Mientras caminaba por la ciudad, Clara se encontró con alguien que no veía desde hacía años: un amigo de la familia que traía noticias y recuerdos inesperados. La conversación fue larga y profunda, revelando secretos y perspectivas que cambiaron la forma en que Clara veía a sus padres y a Sofía.
—A veces no entendemos todo hasta que alguien externo nos muestra otra perspectiva —dijo el amigo—.
Clara reflexionó sobre sus palabras durante horas, comprendiendo que cada descubrimiento, cada conversación, era un paso más hacia la madurez.