Entre Sombras y Fuego ( #1 saga fuego)

Capítulo 56: Una noche en el teatro

Narrado por Isabella

El teatro estaba lleno de hombres y mujeres que representaban a las familias más poderosas del submundo. Cada uno de ellos tenía una sonrisa cuidadosamente ensayada, pero sus ojos delataban el hambre de poder y la desconfianza. Alekséi y yo caminamos entre ellos como sombras, atentos a cada movimiento, cada palabra susurrada.

La voz de Morozov llenaba el lugar con una mezcla de autoridad y carisma. Aunque odiaba admitirlo, entendía por qué tantos lo seguían. Su capacidad para manipular a quienes lo rodeaban era impresionante.

"Estamos más cerca que nunca de consolidar nuestro control," dijo desde el escenario, su mirada recorriendo el público. "Pero debemos ser cautelosos. Nuestros enemigos son astutos y están desesperados. Un solo error podría costarnos todo."

Sentí cómo Alekséi se tensaba a mi lado. Sabía que sus palabras eran una advertencia, una forma de recordarles a todos que nadie estaba a salvo, ni siquiera en esa sala.

Mientras Morozov continuaba hablando, mis ojos se fijaron en un grupo de hombres al fondo del teatro. Estaban apartados, susurrando entre ellos, pero lo que realmente captó mi atención fue el maletín que uno de ellos llevaba. Algo en su comportamiento me pareció sospechoso.

"Alekséi," murmuré, inclinándome hacia él.

"¿Qué ocurre?"

"Esos hombres al fondo," señalé discretamente. "¿Los reconoces?"

Él siguió mi mirada y frunció el ceño. "No son de mi organización. Ni siquiera parecen ser de la red habitual de Morozov."

"Entonces necesitamos saber qué están haciendo aquí."

Decidí actuar. Caminé hacia el bar en un movimiento casual, asegurándome de mantenerme cerca del grupo. Alekséi se quedó atrás, vigilando desde una distancia segura. Mientras fingía examinar la lista de bebidas, escuché parte de su conversación.

"¿Estás seguro de que esto funcionará?" preguntó uno de ellos, su voz apenas un susurro.

"Morozov nos dio instrucciones claras," respondió otro. "Si todo sale según lo planeado, el trato será sellado esta noche."

Un escalofrío recorrió mi espalda. No estaba segura de qué planeaban, pero tenía claro que debía detenerlos antes de que lograran su objetivo.

Regresé con Alekséi y le conté lo que había escuchado. Su expresión se endureció al instante.

"Esto no es una simple reunión," dijo en voz baja. "Están planeando algo grande."

"Tenemos que descubrir qué es," respondí.

"¿Y cómo planeas hacerlo? No podemos simplemente enfrentarlos aquí."

"Déjamelo a mí."

Antes de que pudiera protestar, me dirigí nuevamente hacia el grupo, esta vez con una sonrisa segura en el rostro.

"Disculpen," dije al llegar, fingiendo un aire de despreocupación. "No pude evitar notar que parecen un poco fuera de lugar. ¿Son nuevos aquí?"

Los hombres me miraron con sorpresa, pero rápidamente recuperaron la compostura.

"Algo así," respondió uno de ellos, sonriendo de forma tensa. "Estamos aquí por negocios."

"¿Negocios?" repetí, arqueando una ceja. "Debe ser importante si los tiene tan concentrados."

"Lo es," dijo otro, claramente incómodo con mi presencia. "Pero no creo que sea algo que te interese."

"Todo lo relacionado con Morozov me interesa," dije, dejando que mi tono se endureciera ligeramente. "Tal vez deberíamos hablar en privado."

Uno de ellos dudó, pero finalmente asintió. Me llevó a una esquina más apartada, mientras los demás se quedaban atrás, observándonos con atención.

"¿Qué quieres saber?" preguntó, cruzando los brazos.

"Quiero saber por qué están aquí y qué llevan en ese maletín," respondí sin rodeos.

Su expresión se endureció. "Eso no es asunto tuyo."

"Todo lo que ocurre en este teatro es asunto mío," dije, dando un paso hacia él. "Así que te sugiero que hables antes de que decida llamar la atención de Morozov sobre ustedes."

Su mirada vaciló. Sabía que había tocado un punto sensible.

Mientras tanto, Alekséi se acercó al grupo principal, utilizando su encanto y su capacidad para manipular para distraer a los otros hombres.

"Interesante noche, ¿verdad?" dijo, inclinándose sobre la barra. "Siempre me pregunto qué tipo de tratos se cierran en lugares como este."

Uno de ellos sonrió, aunque claramente incómodo. "Negocios, nada más."

"Claro, claro," dijo Alekséi, fingiendo desinterés. "Aunque, si me permiten un consejo, no dejaría un maletín tan importante sin vigilancia. Nunca se sabe quién podría estar mirando."

Los hombres se tensaron al instante, y Alekséi supo que había logrado plantar la semilla de la duda.

Mientras tanto, mi interrogatorio continuaba. El hombre frente a mí finalmente cedió, aunque a regañadientes.

"El maletín contiene información sensible," admitió. "Datos que Morozov necesita para cerrar un trato con una nueva organización."

"¿Qué tipo de organización?"

"No lo sé," respondió, claramente nervioso. "Solo somos los intermediarios."

Aunque no estaba completamente satisfecha con su respuesta, sabía que había sacado suficiente información para actuar.

Regresé con Alekséi y le conté lo que había descubierto. Su expresión se endureció, y supe que estaba tan preocupado como yo.

"Esto no es solo un trato," dijo. "Si Morozov está negociando con una nueva organización, podría estar planeando algo mucho más grande de lo que pensábamos."

"Entonces necesitamos detenerlo ahora," respondí.

"¿Estás lista para lo que venga?"

"Siempre."

Nos miramos por un momento, compartiendo una comprensión silenciosa. Sabíamos que estábamos entrando en un terreno peligroso, pero también sabíamos que no podíamos dar marcha atrás.

Era hora de enfrentarnos a Morozov directamente, y esta vez, no habría margen para el error.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.