Entre Sombras y Fuego ( #1 saga fuego)

Capítulo 35: En las sombras de Viena

Narrado por Isabella

La ciudad de Viena, con sus calles empedradas y fachadas barrocas, parecía dormida bajo la fría luz de la luna. Desde la ventana del pequeño apartamento alquilado en el centro, podía ver las luces titilantes del distrito financiero, un recordatorio de que incluso en lugares tan elegantes como este, el poder y la corrupción nunca estaban demasiado lejos.

Alekséi revisaba su arma en silencio a unos pasos de mí. Sus movimientos eran precisos, metódicos, como si cada gesto estuviera diseñado para calmar la tensión que ambos sentíamos. No habíamos hablado mucho desde que llegamos. Las palabras parecían innecesarias cuando el peso de lo que estábamos a punto de hacer hablaba por sí mismo.

"Nuestra cita está confirmada," dijo finalmente, rompiendo el silencio. "Gregor nos verá en una hora."

Gregor era un contacto ruso que, según Alekséi, operaba en las sombras de Viena. Aunque no era un aliado directo de Sokolov, estaba lo suficientemente cerca de su red como para saber más de lo que nosotros sabíamos. Si alguien podía ayudarnos a entender qué estaba planeando Sokolov, era él.

"¿Confiamos en él?" pregunté, sin apartar la vista de la ventana.

"No del todo," respondió Alekséi, poniéndose de pie. "Pero tiene un precio, y hasta ahora, siempre ha sido leal al dinero."

Me giré para mirarlo, tratando de leer su expresión.

"Entonces necesitamos algo más que dinero," dije. "Algo que lo obligue a darnos lo que necesitamos."

Alekséi esbozó una sonrisa fría, la primera desde que llegamos.

"Eso ya lo tengo cubierto."

Una hora después, estábamos en un club nocturno en el distrito sur de la ciudad, un lugar discreto que pasaría desapercibido para cualquiera que no supiera qué buscar. La música era fuerte, pero no lo suficiente como para ocultar las conversaciones en voz baja que se llevaban a cabo en los rincones oscuros.

Gregor estaba sentado en una mesa en el fondo, rodeado de dos hombres que claramente eran sus guardaespaldas. Su figura era más pequeña de lo que esperaba, pero su presencia llenaba la sala de una manera que solo alguien acostumbrado al poder podía lograr.

"Señor Alekséi," dijo con una sonrisa cuando nos acercamos. "Y veo que viene acompañado."

"Gregor," respondió Alekséi, ignorando la mirada que el hombre me lanzó. "No tenemos tiempo para formalidades. Necesitamos información."

Tomé asiento junto a Alekséi, cruzando las piernas con calma mientras mi mano descansaba cerca de mi arma, oculta bajo mi chaqueta. Gregor notó el gesto y sonrió, como si encontrara divertido mi intento de intimidarlo.

"¿Información sobre qué?" preguntó, inclinándose hacia nosotros.

"Sokolov," respondió Alekséi sin rodeos.

El rostro de Gregor se tensó por un breve momento, pero rápidamente volvió a su expresión relajada.

"Ah, Sokolov. Ese nombre está en boca de todos últimamente."

"Sabes lo que queremos," dije, interrumpiéndolo. "No juegues con nosotros, Gregor. No tienes idea de a quién estás enfrentando."

La sonrisa de Gregor se desvaneció, y por un momento, el ambiente se volvió frío. Sus guardaespaldas dieron un paso adelante, pero Alekséi levantó una mano, deteniéndolos con una autoridad que no dejaba lugar a dudas.

"¿Es una amenaza?" preguntó Gregor, mirándome directamente a los ojos.

"Es un recordatorio," respondí, manteniendo mi tono firme. "Tú decides si quieres estar del lado correcto cuando todo esto termine."

Gregor nos miró en silencio durante unos segundos, y finalmente suspiró.

"Sokolov está moviendo piezas. Quiere algo grande, algo que lo ponga por encima de todos. Pero aún no ha mostrado todas sus cartas."

"¿Qué significa eso?" preguntó Alekséi, su paciencia claramente agotándose.

"Significa que está reclutando aliados," dijo Gregor. "Está construyendo una red que lo hará intocable. Y si ustedes dos están aquí, significa que están interfiriendo con sus planes."

"¿A quién ha reclutado en Viena?" presioné.

Gregor sonrió, pero esta vez no había diversión en su expresión.

"Esa información tiene un precio alto," dijo.

Alekséi sacó un sobre de su chaqueta y lo dejó caer sobre la mesa.

"Esto debería ser suficiente."

Gregor tomó el sobre, lo abrió y contó el dinero antes de asentir.

"El nombre que buscan es Anton Volkov. Es el intermediario de Sokolov en esta ciudad. Si alguien sabe qué está planeando, es él."

Nos levantamos de inmediato, sin perder tiempo en despedidas. La información que nos había dado Gregor era valiosa, pero también sabía que ahora tenía una carta para jugar con Sokolov si las cosas se complicaban.

"¿Dónde encontraremos a Volkov?" pregunté mientras salíamos del club.

"En el distrito industrial," dijo Alekséi. "Pero no será fácil. Si Sokolov confía en él, estará bien protegido."

"Entonces necesitamos un plan," respondí, ajustando la pistola en mi cinturón.

"Ya lo tengo," dijo Alekséi, su tono lleno de confianza.

Lo miré, sintiendo una mezcla de admiración y frustración. Alekséi siempre parecía un paso adelante, incluso cuando las cosas se volvían complicadas.

"Espero que tengas razón," murmuré.

Alekséi sonrió ligeramente.

"Siempre la tengo."




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