Esa mañana, Clara encontró en la biblioteca una carta antigua que su madre había olvidado. Cada palabra parecía tener un peso enorme: decisiones pasadas, errores, y miedos que habían marcado a toda la familia.
—No puedo creer que esto haya estado aquí todo este tiempo —murmuró, sosteniendo la carta con cuidado—.
Sofía apareció detrás de ella, con una expresión mezcla de miedo y alivio. —Clara… tenía miedo de que encontraras esto sola.
Juntas comenzaron a leer y discutir cada detalle, comprendiendo que la verdad, aunque dolorosa, les daba la oportunidad de sanar. Cada palabra era un paso hacia la reconciliación y hacia la comprensión del pasado familiar.