Capitulo 2

 Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo, pero las sombras del pasado es un miedo que permanece intacto.

Anónimo

— ¿Cafe?

Estaba sentada en la mesa de trabajo de John, para ser más exactos en la sala forense; mi mente no podía precisar cómo había llegado ahí, seguía procesando los detalles de los últimos minutos que se habían agolpado dentro de mi. Las únicas palabras que pasaban en mi cerebro eran ´´Norles y hijo´´.

— Eclipse

Puse mi atención directamente en John, extendía una de las tazas de café que tenía en las dos manos. John era una de las personas más inteligentes y con  una gran intuición al deber que había conocido y siendo forense, era el mejor de su área. 

— No, gracias prefiero el té — Dije volteando hacia la ventana que se podía ver hacia fuera que dividía a la gente de nosotros.

Dejó la taza a un lado de mí, dando un suspiró — Es una verdadera lastima, no manejamos el té, hoy — Puso la mano dentro de su bolsillo y con la otra le dio un sonoro sorbo al café — ¿Segura que no quieres?

— ¿En qué momento llegó? — Pregunté dirigiendo mi vista hacia él con el ceño fruncido ignorando su pregunta. 

Me miró con un semblante serio, sabiendo a quién me refería dejó su taza al lado donde había dejado la primera, se acercó a mí, puso sus brazos a cada lateral de mi cuerpo con las manos recargadas los bordes de la mesa forense, dejando una distancia prudente entre ambos. Yo no me inmuté, seguí con la misma postura.

— Justo cuando tu hermano llegó de la misión — Respondió con esa tranquilidad que lo caracterizaba

Examine toda la habitación, pero al comprobar que no había nadie más volví mi vista a él — Si ese hubiera sido el caso, Micaela hubiera dicho algo — Le inquirí.

— Oh eso...yo le dije que no te dijera — Mencionó alejándose de mí, cambiando de postura y cruzando los brazos.

Mi semblante cambió a uno de escepticismo, dejando transmitir mi desagrado — Y se puede saber el porque hicistes eso — De un salto baje de la mesa y me puse de pie.

— Por que te conozco y se…

Lo interrumpí abruptamente — No me conoces entonces si llegastes a eso,...  ¿Dónde está ella? — Ante todo esto en ningún momento me di cuenta en qué momento Micaela había desaparecido.

— No la culpes ella solo hizo lo que le pedí. 

Solté una risa— No, no la culpo por nada y si tuviera que culpar a alguien por algo sería a ti por sacar conclusiones idiotas, ¿en tu cabeza que creías que iba ser?, ¡¿dispararle?!, ¡¿golpearle?!, por dios.

Pase una mano por mi frente y la otra la pose en mi cintura, me di la vuelta caminando  a una distancia lejos de él, dándole la espalda a John.

— ¿Qué sino?— Lo escuché preguntar.

Lo voltee a ver seria, pero con enojo en mi voz le conteste — Nada, absolutamente nada John.

Soltó una risa sin gracia viéndome con incredulidad —  No puedo creer eso, Eclipse eres alguien impulsiva por naturaleza, por no decir que cuando te conocí y supe lo de tus padres y tu hermano… Tu jurabas que tomarías justicia por ellos...

Eso no ha cambiado.

 — Pero no lo hice, tomé mi espacio, mi tiempo y no inicie una investigación, ni siquiera un caso John — Dije interrumpiendolo

— ¿Por qué no lo harías?— Preguntó se acercó a mí con el ceño fruncido y se detuvo— Miedo… ¿Tienes miedo?— Su ceño fruncido se deshizo

Miedo, no, eso fueren desesperación, desvelo, incertidumbre, puede ser. Desde hace unos meses atras he tenido pesadillas donde en mi mente, se repite el asesinato de mis padres. No las tenía desde hace mucho, así que dejé de lado todo lo que pensaba por un tiempo acerca de los Norles. 

Apreté los dientes, me acerqué a él quedando a centímetros y puse mi dedo índice sobre su pecho haciendo presión, provocando que descruzara los brazos — Numero uno, no eres ni mi psicólogo, ni mi terapeuta emocional y número dos, esto no es un interrogatorio de mi vida, ni de lo que haga o no, ¿quedó claro?

Me aleje de él, desvíe la vista hacia la ventana y crucé los brazos. Podía ver a los agentes a través del vidrio en sus cosas, unos caminando y otros estaban viendo documentos, ajenos a la conversación acalorada que se había formado. Recuerdo perfectamente cuando conocí a John, fue en mi primera misión de campo, cuando entre a la sala forense yo estaba esperando los resultados de unos análisis y lo primero que vi al entrar fue a un hombre con bata, pelo despeinado con guantes de hule y un cubre bocas, diseccionando un cadáver, era toda una película de terror. Me frote la sien y no pude evitar que se me escapara una sonrisa.

— Perdón — Volteé a ver a John, una de sus manos tapaba su rostro—  No era mi intención, perdón— No dije nada, él volteo a verme y sonrió de lado — Sé que no soy tu psicólogo, eso es problema de Alice.

Se me escapó una risa.

Suspiro — Asi que Erus Norle, ¿eh?— Dije con escepticismo.

— Ares— Mencionó metiendo sus manos en los bolsillos, viendo hacia el piso sin quitar su sonrisa de lado.

— No estás de modos para corregir tampoco mi gramática— El soltó la carcajada— No tenía idea que tenía un hijo— Dije mordiendo mi labio inferior.

— Y no es el único — Hizo una mueca al decir eso.

Yo empeze a asentir lentamente— ¡Genial!, no pudo tener solo uno — Dije con sarcasmo.

Me volví a quedar en silencio pensando el detalle de todo esto. ¿Que hacía un hijo de Norles aquí?, si S.W.A.T está buscando a su padre, ¿como es permitido que entre tan fácil?, no tiene ni lógica, ni el más mínimo sentido. Por lo menos estaría rodeado por veinte agentes o esposado.

—  ¿Si S.W.A.T está buscando a su padre, ¿porque él no está al menos detenido?— Pregunte confundida.

— Las acciones de un padre no definen a un hijo.