Con el tiempo, la relación con Sofía empezó a reconstruirse. Compartían secretos, risas y preocupaciones, y cada conversación fortalecía la confianza perdida. Clara comprendió que la comunicación sincera era la base para cualquier relación sólida.
—Gracias por confiar en mí —dijo Clara en una tarde tranquila—. Ahora siento que podemos enfrentar cualquier cosa juntas.
Sofía sonrió, y por primera vez en semanas, ambas sintieron que el peso de los secretos comenzaba a aliviarse.