Entre Sombras y Espejos :desamor, mentira e inseguridades.

Capítulo 4: El eco del vacío

Hay un momento después de la rabia en que todo se apaga.
Ya no quema, ya no hiere con fuerza… simplemente se convierte en un vacío que ocupa cada rincón. Un silencio que no grita, pero tampoco descansa.

Es extraño: pensé que el desamor era un incendio, un derrumbe, una tormenta. Pero nadie me advirtió que, tras todo eso, vendría el desierto.
Un espacio interminable dentro de mí, sin agua, sin brújula, sin salida.

Camino dentro de mi mente como quien recorre ruinas. Encuentro restos de lo que fuimos: una promesa olvidada, una caricia que aún late en mi piel, una palabra que no dijiste y que yo aún espero.
Y me pregunto si el olvido es realmente posible, o si en realidad aprendemos a vivir con las ausencias colgando del alma.

En este vacío también habitan mis inseguridades.
Se multiplican en la oscuridad: me dicen que nunca seré suficiente, que quien me mire siempre encontrará algo mejor, que el amor no es un lugar donde yo pueda quedarme.
Y a veces les creo.
A veces me convenzo de que soy un error al que nadie querrá volver.

Pero en otras ocasiones, muy pocas, el eco me devuelve una verdad distinta: sigo aquí.
Herido, sí. Roto, también. Pero vivo.
Y mientras haya vida, aunque el vacío intente devorarme, tal vez exista una mínima posibilidad de reconstruirme.

El eco no responde todas mis preguntas, pero me recuerda que mi voz aún existe.
Y quizás… eso sea el primer paso.



#1663 en Otros

En el texto hay: .......

Editado: 29.08.2025

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