Mientras los días avanzaban, Clara empezó a notar sentimientos nuevos hacia alguien cercano a su vida diaria. Pequeños gestos, miradas y conversaciones se mezclaban con la tensión de sus problemas familiares.
—No sé cómo sentirme —susurró Clara a Julián mientras caminaban por el parque—. Todo parece tan complicado… y ahora esto.
—El corazón no se controla —respondió Julián con una sonrisa comprensiva—. Solo hay que aprender a escucharlo y actuar con honestidad.
Clara comenzó a experimentar la mezcla de alegría y miedo que trae el primer enamoramiento, y comprendió que la vida también tenía momentos de luz entre las sombras.