Tan diferentes.
tan poderosos.
tan fuertes.
tan misteriosos.
tan... ¿Cuál sería la palabra?
Oh, si
Tan crueles.
Eso es lo que define un Dios del Naro, desde que somos niños nos han contado las historias de los Dioses del Naro, aquellos Dioses que intercedieron por nosotros cuándo el dios de las almas en desgracia, o los junstrancks se reveló ante los Dioses, fue una masacre.
¿Quién era ese Dios?
Nefelyo Loreley, el dios de la oscuridad.
Pero...
Hace tanto que no nos preocupamos por el ni su poder, el ya no existe, es por eso que los dioses son los dioses.
Mi madre dice que hay que agradecer por lo que hicieron, por qué dieron su vida por nosotros.
El golpeteo de las botas de mi madre, se escuchan entre las calles de ingla y el aire sopla tan delicado con esa sensación caliente que provoca el sol, ¿No se porque a mí madre se le a ocurrido ir al mercado?, Cuando en la mañana se estaba quejando del calor que hay, ella se le a ocurrido ir al mercado a comprar especies para la comida, yo lo único que quiero hacer es, regresar a la torre non, bueno en realidad no es una torre es como una tipo escuela con cuartos y es donde yo y ella vivimos.
Esa torre fue un regalo de los cuatro Dioses, bueno son diecisiete dioses pero son cuatro los que son importantes.
Antes era seis dioses importantes, pero lo que era Nefelyo y kamari, la diosa de la profecías, uno fue desterrado y otra la asesinaron.
Nos acercamos al puesto de las especies, mi madre saludo alegremente a Don Enrique quién era el propietario del puesto, junto a su mujer Don Enrique repitió el saludo.
-hola Leya-hablo Don Enrique-Cómo te está yendo en la escuela?
-bien-dijo con una sonrisa-estoy algo cansada por las tareas, pero tranquilo soy muy resistente-Don Enrique río para después asentir-.
-después de aquí a dónde se dirigen-hablo su mujer o lo que mi madre contestó-.
-a la torre non-le dijo mi madre pagando las especies que usaría para la comida-bueno los dejo porque tengo a demasiadas personas que alimentar, vamos Leya-seguí a mi madre mientras por el camino pasábamos por varios puestos, para después llegar al centro del pueblo donde a lo lejos se veía el Naro-.
Si se preguntan, ¿Qué es el Naro? Bueno...es donde están las estatuas y las Alas de cada Dios ¿Qué son las Alas de cada Dios? Básicamente son los lugares que los Dioses y sus sirvientes usan para protegerse por ejemplo.
Si hay una guerra y una Dios corre peligro, ahí se esconde junto a su poder para volverse más fuerte y poder luchar, también en esas Alas guardan los dac, los dac son libros que contienen la información de cada Dios junto a sus profecías, pero solo los pueden leer los brujos del Nerón.
Los Dioses visitan ese lugar solo si corren peligro, si no es así se encuentran en el Nerón que es el cielo o el pueblo sagrado dónde iremos cuando morimos y ahí se encuentra todos los Dioses por ahora, cuando bajan ellos obtienen energía gracias a los darquis ósea los mortales.
Mi madre tenía Razón cuando dijo que el Naro era bonito, el Naro era un edificio circular con muchas pero muchas ventanas grandes de cristal que partían del techo al piso y una puerta enorme con el símbolo de los diecisiete tronos de los dioses, fuera del edificio alrededor de este decoraban unas estatuas no tan grandes de cada Dios del Naro, el edificio era de piedra y mármol color blanco y crema.
Tomamos otra calle para poder llegar a la torre non, cuando entramos mamá se dirigió a las pequeñas puertas de la cocina, mientras yo me dirigía a las escaleras que estaba enfrente de la puerta por dónde entramos, la escalera era de madera por lo que cuando subí chirriaron, y todo dentro de ella era de madera a diferencia de los cuartos, salones y bibliotecas, estás eran de mármol y piedra blanca, abrí la puerta de la sala donde se encontraban Sofía y Heley.
Que tan pronto cuando me vieron se acercaron a mi con una sonrisa para después abrazarme.
¿Pero si no me había tardado tanto?
Ella tenían mi misma edad 10 años por lo que nos entendíamos bien, cada una se sentó en un sillón mientras yo me sentaba en un sillón ventana, días como estos eran aburridos.
Abrí un poco la ventana mientras de esta entraba ya el aire tibio, el cielo era de un tono anaranjado y el sol ya se ocultaba poco a poco, a lo muy lejos se veía el mar y el puerto donde un barco había llegado.
La verdad no le puse atención cosas que tenían que ver con el dios del agua no me interesaba y menos un barco llegando seguro con piratas.
Minutos después, mi madre nos grito para que bajar a cenar. Bajamos las escaleras corriendo y cuando llegamos ya se encontraban los platos servidos y algunos maestros quienes no enseñaban ya sentados.
Cada quien tomó su lugar Heley y Sofía a mi lado y mi madre enfrente de mi.
Vi mi plato y sonríe, ya que era bolitas de carne con salsa y queso dentro.
Delicioso, no puede dudar pensarlo
A pesar que todavía no me metía una bolita en mi boca sabía cómo era su sabor, sentí como se me hacía agua a la boca y mire a mi madre quien me sonreía
-están muy ricas-le dijo Sofía a mi madre, yo me metí una bolita a mi boca y tan pronto su sabor a carne y salsa las saboree-.
Volví a ver a mi madre y admiré su belleza, mi madre era hermosa tenía piel aperlada pelo café y ojos verdes que te hechiza, tenía un cuerpo que toda mujer desea, para mí desgracia no heredé nada de ella, pero a lo que dice mi madre me parezco a mi padre, por lo que me hago una idea, yo tenía piel blanca como la nieve y ojos azules como el cielo y tengo pelo como la noche ondulado.
Termine de comer y me dirijo a mi habitación no antes de agradecer a mi madre por la cena.
Cuando llegue a mi habitación todo era blanco, y con la cama en medio con las colchas color crema, mi madre me había ayudado a decorar, cerré la puerta y me puse mi pijama que era un vestido largo muy cómodo, a como de las almohadas entre a la cama y tan pronto cuando me acomode caí dormida.