Entre Sombras Y Cenizas

Capítulo 1: El Asalto En La Penumbra

El zumbido constante de los drones de vigilancia resonaba en las calles oscuras y desmoronadas del barrio bajo. La luz de los faroles parpadeaba, proyectando sombras inquietantes sobre las paredes agrietadas. Alex se movía rápidamente entre las sombras, con su portátil en mano, sus dedos volando sobre el teclado con precisión. Cada segundo contaba; no podía permitirse errores.

Con un último comando, el sistema de vigilancia de la élite se desactivó. Alex cerró el portátil con rapidez y se deslizó hacia la siguiente esquina, manteniéndose fuera de la vista de los drones. Sabía que el tiempo era crucial y que cualquier error podría significar su muerte. Mientras corría hacia casa, el eco de sus pasos resonaba en las calles desiertas, un constante recordatorio del peligro que enfrentaban.

Al llegar a su casa, encontró a Emma en su laboratorio improvisado. La habitación estaba iluminada por la suave luz de una lámpara de escritorio, y el olor a productos químicos flotaba en el aire. Emma estaba completamente concentrada, mezclando soluciones en frascos con movimientos precisos. Su cabello estaba recogido en una coleta desordenada, y una expresión de determinación estaba grabada en su rostro.

—¿Todo bien? —preguntó Emma sin levantar la vista.

—Sí, por ahora —respondió Alex, deslizando un pequeño dispositivo sobre la mesa. La pantalla del dispositivo mostraba un conjunto de datos y planos detallados—. Mira esto.

Emma miró el dispositivo con interés. Sus ojos se ampliaron al ver los planos en la pantalla. La transmisión mostraba el diseño de un nuevo dispositivo de control de la élite, uno que parecía aún más sofisticado y amenazante que los anteriores. La élite no se estaba deteniendo en nada.

—Esto es grave —dijo Emma, sus labios apretados mientras examinaba los detalles—. Tenemos que informar al grupo de inmediato.

Alex asintió. La urgencia en su voz era clara mientras hablaba:

—Nos están sobrepasando. Si no actuamos rápido, podrían tenernos en las palmas de sus manos.

En un escondite subterráneo, el grupo de la resistencia se reunió alrededor de una mesa. El lugar estaba lleno de mapas, equipos y suministros. Leo, Maya, Ethan y Zara estaban allí, sus miradas serias y sus cuerpos tensos.

—La élite está planeando algo grande —dijo Alex mientras pasaba el dispositivo a los demás—. Esto no es solo una amenaza, es una operación a gran escala. Necesitamos prepararnos para lo que se viene, que no es nada comparado a lo que estamos acostumbrados, se viene lo peor.

Leo, con su robusto cuerpo y mirada feroz, se levantó de su silla. Su tono de voz reflejaba la determinación que siempre mostraba.

—¿Qué tenemos que hacer? —preguntó, su voz llena de resolución—. Estoy listo para lo que venga.

Maya, de pie cerca de Alex, asintió con la cabeza. Su habilidad para infiltrarse y recopilar información sería esencial para entender el alcance de la amenaza.

—Debemos interceptar la transmisión y ver si podemos obtener más detalles —sugirió Maya—. Quizás haya una manera de sabotear el dispositivo antes de que se ponga en funcionamiento.

Ethan, con sus manos manchadas de aceite y una expresión de concentración, añadió:

—Voy a preparar el equipo necesario para el sabotaje. Necesitamos estar listos para cualquier cosa, no sabemos nada de este nuevo proyecto, pero sabemos que no es nada bueno.

Zara, que había estado observando en silencio, finalmente habló con una voz suave pero firme:

—No podemos subestimar a la élite. Si vamos a enfrentarlos, necesitamos estar completamente preparados. Voy a asegurarme de que tengamos todo el equipo médico necesario.

Mientras el grupo discutían las fases del plan, un alerta de emergencia interrumpió la conversación. El sonido agudo de una alarma resonó a través del escondite, seguido por un mensaje urgente que se proyectó en una pantalla cercana. Las fuerzas de la élite estaban en movimiento, más cerca de lo que habían anticipado.

—¡Nos están atacando! —exclamó Alex, su rostro palideciendo al ver la noticia.

El refugio de la resistencia se iluminó repentinamente con luces rojas de emergencia. El estruendoso ruido de las puertas de metal blindado siendo golpeadas por el exterior retumbaba en el pequeño escondite. Alex, Maya y Leo se agruparon cerca de las barricadas improvisadas, mientras Ethan y Zara ajustaban el equipo de defensa.

El primer impacto vino desde el cielo: drones de combate deslumbrantes descendieron en ráfagas, sus luces láseres escaneaban frenéticamente el área. Los drones dispararon ráfagas de energía concentrada que chisporrotearon y perforaron las paredes, dejando marcas ardientes. Alex y Maya se movían con agilidad entre los escombros, apuntando con sus rifles de energía hacia los drones. Cada disparo que realizaban se sincronizaba con el parpadeo de las luces de alerta, creando un frenético baile de luces y sombras.

Leo se lanzó hacia adelante, cubriendo la entrada principal con una barricada improvisada. Los agentes de la élite, vestidos con armaduras negras y equipados con armas de alta tecnología, avanzaban con una precisión militar, despejando el camino con lanzadores de granadas de plasma. Las explosiones sacudían el refugio, enviando escombros volando y creando nubes de polvo y humo.

Ethan, desde su posición, lanzaba dispositivos de interferencia que desorientaban a los atacantes, creando brechas en su formación. Sin embargo, los refuerzos de la élite eran interminables. Zara, con su equipo médico a cuestas, se movía rápidamente entre los miembros del grupo, atendiendo a los heridos y asegurándose de que todos estuvieran en condiciones de continuar.

Alex se encontraba al borde del caos, un brazo extendido para bloquear un disparo mientras ajustaba su equipo. Con un grito, Maya lo llamó:

—¡Alex, la barricada del sur está a punto de caer!

Alex giró rápidamente y vio cómo la barricada se derrumbaba bajo el ataque de un grupo de agentes. Con una determinación feroz, corrió hacia el punto crítico, utilizando un dispositivo de energía para reforzar la barricada y contener el avance enemigo. La batalla continuó, cada momento una prueba de resistencia y habilidad.



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En el texto hay: amor dolor, suspenso amor

Editado: 28.07.2024

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