensado volver en mucho tiempo, por razones que nunca me aclaró.

Aquel día sentí como si me hubiesen arrancado una parte de mí. Ella era especial. Tenía ese pelo rubio, ondulado, una sonrisa contagiosa, y una risa que jamás volví a escuchar en otra persona.

Era tarde, pero aún así quería volver a Cádiz hoy. Mientras buscaba en las pantallas el número de mi andén, me llegó una notificación:

Instagram.
Canal de difusión de Vega Music:
Hola hermosos, que sepáis que el jueves tengo un concierto en La Maison Symphonique de Montréal. Mientras tanto haré un viaje. Os espero allí ❤️

Me encantaba esa chica. Era un hacha tocando y dibujando. No sabía de qué me sonaba su nombre, pero tampoco era mi prioridad averiguarlo en ese momento.

Estaba a unos treinta pasos del andén cuando, de pronto, vi una melena rubia que destacaba entre la multitud.

Hubo un segundo en que se giró y me quedé paralizado. Si no me equivocaba, tenía la misma cara de Vega… pero con otro color de pelo, y algo más morena.

¿Sería ella, disfrazada para que no la reconocieran? Si yo fuese famoso como lo es ella, también intentaría pasar desapercibido.

No podía dejar pasar la oportunidad de saludarla. Me acerqué con cautela. Si me equivocaba, al menos no haría el ridículo de lejos.

Cuando estuve lo bastante cerca, le toqué el hombro con suavidad. Ella se giró.

Y entonces supe que no me había equivocado. Nora. Era ella. La chica que llevaba años echando de menos estaba justo delante de mí.

—¿Nora eres tú?

No necesitaba su respuesta. Esos ojos, las pecas, el rubio natural, las ondas en el pelo. No había otra como ella.



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En el texto hay: familia, descubrimientos, coming-of-age

Editado: 22.07.2025

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