Esa tarde, Clara tuvo un malentendido con una amiga cercana. Una conversación que parecía trivial se transformó en un conflicto que dejó heridas invisibles.
—No sé si podemos seguir como antes —dijo su amiga, con un tono que no admitía discusión.
Clara sintió un golpe en el corazón. —Yo… solo quería que entendieras mi punto de vista —murmuró, con voz temblorosa.
Julián la consoló mientras caminaban hacia casa. —A veces las personas cambian o no entienden lo que sentimos. Pero eso no significa que todo esté perdido.
Clara comprendió que las relaciones no siempre son simples, y que incluso la amistad más cercana puede ponerse a prueba.