El día que empezó todo

Cuando lo conocí

Emy siempre había sido una chica reservada, pero desde que comenzó la universidad, esa sensación de soledad parecía intensificarse. No conocía a nadie, y cada vez que había trabajos en grupo, era el profesor quien terminaba asignándola a un equipo, porque nadie parecía querer incluirla. Observaba a los demás estudiantes riendo, haciendo planes, formando amistades con una naturalidad que para ella parecía imposible. Esa falta de conexión la desgastaba poco a poco, haciéndola sentir invisible. Cada día que pasaba en la universidad se sentía más y más pequeña, más insignificante.

Y entonces, empezó a desear desaparecer. Pero un día....

Emy: (Susurrando para sí misma mientras camina por los pasillos de la universidad) ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? No debería sentirme así... debería estar emocionada de estar aquí.

(Se detiene un momento, apoyando su espalda contra una pared, cerrando los ojos con frustración.)

Emy: (Con voz apagada) A veces... desearía desaparecer.

(De repente, siente una presencia cerca de ella. Abre los ojos y frente a ella está un joven con una expresión enigmática. Su vestimenta parece fuera de lugar, como si no perteneciera a ese tiempo ni espacio.)

Chico Misterioso: (Sonriendo levemente) Desaparecer no es tan fácil como parece, ¿sabes?

(Emy da un paso atrás, sorprendida.)

Emy: ¿Quién eres tú? ¿Cómo me escuchaste?

Chico Misterioso: (Encogiéndose de hombros) No estaba tratando de escuchar. Solo... digamos que puedo sentir cuando alguien está al borde de rendirse. Y tú... Emy, estás justo en ese punto, ¿no?

Emy: (Aún más desconcertada) ¿Cómo sabes mi nombre?

Chico Misterioso: (Ignorando su pregunta) Lo que estás pasando no es raro. De hecho, es más común de lo que piensas. Pero lo que sí es raro es que alguien como yo esté aquí, justo en este momento.

Emy: (Fronciendo el ceño) ¿Alguien como tú?

Chico Misterioso: (Sonriendo de nuevo, pero esta vez con una chispa en los ojos) Alguien que puede hacer que las cosas cambien... si realmente lo deseas.

Emy: (Confundida y un poco asustada) Esto es una broma, ¿verdad? No tengo tiempo para esto. Estoy... estoy cansada.

Chico Misterioso: No es una broma, Emy. (Dando un paso adelante) Dime una cosa: si pudieras, ¿realmente querrías desaparecer? ¿O es que solo quieres escapar de todo por un momento?

(Emy guarda silencio, sintiendo que sus palabras la alcanzan de una manera que no puede explicar. Finalmente, baja la mirada.)

Emy: (En voz baja) No lo sé... solo... me siento tan perdida.

Chico Misterioso: Todos nos sentimos perdidos en algún momento. Pero lo importante es lo que hacemos cuando estamos en ese punto. ¿Quieres saber un secreto?

Emy: (Mirándolo con cautela) ¿Qué tipo de secreto?

Chico Misterioso: (Sonriendo de nuevo) No estás tan sola como crees. Y si realmente lo deseas, puedo ayudarte a encontrar lo que buscas.

Emy: ¿Qué buscas a cambio?

Chico Misterioso: (Con una leve risa) No todos los tratos requieren un precio, Emy. Pero esa es una historia para otro día. Ahora la pregunta es: ¿Estás lista para dar un paso hacia lo desconocido?

(Emy lo mira, debatiéndose internamente entre el miedo y la curiosidad.)